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“Se realiza la prueba de ADN hasta a la muestra más pequeña recogida”

Seis efectivos españoles colaborarán en las labores de reconocimiento de cadáveres

Foto: reuters_live | Vídeo: REUTERS LIVE
Patricia Ortega Dolz

La prioridad es “garantizar la plena identificación, para acabar con las dudas de los familiares, que deben saber que han rescatado a su ser querido para evitar la inquietud y la enorme desazón que genera la desaparición”. Este es el objetivo y la ardua labor que asumen ahora los agentes de la policía científica francesa y un equipo multidisciplinar de seis españoles —tres miembros del Cuerpo Nacional de Policía y otros tres de la Guardía Civil especializados en la toma de muestras biológicas— que se han desplazado al lugar en el que el pasado martes se estrelló el Airbus 320 de la compañía alemana Germanwings con 150 personas a bordo, 50 españolas. Dos de los efectivos españoles desplazados trabajarán codo a codo con los franceses en la morgue creada en la base de operaciones de Seyne-les-Alpes. Y los otros cuatro lo harán en la central de la Gendarmería en Rosny-sous-Bois, al este de París.

El protocolo de identificación de víctimas de Interpol

• El equipo de recogida y recopilación de pruebas. Se encarga de recuperar los cadáveres y de recopilar y conservar las pruebas y bienes materiales en el lugar de la catástrofe, así como los efectos personales de las víctimas descubiertos en sus proximidades.

• El equipo Ante Mortem (AM). Recopila los datos necesarios para la identificación de las víctimas, prepara los archivos sobre los desaparecidos y comunica a las autoridades pertinentes las identificaciones realizadas.

• El equipo Post Mortem (PM). Recopila todos los datos dentales, médicos y forenses obtenidos de los cuerpos de las víctimas, con miras a su identificación. Este equipo está integrado por expertos en análisis de huellas dactilares, patología forense, odontología forense y análisis de perfiles de ADN.

• El equipo de comparación de resultados. Se encarga de comparar los datos AM y PM, lo que, en última instancia, conduce a la identificación de las víctimas. En los casos en que establecen correspondencia entre dichos datos, el equipo de comparación presenta los documentos correspondientes a la conferencia de identificación para que los revise y adopte una decisión final.

• Comisión de Identificación. La Comisión de Identificación está compuesta por un grupo de expertos que se reúne periódicamente para debatir y verificar propuestas presentadas por los equipos de análisis y de comparación. La Comisión adopta decisiones finales acerca de la identificación de víctimas concretas y certifica estas decisiones.

Ningún experto es capaz de aventurar cuánto tiempo puede demorarse esta tarea de recuperación de restos que se realiza siguiendo protocolos internacionales establecidos por la Guía para la Identificación de Víctimas de Grandes Catástrofes de Interpol: “La experiencia ha demostrado que la cooperación con otros equipos es conveniente cuando se teme que la catástrofe haya producido víctimas de distintas nacionalidades”, dice el citado documento. “Trabajamos todos con la misma metodología”, asegura un responsable de la policía científica española. “Ya colaboramos con los franceses en el accidente aéreo de Malí del verano pasado”. Los agentes españoles especializados en la investigación científica están muy entrenados debido a su experiencia en atentados terroristas. “El método es el mismo”, aseguran.

En el caso del avión siniestrado en Los Alpes franceses, la cosa se complica por varias razones. Aparte de las dificultades de acceso a una zona alpina, los agentes deben recuperar todas las piezas de esa especie de rompecabezas de muerte esparcidas en dos kilómetros cuadrados.”Lo primero es no dejar nada en el escenario de los hechos, no puede quedar nada, la inspección ocular como la recogida de restos debe realizarse de manera escrupulosa”, explican. Para este fin, la guía de Interpol recomienda “cuadricular la zona” de manera que la batida del terreno sea exhaustiva. Después se analiza todo lo recuperado, hasta el más mínimo resto cadavérico encontrado: “Se realiza la prueba de ADN hasta a la muestra más pequeña que pueda recogerse”. Hay una variable en este complicado contexto que, en cambio, juega a su favor, que son las bajas temperaturas del lugar, que “evitan la degradación” y “garantizan una mejor conservación de los restos”.

Previamente, la policía española ha recogido muestras indubitadas de ADN de los familiares de las víctimas y han realizado lo que se conoce como el “protocolo ante mortem”, es decir, entrevistas con todos ellos para recoger datos de los fallecidos: “Características físicas, ropa que llevaban, fotografías”, todo aquello que pueda ayudar a su posterior identificación”.

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Los sistemas de identificación científica combinan tres tipos de análisis. Por un lado, la huella dactilar: “Esta es una ventaja muy grande a la hora de concretar la identidad de las víctimas españolas”, asegura el responsable de la policía científica. “La policía española es muy rápida en la identificación muchas veces por esta razón, tenemos la lista de las víctimas y se cotejan las huellas en caso de encontrarse restos que lo permitan”. En segundo lugar y simultáneamente se realizan dos tipos de pruebas forenses: las de ADN (“Que son definitivas”) y los odontogramas (radiografías de la boca). El objetivo final de estos procedimientos es lograr que aquellos restos que inicialmente llevan aparejado un número terminen teniendo un nombre, el propio.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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