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Río de Janeiro: 16 balas perdidas en diez días

Cuatro personas han muerto, dos de ellas niños, por proyectiles disparados en disputas entre narcos y la policía militar

Un hombre pasea en bicicleta en Vila Autodromo, en Río.
Un hombre pasea en bicicleta en Vila Autodromo, en Río.mario tama (Getty Images)

Vivir en la región metropolitana de Río de Janeiro, la que los turistas nunca visitan, puede ser un deporte de riesgo. Sandra Costa dos Santos, de 58 años, despertó esta madrugada con mucho dolor, sobre las tres, en su casa de Bangú, (zona oeste de la ciudad). Pidió ayuda a su hija, que le terminó descubriendo lo que parecía ser un proyectil en el cráneo. Fue llevada urgentemente al hospital, en Realengo, donde mantiene un pronóstico estable. A la misma hora, en la favela Rocinha, la joven de 21 años Adriene Solan do Nascimento moría víctima de otra bala perdida durante un enfrentamiento entre policías militares y unos delincuentes (presuntamente narcotraficantes) que les sorprendieron en una ronda nocturna y se dieron después a la fuga. Un rato antes, la niña Lilian Leal de Moraes, de 12 años, había recibido un disparo en la pierna en Costa Barros, zona norte (está fuera de peligro y se recupera de una intervención quirúrgica también en el hospital Albert Schweitzer).

Lilian, Sandra y Adriene son, respectivamente, las víctimas número 11, 12 y 13 de balas perdidas en el Gran Río de Janeiro durante los últimos diez días. De esas trece personas, cuatro han muerto (dos de ellos niños). En total, hubo 16 personas alcanzadas por disparos en la capital, uno en Niterói y otro en San Gonzalo. Algunos fueron en restaurantes, otros en la calle. Asafe Willian Costa, de 9 años, fue alcanzado en la cabeza por una bala perdida el domingo por la tarde en un club cuando salía de una piscina, para beber agua, en Honório Gurgel, zona con numerosos tiroteos entretraficantes y policías. No pudo recuperarse de la muerte cerebral. El pasado día 17 Larissa de Carvalho, de apenas 4 años, murió en el acto tras ser alcanzada por un tiro cuando salía de un restaurante en Bangú en compañía de su madre y su padrastro.

El secretario de Seguridad Pública, José Mariano Beltrame, afirmó este martes que los casos están siendo investigados y dijo tener información sobre la existencia de una guerra entre facciones del tráfico en algunas áreas conflictivas no ocupadas por la policía. “Ahí entraremos, pero cuando haya condiciones para sustentar la ocupación”. Beltrame quiso destacar que “la mayor parte de los casos de balas no se dio en enfrentamientos con la policía”, intensamente criticada por su violencia (Río es el estado con más muertes a manos policiales en Brasil, el país con más homicidios del mundo), casos recientes de corrupción y una sensación general de ineficacia frente al crimen organizado a pesar de su apuesta decidida por la ‘política de pacificación’ desde hace seis años.

La ONG Rio de Paz organizó el domingo un acto en la playa de Copacabana para concienciar a la población sobre la muerte de niños por balas perdidas en la ‘ciudad maravillosa’. Con carteles que enarbolaban la frase “La violencia está matando a nuestros niños”, padres y parientes de menores fallecidos pidieron “justicia” junto a una cruz de tres metros clavada en la arena.

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