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El Gobierno tunecino destituye a seis mandos policiales

El Ejecutivo admite fallos en la seguridad del museo

ÓSCAR GUTIÉRREZ (ENVIADO ESPECIAL)
Familiares de una de las víctimas del atentado en Túnez portan su ataúd, el domingo.
Familiares de una de las víctimas del atentado en Túnez portan su ataúd, el domingo. EFE

Cinco días después del atentado terrorista en el museo del Bardo, que dejó 21 muertos, el Gobierno tunecino se ha cobrado las primeras cabezas al frente de las fuerzas de seguridad. Según ha informado este lunes el portavoz gubernamental Mofdi Mssedi, el Ejecutivo de Habib Essid ha destituido a seis mandos policiales por los fallos que permitieron que dos individuos pudieran abrir fuego de forma indiscriminada contra un grupo de turistas y acceder posteriormente al museo. Entre los cargos policiales destituidos está el máximo responsable de la seguridad del turismo, un jefe de inteligencia, el mando al frente del distrito centro, un cargo policial de tráfico, otro al mando del barrio del Bardo y, por último, un superior policial del distrito capitalino de Sidi Bachir.

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Según el relato reconstruido por los testigos y las autoridades tunecinas, los autores del atentado identificados por las cámaras de seguridad, Yassine Abidi y Hathem Jachnaoui —con la colaboración de un tercer terrorista, Maher Ben Mouldi Kaidi, de acuerdo a las últimas informaciones del Ministerio del Interior— llegaron armados con fusiles automáticos hasta la entrada del edificio del Parlamento, que colinda con el museo del Bardo. Tras ser detectados por los agentes presentes en la verja de la Cámara, los terroristas corrieron hacia el museo, abrieron fuego contra un grupo de turistas y se metieron en su interior.

Dos días después de los atentados, el vicepresidente del Parlamento, que en el momento del ataque debatía la reforma de la ley antiterrorista, admitió que se habían cometido muchos errores. Dos de los cuatro policías encargados de proteger el museo, dijo Abdelfatá Mourou, estaban tomando un café; otro hacía lo propio con un tentempié. El cuarto ni había aparecido.

El primer ministro Essid, que visitó ayer domingo el museo, ha admitido desde el principio que los errores afectan a toda la cadena de seguridad. La sensación entre los tunecinos, no obstante, es que, al menos a posteriori, la brigada antiterrorista actuó con celeridad para abatir a Abidi y Jachnaoui. El tercer joven vinculado al atentado y del que el Ministerio del Interior ha emitido una orden de busca y captura, en la que pide la colaboración ciudadana, no ha sido identificado en ninguna de las imágenes del asalto hasta ahora difundidas. Se desconoce por el momento qué papel desempeñó.

El atentado, cuya autoría ha reclamado el grupo yihadista sirio-iraquí Estado Islámico, acabó con la vida de 21 personas, 20 turistas, dos españoles entre ellos, y un policía tunecino. El museo reabrirá sus puertas mañana.

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Sobre la firma

ÓSCAR GUTIÉRREZ (ENVIADO ESPECIAL)
Periodista de la sección Internacional desde 2011. Está especializado en temas relacionados con terrorismo yihadista y conflicto. Coordina la información sobre el continente africano y tiene siempre un ojo en Oriente Próximo. Es licenciado en Periodismo y máster en Relaciones Internacionales

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