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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Tsipras, el estudiante de medicina

“No sabe de lo que habla”, dijo Jean-Claude Juncker en alusión al líder griego

“No sabe de lo que habla. Es como un estudiante de medicina de primer año que ya quiere operar a corazón abierto”. El que hizo esta afirmación el pasado martes en Estrasburgo fue Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea. Se estaba refiriendo a Alexis Tsipras, primer ministro griego, con el que había hablado un rato antes por teléfono durante hora y media (sin resultados) para tratar de resolver el envenenado conflicto con Grecia. Juncker pidió discreción a los presentes —el plenario del grupo popular del parlamento europeo— pero un eurodiputado checo no pudo resistir la tentación y tuiteó la lapidaria frase.

La reunión del Consejo Europeo va a ser complicada. En Estrasburgo, el PPE es el más firme ante el Gobierno de Atenas, pero no está solo. Socialistas y la mayor parte de liberales y verdes adornan un poco más el mensaje —no podemos abandonar a los griegos, hay que hacer un esfuerzo, la crisis sería muy mala para todos— pero llegan a conclusiones similares que desgranan así: las deudas se pagan; el precedente sería terrible, para los países que han sido rescatados y para los que han aportado dinero para el rescate griego; respetar lo acordado es el punto de partida; luego, hablaremos del futuro y se harán los esfuerzos que haga falta, pero lo primero es lo primero.

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¿Sabe Tsipras cómo están las cosas? Sin duda; de primera mano. ¿Sabe Juncker que la mayoría de la población de Grecia está, hoy por hoy, detrás de su primer ministro? También. Pero las dinámicas son endiabladas, y hay 28 opiniones públicas atentas al desenlace del duelo. ¿Cómo acabará? Alguien tiene que renunciar a la mayor parte de lo que pide, o camuflarlo de tal modo que su venta sea aceptable. El Gobierno griego ha dado señales contradictorias: cuando Tsipras habla con los dirigentes comunitarios, “es la facción moderada de Syryza”, según uno de esos dirigentes, que aprecia personalmente al líder griego, pero que añade: “El problema es cuando se deja llevar por la emoción en los mítines. Es un gobernante inexperto. Su falta de experiencia es...”. Es, en opinión de un eurodiputado que sí acaba la frase, su inexperiencia lo que le lleva a confundir hacer campaña electoral con gobernar.

Se dará en este Consejo el acuerdo político que evite el choque? ¿Servirá la presión de Washington para que no se abra un nuevo frente? Es posible, pero el margen es estrecho, “y cambios menores en ambos lados no resolverán nada”, según una eurodiputada, “porque o Grecia cambia de posición o es la UE la que cambia”. La eurodiputada teme la ausencia de acuerdo, pero, como ocurre con todos los que conocen la política europea, sabe que “siempre hay margen para encontrar una solución”.

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