_
_
_
_
_

Los partidos árabes se alían para concurrir a las elecciones israelíes

El aumento del mínimo de votos para obtener representación hace peligrar las minorías

Los partidos árabes de Israel planean concurrir bajo las mismas siglas a las próximas elecciones presidenciales, el 17 de marzo, para evitar quedar excluidos de la Knesset (el Congreso de Israel), tras una modificación del sistema de votación que eleva el porcentaje mínimo de sufragios necesarios para obtener representación de un 2% a un 3,25%. La medida, que sus partidarios defienden para evitar agudizar la polarización en el mapa político israelí y fortalecer el sustento de los futuros Gobiernos, ha suscitado fuertes críticas entre los partidos minoritarios, sobre todo los musulmanes.

El objetivo del proyecto es, según su artífice, el exministro de Finanzas Yair Lapir, reducir la cantidad de pequeños partidos que actualmente ocupan bancas en el Parlamento para evitar las reiteradas fracturas en el ámbito político, ya que ningún Gobierno en Israel ha concluido su mandato de cuatro años -el actual Ejecutivo de Netanyahu ha durado menos de dos-. La norma obtuvo el apoyo de la derecha, y especialmente, de Avigdor Lieberman, a pesar de que su partido, también minoritario, corría el riesgo de perder todos sus diputados. Sin embargo, los partidos más árabes creen que se trata de una maniobra para excluirlos del Congreso

Más información
Netanyahu rompe su Gobierno y adelantará las elecciones en Israel
Los partidos israelíes pactan celebrar comicios el 17 de marzo

La minoría árabe en el país, en su mayoría musulmanes y cristianos, representa un 20% de los 8,2 millones de israelíes. Casi un 75% vota a partidos que los representan. En la actualidad, la Knesset cuenta con 12 representantes árabes entre los 120 diputados del Parlamento. Uno de ellos es miembro de la agrupación de izquierda Meretz y otro de la ultra-derechista Israel Nuestra Casa, del canciller Lieberman. Los otros 10 forman parte de la lista judeo-árabe socialista Hadash, de la nacionalista, burgués, y separatista Balad, y de la conservadora e islamista Lista Árabe Unida.

Tras un largo debate entre los partidos árabes, el mayor de todos, Balad, aprobó con pesar formar una lista electoral unida de las tres formaciones, aunque no compartan ideales, para asegurarse su ingreso en la Knesset.

El desencuentro entre ellos es tal que Muhammad Barakeh, el representante de Hadash, aseguró a sus votantes que la nueva unión no afectará a la participación de mujeres y de judíos en las elecciones. En la reunión del partido socialista, que tuvo lugar en Nazareth, algunos veteranos socialistas judíos se mostraron algo perdidos, contemplando el futuro de su militancia política si se conforma un bloque común árabe.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Por otro lado, la unión suscita gran entusiasmo entre el público árabe. Las encuestas muestran que sobre todo los jóvenes se sienten atraídos por la idea y se prevé una participación más alta de las minorías. En las últimas elecciones del 2013 participó el 55% de las minorías, comparado con 65% entre los judíos.

Si se concreta esta unión de los tres partidos y aumenta el flujo de votantes dentro de tres meses, la próxima conformación de la Knesset podría contar con hasta 14 miembros árabes, lo que implicaría una paradoja para Lieberman, quien apoyó esta reforma, a pesar de que ponía en peligro a su propio partido, algo marginal, sólo para alejar del proceso político a las agrupaciones de esta minoría en su país.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_