_
_
_
_
_

Cumbres de hasta 3.000 metros

La zona de los Alpes franceses donde estrelló el avión es salvaje, inhóspita y está alejada de las comunicaciones terrestres

Equipos de rescate en La Seyne, en los Alpes franceses.
Equipos de rescate en La Seyne, en los Alpes franceses.Claude Paris (AP)

El macizo de Trois-Evêchés se encuentra en el ramal suroeste del arco alpino, es decir, donde nace la cadena montañosa de los Alpes, que en esta zona se denomina Alpes Occidentales. El techo de los Alpes es el Mont Blanc (4.810 m) y la vasta cadena de montañas se extiende también a los Alpes centrales (donde destaca el Monte Rosa y la zona del Oberland) y a los Alpes Orientales, que contienen los Alpes Julianos y los Dolomitas. Por trazar un paralelismo con la cordillera del Pirineo, es como si el accidente sufrido por el avión de Germanwings hubiese acontecido en las inmediaciones del Valle de Hecho, no muy lejos de las estaciones de esquí que se hallan cerca de Jaca.

Más información
Accidente de avión en Francia, últimas noticias
Toda la información del accidente aéreo
Accidente en Los Alpes de un Airbus que volaba de Barcelona a Düsseldorf

El macizo de Trois-Evêchés carece de las moles montañosas que se encuentran al norte del país, es decir, de montañas de más de 4.000 metros como las que se elevan en los alrededores de Chamonix, pero no por ello deja de ser un área de alta montaña, con picos cercanos a los 3.000 metros (el techo del Pirineo) y como tal es un espacio salvaje, inhóspito y alejado de las comunicaciones terrestres. Según las últimas informaciones ofrecidas por el Gobierno francés, el avión siniestrado se halla en una zona que presenta nieve por encima de los 2.000 metros en su vertiente sur y a partir de los 1.700 metros en la vertiente norte del macizo montañoso donde se ha producido el accidente aéreo.

Así pues, resulta verosímil que los restos del aparato se encuentren en una zona limpia de nieve, pero no por ello difícilmente accesible. De acuerdo con las descripciones facilitadas por los observadores locales, los restos se hallarían dispersos en un lugar a siete kilómetros de la carretera más cercana y en una zona de barranco de muy fuerte pendiente.

Solo los tripulantes de los helicópteros que hayan podido sobrevolar la zona disponen de fotos. El Gobierno francés ha destinado nueve helicópteros a las labores de reconocimiento y rescate. No en vano el helicóptero es el mejor amigo de los alpinistas en apuros: cuando uno está aislado en una montaña y teme por su vida, solo la eficacia de los servicios profesionales de rescate permite imaginar un desenlace feliz. Para volar, estos aparatos necesitan visibilidad y tiempo estable. Sus pilotos conocen al dedillo no solo el área asignada de trabajo, sin incluso las vías de escalada más famosas para no perder tiempo cuando acuden a un rescate.

Su labor y pericia es sencillamente encomiable. Son capaces de aterrizar en espacios insospechados o de extraer mediante un cable a varios alpinistas aislados en una pared helado de 1.000 metros de desnivel. Todos los aparatos que el Gobierno francés destine para evacuar a las víctimas serán pocos con vistas a la tarea ingente que se presenta.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Óscar Gogorza es experto en alpinismo

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_