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Argentina se prepara para un giro en política exterior

La presidenta viaja a Rusia mientras los candidatos a sucederla apuntan hacia un acercamiento a EE UU y la UE

Carlos E. Cué
Putin y Fernández, en Buenos Aires.
Putin y Fernández, en Buenos Aires.M. Failla (AFP)

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, consolida su línea estratégica en política exterior con un viaje la semana que viene a Rusia. En febrero ya fue a China, y mantiene su apoyo a Venezuela o sus vínculos con Irán. Pero Argentina se prepara para un cambio. Los asesores de Mauricio Macri y Sergio Massa, los dos candidatos fuertes de la oposición, han firmado un documento conjunto en el que prometen un giro radical para acercarse más a EE UU y la UE, y el entorno del oficialista Daniel Scioli también apunta en privado hacia a un giro.

Fernández de Kirchner trabaja cada día para evitar la imagen del pato cojo, el término usado en EE UU para los presidentes a final de mandato ya casi sin poder. De hecho, ella no lo es. Domina la escena absolutamente. Pero el consenso generalizado en la política argentina apunta que muchas cosas van a cambiar cuando ella deje la Casa Rosada en diciembre.

Frases de Fernández

  • Sobre EE UU: "Se firma un decreto que declara a Venezuela como amenaza para la seguridad de los Estados Unidos. Perón decía que se vuelve de cualquier lugar, menos del ridículo. Y es ridículo considerar una amenaza para la mayor potencia del mundo cualquier país de nuestro continente".
  • Sobre China y Rusia: "La aparición de nuevos actores va a permitir a nuestros países mejores oportunidades, ya no va a ser posible un mundo donde unos dominen a otros, vuelve a ser multipolar".

El candidato oficialista, Daniel Scioli, evita cualquier enfrentamiento público con la presidenta porque necesita sus votos para ganar las primarias de agosto. Pero si llega al poder, admiten en su entorno, él hará valer las buenas relaciones que ha mantenido con EE UU desde su puesto de vicepresidente y ahora gobernador de Buenos Aires.

Si gana él, el giro será más lento y habrá que ver hasta qué punto se deja dominar por Fernández, admiten todas las fuentes consultadas, pero su política exterior será diferente.

Kirchner viaja a Rusia el 22 para reunirse con Vladímir Putin y allí buscará inversiones de Gazprom para explotar Vaca Muerta, el enorme yacimiento de petróleo y gas de esquisto en el sur del país, y también que la rusa Rusatom construya una central nuclear en Argentina. Vaca Muerta es la gran joya de la corona argentina después de la nacionalización de YPF, hasta 2012 propiedad de la española Repsol, pero necesita grandes inversiones para explotarlo.

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Es algo parecido a lo que ya hizo Kirchner en China. Estos pactos ayudan a la economía argentina pero implican compromisos para muchos años y reciben fuertes críticas en Argentina. China es un socio comercial básico para Argentina, que le vende buena parte de su producción de soja, pero Fernández ha dado un salto y ha reforzado el acuerdo político.

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“El viaje a Rusia es un nuevo elemento provocador de la presidenta”, señala Roberto García Moritán, asesor de Sergio Massa y uno de los firmantes del acuerdo para dar un giro a la política exterior al que se ha sumado también el principal asesor en estos asuntos de Macri, Diego Guelar. García Moritán fue vicecanciller con Néstor Kirchner y durante seis meses con Fernández, hasta que en 2008 salió del Gobierno precisamente por el giro a favor de Venezuela y el eje bolivariano. “Gane quien gane las elecciones va a haber un giro, vamos hacia un reequilibrio y una mejor relación con EE UU y Europa”, asegura.

Scioli no se suma pero otros políticos consultados, también del oficialismo, admiten que es impensable que él protagonice escenas como la de la última Cumbre de las Américas en Panamá, en la que Fernández lanzó un discurso muy duro contra EE UU y a favor del chavismo y la revolución cubana que entusiasma a sus seguidores e indigna a la oposición.

Uno de los elementos centrales de la política argentina en este momento es la capacidad de Scioli de resistir sin contestar todos los ataques que recibe del entorno de la presidenta. El lema es claro y es una consigna en todo el peronismo: primero ganar y después decidir. También Néstor Kirchner llegó al poder en 2003 aupado por Eduardo Duhalde y luego acabó políticamente con él. Aunque algunos dudan de que Scioli, un millonario y famoso deportista que llegó a la política de la mano de Carlos Menem, tenga la fuerza política para distanciarse de Fernández de Kirchner.

Durante un tiempo, sobre todo con el caso Nisman, parecía que Scioli necesitaría alejarse de Kirchner para ganar las elecciones. Ahora las tornas se han girado, ella mantiene su buena imagen en amplias capas de la sociedad, en especial las más populares, y tiene un gran control de todos los resortes políticos. Por eso los estrategas sciolistas han decidido que no es momento de enfrentarse. Primero tienen que llegar a la Casa Rosada.

Rusia, un socio energético y un cliente agrícola y ganadero

ALEJANDRO REBOSSIO

Distanciados por diversos motivos de EE UU y la Unión Europea, Rusia y Argentina han estrechado sus relaciones, sobre todo a partir del año pasado. En julio de 2014, un mes después de que la justicia de EE UU fallara contra Argentina en el juicio de los fondos buitre, el presidente ruso, Vladímir Putin, visitó Cuba, Nicaragua, Brasil y Argentina, cuatro de sus socios clave en la región, además de Venezuela y Ecuador. También en aquel julio el líder chino, Xi Jinping, recorrió tierras brasileñas, argentinas, venezolanas y cubanas. Y los próximos días 22 y 23 la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, retribuirá la visita a Putin e irá a Moscú a profundizar los acuerdos económicos que firmó en Buenos Aires.

En tiempos en que Argentina sufre la escasez de divisas y en que el rublo ruso se recupera de la caída de 2014, Kirchner busca concretar un pacto para que la empresa de energía nuclear Rusatom construya una central en su país o que la petrolera estatal argentina YPF firme un memorándum de entendimiento con su par rusa Gazprom para explotar juntas la formación de petróleo y gas de esquisto de Vaca Muerta. Claro que ese memoradum será solo el primer paso para que comience la negociación de un convenio definitivo. Rusia además busca elevar las importaciones de alimentos de Argentina, tras las sanciones recíprocas con la UE que desactivaron las compras de productos europeos. En 2014, Argentina aumentó sus exportaciones de leche a Rusia en un 135%, las de carne vacuna en un 240% y las de cereales en un 114%. Kirchner además espera que comience la obra de una presa en la provincia patagónica de Neuquén que construirá un consorcio integrado por la rusa Inter Rao y la española Isolux y que financiará un banco estatal ruso. Precisamente, Rusia y China se distinguen en sus relaciones con Argentina y otros países latinoamericanos respecto de EE UU y la UE en el aspecto de que ofrecen créditos y no solo comercio e inversiones.

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