_
_
_
_
_

Merkel defiende un levantamiento “conjunto” de las sanciones a Irán

Rusia había decidido el día anterior suministrar misiles antiaéreos a Teherán

La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro indio, Narendra Modi, en una rueda de prensa conjunta el 14 de abril en Berlín.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro indio, Narendra Modi, en una rueda de prensa conjunta el 14 de abril en Berlín.AXEL SCHMIDT (REUTERS)

Queda aún mucho por hacer, pero el panorama hacia un levantamiento de las sanciones a Irán se despeja poco a poco. Este martes ha sido la canciller alemana, Angela Merkel, la que ha dado un paso más al abogar por una decisión conjunta para aligerar los castigos económicos que pesan sobre el régimen de los ayatolás. “Pido a los implicados que levanten estas sanciones todos juntos, en la medida de lo posible”, aseguró la canciller tras recibir en Berlín al primer ministro indio, Narendra Modi.

El acuerdo provisional alcanzado en Lausana (Suiza) el pasado 2 de abril preveía el levantamiento de las sanciones internacionales a cambio de que Irán reduzca sus capacidades atómicas y daba de plazo hasta el 30 de junio para negociar el texto definitivo entre Irán y las cinco potencias que se sientan de forma permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU —Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China y Rusia— y Alemania.

Más información
Las claves de la negociación nuclear con Irán
El presidente que creyó en el diálogo
La Unión Europea aplaude con reservas el acuerdo nuclear con Irán
Irán propone un plan de cuatro puntos para pacificar Yemen
Ministro de Exteriores de Irán: “Tenemos influencia en el mundo árabe. Estamos listos para usarla”
Un comité del Senado avanza la ley para revisar el pacto con Irán

Las palabras de Merkel, pues, apuntan en la misma dirección que el acuerdo de Lausana, pero suponen el pronunciamiento más claro de la canciller sobre un futuro en el que Irán esté libre de sanciones. “Estamos ahora más cerca que nunca de un acuerdo que haga imposible que Irán tenga armas nucleares”, dijo Merkel el pasado 2 de abril, nada más conocerse el pacto alcanzado. Pese a todo, la canciller admitió que tanto Irán como las cinco potencias firmantes tienen aún mucho trabajo por delante.

Merkel respondió a las preguntas de los periodistas sobre el paso anunciado el día anterior por Rusia de suministrar equipos de misiles antiaéreos S-300 a Irán, una decisión que el Kremlin había congelado en 2010 por las presiones ejercidas por Estados Unidos e Israel. Sin mencionar en ningún momento a Rusia, la jefa de Gobierno alemán insistió en la necesidad de tomar las decisiones de forma conjunta.

Las sanciones de Occidente sobre Irán estrangulan al país, y por eso han sido el principal incentivo para arrancar un compromiso de Teherán en la negociación nuclear. Los seis países que han negociado el acuerdo accedieron a ir levantando las sanciones si el Gobierno de Rohaní muestra voluntad de cumplir lo pactado.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Ninguna de esas medidas de relajación se producirá antes de final de junio, la fecha límite para que Irán y las potencias firmantes del pacto desarrollen lo esbozado en Lausana. Pero, a la hora de levantar el castigo, aunque las decisiones vayan medianamente acompasadas, lo más probable es que la Unión Europea sea la primera en hacerlo, según fuentes comunitarias. Al igual que la alta representante para la Política Exterior Europea (antes Catherine Ashton y en la recta final del acuerdo, Federica Mogherini) adoptaron un papel de mediación importante en el diálogo, por despertar menos recelos en Teherán que Washington, es previsible que Europa y la ONU levanten primero su lista de sanciones para allanar el camino a Estados Unidos.

La Unión Europea aplica un restrictivo bloque de sanciones al régimen iraní desde 2007. El club comunitario tiene vetado el comercio de armas, de bienes, tecnología y cualquier tipo de material relacionado con el enriquecimiento de uranio y, más importante aún, prohíbe comprar o vender petróleo y gas de Irán. Tampoco puede haber inversiones europeas en la industria energética ni préstamos al Gobierno o filiales de bancos iraníes instaladas en Europa, entre otros castigos económicos.

En cifras concretas, la UE tiene prohibida la entrada a 103 personas sospechosas de prestar apoyo al programa de desarrollo nuclear de Irán. También se han congelado los activos de 482 entidades por el mismo motivo. Bruselas mantiene el veto a otras 87 personas y una entidad por violación de los derechos humanos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_