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La exlíder del sindicato de maestros de México pide prisión domiciliaria

Los abogados de Elba Esther Gordillo alegan que, por su salud y avanzada edad, no puede esperar su juicio en la cárcel

Elba Esther Gordillo, en marzo de 2012.
Elba Esther Gordillo, en marzo de 2012.PRADIP J PHANSE

Elba Esther Gordillo, exlíder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de México (SNTE), el mayor de América Latina, cumplió este viernes 70 años. En la cárcel desde hace dos, acusada de fraude fiscal y lavado de dinero, su defensa ha argumentado precisamente su edad y su “delicado estado de salud” para continuar la espera de su juicio en prisión domiciliaria. Gordillo, afirman sus abogados, ha contraído tres infecciones durante su tiempo en prisión y sufre de artrosis en los tobillos, glaucoma, descalcificación ósea, alergias y otra decena de padecimientos. La solicitud ha sido puesta en marcha hoy, el día de su cumpleaños.

La que fuera una de las mujeres más poderosas de México lleva 706 de los 750 días que lleva en prisión en un cuarto de hospital “sin ventilación, sin luz solar, sin movilidad”, explicó su abogado Marco Antonio del Toro. Gordillo donó un riñón a su fallecido marido Arturo Montelogo para intentar salvarle la vida, lo que ha minado su salud, y su ojo izquierdo ha perdido el 30% de su capacidad.

La salida de la cárcel de Gordillo, aun sea para cumplir prisión domiciliaria, no pasa desapercibida en México. Pocos han tenido la influencia y poder que acumuló Elba Esther Gordillo a lo largo de varias décadas en el laberinto del poder mexicano. Sus orígenes, de los que siempre se ha enorgullecido, son humildes. Nació en Comitán, Chiapas, hija de una madre soltera y enviudó a los 19. En su juventud trabajó de camarera y telefonista. Y finalmente, de maestra. Ahí comenzó su ascendente carrera en el mayor sindicato de profesores de América Latina. En 1977 ocupó su primer cargo dentro del Comité Ejecutivo. En 1989, durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), se convirtió en la líder máxima del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Gordillo lleva 706 de los 750 días que lleva en prisión en un cuarto de hospital

Gordillo acumuló un enorme poder político. El apoyo del SNTE se convirtió en un factor decisivo en las elecciones en México. Ella misma ocupó distintos cargos en el Congreso a lo largo de su carrera e incluso respondió a un informe presidencial en 1987. Tras su expulsión del PRI en 2006 (después de más de 25 años de militancia), formó su propio partido político: Nueva Alianza, que actualmente ocupa diez escaños en la Cámara de Diputados y uno en el Senado. Estableció alianzas con el Partido Acción Nacional (PAN) durante las presidencias de Vicente Fox y Felipe Calderón e intentó un acercamiento con Enrique Peña Nieto, que se rompió antes de que este asumiera la candidatura oficial del PRI. 

La jovencita que llegó de Chiapas contrasta con la mujer que llevó un opulento estilo de vida en los años anteriores a su detención. En 2008 regaló 59 camionetas de lujo tipo Hummer a secretarios de su gremio, a un coste de 21,8 millones de pesos (1,8 millones de dólares). Una de sus propiedades más valiosas es una casa en La Jolla, California, a pocos kilómetros de San Diego, valuada en 1,7 millones de dólares. La Procuraduría General de la República (Fiscalía) mexicana la acusó de gastar 40 millones de pesos (2,6 millones de dólares) en una tienda Neiman Marcus. Ella misma no negaba su estilo de vida. “Me gusta comer bien, me gustan las obras de arte. Tengo debilidades, pero lo sudo. […] Yo me preocupé por vestir bien, por peinarme”, dijo en la última entrevista que concedió antes de ser detenida.

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Su caída en desgracia ocurrió a los dos meses de que el presidente Enrique Peña Nieto asumiera el cargo. El 26 de febrero de 2013 fue detenida en una operación que involucró agentes policiales y a la Marina mexicana bajo cargos de fraude, delincuencia organizada y lavado de dinero. La Fiscalía la acusó de desviar 2.600 millones de pesos (174 millones de dólares) de los fondos del SNTE. La detención se produjo al tiempo que el Gobierno impulsaba la Reforma Educativa, uno de los más ambiciosos —y conflictivos procesos— incluidos en el paquete de cambios legislativos del programa de Peña Nieto que contempla, precisamente, medidas a las que Gordillo se había opuesto, como la evaluación periódica a profesores. A partir de este viernes, hay once días hábiles para que se decida si se acepta o no que la lideresa pueda seguir su juicio fuera de la cárcel. No hay fecha para que el juez dicte sentencia sobre los cargos del que se le acusan.

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