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El rey Salman invita al primer ministro iraquí a visitar Arabia Saudí

El cambio de actitud saudí hacia sus vecinos llega tras años de desconfianza y ante la amenaza del Estado Islámico

Ángeles Espinosa
El rey de Arabia Saudí, Salman Bin Abdelaziz al Saud, el pasado enero.
El rey de Arabia Saudí, Salman Bin Abdelaziz al Saud, el pasado enero.Saul Loeb (AFP)

El rey Salman de Arabia Saudí ha invitado al primer ministro iraquí, Haider al Abadi, a visitar su país, según ha informado este lunes la oficina de este. Se trata de un importante cambio de actitud de los saudíes hacia su vecino tras años de desconfianza con los que ni siquiera logró acabar el derrocamiento de Sadam Husein en 2003. Ante la amenaza compartida del Estado Islámico (EI), el nuevo monarca saudí parece abrir las puertas a una nueva relación. La noticia coincide además con el estancamiento de la ofensiva iraquí para recuperar Tikrit.

“Su Majestad el rey de Arabia Saudí ha expresado el deseo de su país de abrir los horizontes de cooperación con Irak (…) y ha extendido una invitación al primer ministro Al Abadi para visitar el reino”, afirma el comunicado.

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Desde la llegada de Al Abadi a la jefatura del Gobierno el año pasado, se esperaba un gesto saudí al respecto. A diferencia de su predecesor, Nuri al Maliki, a quien Riad acusaba de sectarismo y de discriminación de la minoría suní, el nuevo primer ministro prometió desde el principio una política incluyente que contara a todas las comunidades étnico-religiosas de Irak.

No había otra salida si quería tener la posibilidad de derrotar al EI, cuyo avance sobre un tercio de Irak frustró los planes de volver a gobernar de Al Maliki y le convirtió a él en el hombre de consenso.

A partir de entonces ha habido una creciente aunque discreta cooperación entre ambos países, en especial en la lucha contra ese grupo extremista suní, que también amenaza a los saudíes. Además, Riad ha mostrado su interés por reabrir su embajada en Bagdad, cerrada en 1990 a raíz de la invasión iraquí de Kuwait.

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La familia real saudí llegó a temer entonces que Sadam avanzara sobre los pozos petroleros de su Provincia Oriental, apenas unos cientos de kilómetros más al sur. El Reino del Desierto abrió sus puertas a la coalición internacional dirigida por EE UU que obligó al dictador a retirar sus tropas.

Sin embargo, una década después, cuando Washington emprendió su campaña definitiva contra Sadam, los saudíes se mantuvieron al margen. Temían, como ocurrió, que el derribo del autócrata y el discurso democratizador utilizado por los norteamericanos terminara beneficiando a Irán, su principal rival en la región, al dar el poder a la mayoría chií.

La invitación saudí a Al Abadi coincide con un parón en la operación militar de las fuerzas iraquíes para recuperar Tikrit, la ciudad natal de Sadam, que el EI capturó el pasado junio. Desde la semana pasada, la ofensiva se ha convertido en un sitio. Analistas militares interpretan que las fuerzas regulares y las milicias chiíes respaldadas por Irán carecen de medios suficientes para seguir avanzando sin refuerzos o apoyo aéreo de EE UU. No está claro si la ausencia de este es fruto del rechazo de Washington a cooperar en una acción en la que están implicados los iraníes o si es Bagdad quien evita pedirlo.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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