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Clinton recauda tres millones para su campaña en un solo día en Hollywood

Los millonarios de izquierdas de Los Ángeles, divididos en 2008 entre ella y Obama, se unen en torno a la candidata

Pablo Ximénez de Sandoval
Hillary Clinton con el alcalde de San Francisco, Ed Lee, el miércoles.
Hillary Clinton con el alcalde de San Francisco, Ed Lee, el miércoles.AP

La primera visita de Hillary Clinton a California como candidata formal a la presidencia de EE UU en 2016 le ha servido esta semana para comprobar la fortaleza de sus apoyos entre la comunidad de millonarios que hace siete años se dividió entre ella y Barack Obama. En tres días en el estado, Clinton visitó San Francisco el miércoles, acudió el jueves a tres eventos de recaudación de fondos para su campaña en Los Ángeles y el viernes tenía previsto participar en más eventos de este tipo en Silicon Valley. Las citas de Los Ángeles, donde se reencontró con la élite demócrata de Hollywood, le reportaron tres millones de dólares a su campaña en una sola jornada.

La jornada de Clinton en Los Ángeles comenzó en la residencia de la activista por la presencia de mujeres en política Catherine Unger, en Westwood. La convocatoria era un desayuno de mujeres. Según cifras de la revista especializada The Hollywood Reporter, el desayuno dejó 270.000 dólares para la campaña. Después, Clinton acudió a un almuerzo en la casa del productor Steven Bochco y su esposa Dayna en el barrio de Pacific Palisades, en las montañas de Santa Mónica, donde consiguió 810.000 dólares. Finalmente, el evento estrella de la jornada era una cena en Beverly Hills en casa de Haim y Cheryl Saban, en el que la candidata recaudó 1,9 millones de dólares.

Las entradas para todos estos eventos costaban 2.700 dólares por persona, el máximo permitido para una donación particular a la campaña de Clinton. Se trata de reuniones privadas a los que no tiene acceso el público ni la prensa y donde el candidato habla en confianza con sus seguidores. Clinton habló de la desigualdad, de la necesidad de mejorar la salud mental y la sobrepoblación de las cárceles de EE UU.

El almuerzo en casa del productor Steven Bochco (La ley de Los Ángeles y Canción triste de Hill Street) contó con la presencia de los también productores Chuck Lorre (Big Bang Theory y Dos hombres y medio) y Howard Gordon (Homeland), además de Sim Farar, un financiero de Los Ángeles cuya relación de donante con los Clinton se remonta a la presidencia del marido de la candidata, Bill Clinton. Farar apostó por Hillary en su lucha contra Barack Obama por la nominación demócrata en 2008.

La cena en casa de Haim Saban, productor, magnate de los medios y uno de los hombres más ricos de EE UU, contó con 700 invitados. Los Saban aparecen citados como contribuyentes de la página web de la Clinton Foundation en la horquilla de los 10 a los 25 millones de dólares. En la organización del evento participaba el millonario Casey Wasserman y el productor Jeffrey Katzenberg. Distintos medios de Los Ángeles, citando fuentes presentes en la cena, nombraron entre los invitados a Rob Friedman (jefe del estudio Lionsgate), el cantante Stevie Wonder, el ex alcalde de la ciudad Antonio Villaraigosa, el presentador Larry King, el magnate de la producción Mike Medavoy o el ex gobernador de California Gray Davis.

La ocasión también sirvió para el debut en esta campaña de Katzenberg, jefe de los estudios Dreamworks y verdadero factótum de los candidatos demócratas a la hora de movilizar a Hollywood. Fue uno de los principales financiadores de la campaña de Barack Obama. El año pasado organizó un acto con Hillary Clinton que recaudó 2,1 millones de una sola vez para los demócratas. En 2012, recaudó 15 millones de dólares en un solo acto con Obama. La decisión de Katzenberg y otro magnate, su exsocio David Geffen, de apoyar a Obama en 2008 dividió a Hollywood como a las bases demócratas en las apasionantes primarias que perdió Clinton. En esta ocasión, el apoyo a la candidata es total.

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California es un estado monocolor en política. El Partido Demócrata tiene la gobernatura, mayoría absoluta en las dos Cámaras, todos los puestos constitucionales del Estado, las alcaldías de Los Ángeles y San Francisco y los dos senadores de Washington. El dominio demócrata es tan indiscutido que la campaña presidencial apenas se detiene en California: a ninguno de los dos partidos le merece la pena gastar un dólar en ir a pedir el voto a una plaza decidida. Pero el estado más rico y poblado de EE UU es el lugar donde hay que ir a pedir dinero, especialmente para el lado demócrata.

Clinton estuvo el miércoles en San Francisco para otro evento de recaudación de fondos en casa del millonario filántropo Tom Steyer, uno de los principales financiadores de las campañas demócratas en California y que durante unos meses amagó con presentarse a senador. Clinton también se reunión con el presidente del Senado de Californa, Kevin de Leon, y aprovechó la visita a la ciudad para dar una vuelta por Chinatown con el alcalde, Ed Lee.

Este viernes, Clinton vuelve a la bahía de San Francisco para pedir dinero en Silicon Valley. Su campaña ha organizado un evento en casa de John Donahoe, primer ejecutivo de eBay, y ,su esposa Eileen, ex embajadora de EE UU en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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