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Primera parada oficial de campaña de Hillary Clinton

La candidata a la nominación demócrata para 2016 toma café en un pueblo de Iowa antes de su primera reunión con educadores y estudiantes

Clinton, en su primer acto de campaña en Iowa.Foto: reuters_live | Vídeo: Reuters-LIVE!
Yolanda Monge

¿Se puede mantener una conversación sencilla, que te acerque al ciudadano estadounidense, cuando te sabes observada y grabada en vivo por las cámaras nacionales e internacionales en un diminuto pueblo de Iowa llamado Monticello? Eso es lo que ha pretendido este martes Hillary Clinton, aspirante a la candidatura demócrata para 2016 y que asegura que esta campaña no se trata de ella sino de América y sus gentes. La cobertura mediática sin duda la ha conseguido. Pero la conversación tuvo tintes de mitin medido con un minucioso guión, al menos por parte de la candidata.

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Hillary -nombre que ella misma ha elegido para su campaña en lugar de Clinton- ha declarado en su encuentro con estudiantes y profesores en el Centro Comunitario Kirkwood de Monticello que algo no funciona cuando "el alto directivo de una empresa gana 300 veces más que el trabajador medio". "Algo está mal cuando los estudiantes y sus familias tienen que endeudarse hasta las cejas" para completar una educación decente, ha dicho la política demócarata ante su pequeño público.

Clinton expuso entonces la lista de lo que no funciona en EE UU, después de que se presentaran ante ella cinco estudiantes y dos profesores de Kirkwood, algunos de los pupilos sonrojados hasta las orejas en el momento de hacerlo. La candidata recordó la razón por la que quiere ser presidenta, porque el país necesita "un defensor" y ella acepta el reto. Todos los estudiantes con lo que habló Clinton eran bebés en pañales cuando la ex primera dama ocupó la Casa Blanca en tiempos de su marido, Bill Clinton, no mencionado en ningún momento de la conversación.

En el fondo de la escena, una cuerda amarilla separaba las cámaras de televisión de los coches sobre los que hacen prácticas los estudiantes del Centro Comunitario Kirkwood. Parecía que se fuera a grabar una escena de una película de Hollywood en lugar de producirse una "conversación sencilla".

Clinton recordó que estaba en Iowa para iniciar "una conversación", aunque lo que declaró hasta el momento sonaba más a mitin disfrazado de charla. Antes de iniciarse "la conversación", que era demasiado forzada para definirse como tal, tan solo una estudiante, Bethany Moore, dijo no estar entregada del todo a la causa de Hillary 2016, sobre la que dijo mantener todavía “una mente abierta” y decidir cuando supiera qué iba hacer respecto a inmigración y, sobre todo, las matrículas universitarias.

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Pero la primera parada oficial de Hillary Clinton a bordo del vehículo que ella misma ha bautizado como Scooby –ya que le recuerda a la camioneta The Mistery Machine de la popular serie de dibujos de los setenta-, fue esta mañana cuando la ex secretaria de Estado tomaba café en un pequeño local de Le Claire.

“Hola a todos”, declaró la candidata al entrar en Java House, “gracias por recibirnos, estoy encantada”. Tras pedir un té, un café y un vaso de agua, ha conversado con un par de clientes para a continuación sentarse a desayunar –seguramente por segunda vez en el día- con otros tres. En las crónicas del pool que sigue a Clinton se hacía mención a la ropa que vestía la candidata, en esta ocasión una túnica de color verde esmeralda junto con uno de sus famosos trajes pantalón, de color negro.

Desde Le Claire, Clinton ha recorrido a bordo de Scooby durante algo menos de hora y media la distancia que había hasta Monticello, donde la candidata se reunía pasada la una de la tarde de Iowa con los estudiantes y educadores de Kirkwood. Mañana miércoles será el turno de los pequeños empresarios, con los que se verá en Norwalk.

Una foto tomada de grabaciones de las cámaras de vigilancia y proporcionada por un empleado al diario 'New York Times' muestra Hillary Clinton en un restaurante de comida tex-mex en Ohio. Ni el personal ni los clientes la reconocieron.
Una foto tomada de grabaciones de las cámaras de vigilancia y proporcionada por un empleado al diario 'New York Times' muestra Hillary Clinton en un restaurante de comida tex-mex en Ohio. Ni el personal ni los clientes la reconocieron.

La exsenadora de Nueva York se ha embarcado en una campaña poco ortodoxa después de que el pasado domingo anunciara su candidatura a través de un vídeo en su página web. Desde entonces, y según Google Maps, Clinton ha recorrido más de 1.600 kilómetros a través de seis Estados (Nueva York; Pensilvania; Ohio; Indiana; Illinois; y Iowa). El convoy de la que podría convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos es discreto, se compone de tres vehículos, incluido el del Servicio Secreto que la ex primera dama lleva allá donde vaya desde hace años.

“Cuando Hillary nos dijo que estaba preparada para lanzarse a la carretera hacia Iowa, la miramos y le dijimos: ¿En serio?, y ella respondió: En serio”, explicó Huma Abedin, mano derecha de la candidata en una conferencia telefónica con periodistas el domingo por la noche. “Es todo idea suya y está muy emocionada desde que se le ocurrió”.

Desde que Clinton abandonó su cómodo hogar en Chappaqua (Nueva York) el pasado domingo hasta este martes, la prensa inició una loca búsqueda equivalente a ¿dónde está Hillary?. La primera fotografía no oficial la proporcionó una parada en una estación de servicio de Pensilvania para que Scooby y el resto del convoy pudiera repostar. Ahí la candidata se fotografió con una familia.

El viaje hacia Iowa de Clinton daba otro titular el lunes cuando Hillary paró en una popular cadena de comida rápida mexicana en Ohio. Ninguno de los trabajadores en el local se percató de la presencia de la ex senadora hasta que fueron alertados por una llamada del diario The New York Times. Al visionar la cinta grabada por la cámara de seguridad, como si de una imagen en una investigación criminal se tratase, allí estaba, junto a Ubedin, la política demócrata, rostro cubierto con gafas de sol en el interior del establecimiento. Se sabe que Clinton comió un burrito con guacamole.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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