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La guerra interna mina el liderazgo de Sarkozy en Francia

Dirigentes de la UMP le reclaman una estrategia clara frente a la ultraderecha

Carlos Yárnoz
Nicolas Sarkozy, el pasado 7 de febrero durante una reunión de la UMP.
Nicolas Sarkozy, el pasado 7 de febrero durante una reunión de la UMP.ALAIN JOCARD (AFP)

Nicolas Sarkozy, el expresidente que volvió en otoño a la política activa para reconquistar en 2017 el palacio del Elíseo, encuentra graves problemas para afianzarse como líder de su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP). Las discrepancias expresadas en público por algunos dirigentes, los vaivenes en la estrategia ante el auge del Frente Nacional y el inesperado fracaso en las elecciones parciales del pasado domingo le han debilitado.

Bruno Le Maire, que le disputó la presidencia del partido el pasado noviembre y logró un honroso 29% de votos (Sarkozy obtuvo el 64,5%), sostiene que, ante “la progresión inexorable del Frente Nacional”, la derecha “debe combatirlo con mucha más fuerza que hasta ahora”. Es una crítica directa a la estrategia de la UMP en las recientes elecciones parciales en el departamento de Doubs, donde, por vez primera desde 2012, la derecha quedó eliminada en la primera vuelta. La segunda la disputaron la candidata del FN y el del Partido Socialista. Ganó este último por un estrecho margen.

Esas elecciones han supuesto un profundo desgaste para Sarkozy. Por la derrota, pero también porque el partido dejó al descubierto una profunda división sobre la estrategia a seguir ante la ultraderecha. Sarkozy pidió a los suyos que votaran lo que quisieran, pero no al FN. La cúpula del partido le dejó en evidencia al acordar la consigna de la abstención o el voto en blanco.

El expresidente crea confusión al justificar la anexión de Crimea

Esa era la posición del número tres de la UMP y secretario general, Laurent Wauquiez. La número dos y vicepresidenta, Nathalie Kosciusko-Morizet, en cambio, se había declarado a favor del votar al candidato socialista. Lo mismo que Alain Juppé, alcalde de Burdeos que disputa a Sarkozy la candidatura a las presidenciales de 2017.

Sarkozy ha sembrado también el desconcierto entre sus dirigentes con algunos controvertidos mensajes. El pasado día 7, y cuando el presidente François Hollande y la canciller Angela Merkel ya habían lanzado su iniciativa de paz para Ucrania, Sarkozy se dirigió a los suyos en estos términos: “La separación entre Europa y Rusia es un drama. Si los americanos la desean, es su problema. Nosotros no queremos otra guerra fría. Crimea ha elegido a Rusia. No se lo podemos reprochar, de la misma manera que yo impuse a Putin dejar que los kosovares se separasen de los serbios. Un tercio de los ucranios son rusófonos y eso no es anecdótico”.

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La designación de estrechos colaboradores también ha minado su autoridad. En diciembre, Fatima Allaoui fue nombrada secretaria nacional de Formación Profesional y, unos días después, abandonó el partido para sumarse al FN. Ese mismo mes, Stéphane Tiki, de 27 años, fue nombrado presidente de las juventudes. Acaba de dejar el puesto después de que Le Canard Enchainé difundiera que Tiki, camerunés, vive de forma irregular en Francia desde hace una década, sin permiso de residencia.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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