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‘Charlie Hebdo’ entra en crisis cuatro meses después de la matanza

La recaudación récord de 30 millones de euros, en el origen de las tensiones internas

Gabriela Cañas
Cartel de apoyo a la revista 'Charlie Hebdo' rodeado de asistentes a una manifestación tras los atentados.
Cartel de apoyo a la revista 'Charlie Hebdo' rodeado de asistentes a una manifestación tras los atentados.Laurent Cipriani (AP)

La revista satírica Charlie Hebdo se enreda en una grave crisis interna con los 30 millones de euros recaudados tras el atentado como telón de fondo. Cuatro meses después de la matanza yihadista que dejó diezmada su redacción, las tensiones internas salen a la palestra. Luz, el dibujante que caricaturizó a Mahoma en su número histórico del 14 de enero, amenaza con dejar la publicación. Un grupo de redactores pide una gestión más colectiva y transparente. La suspensión de empleo de una de sus periodistas mediante un escrito propio de una multinacional es el último eslabón, uno más de la difícil situación de la publicación.

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Zineb El Rhazoui, periodista marroquí de Charlie Hebdo que vive amenazada por los islamistas radicales, recibió el miércoles pasado una carta de la jefa de personal de la revista. En ella se la convocaba a una entrevista previa a su despido por falta grave, por lo que está de hecho suspendida de empleo. El Rhazoui ha aireado la misiva y ha declarado a la prensa estar escandalizada por el modo de proceder de una revista que se ha convertido en el icono de la libertad de expresión y los valores de la República Francesa.

“Mi marido ha perdido su empleo porque los yihadistas han desvelado su lugar de trabajo y yo estoy amenazada”, ha explicado El Rhazoui. ”Ahora la revista me despide… Bravo Charlie”. Según Mediapart, las ausencias de la periodista, que, en efecto, admite estar incapacitada para trabajar desde la tragedia, son la causa de la suspensión.

La periodista suspendida de empleo está amenazada por presuntos yihadistas

También esta semana Jeannette Bougrab, exsecretaria de Estado de Sarkozy y compañera de Stéphane Charbonnier, Charb, ha saldado cuentas con la revista en su libro Maudites (Malditos) y en varias entrevistas. Ahora asesora de Cultura en la embajada de Francia en Helsinki, Bougrab califica en Valeurs Actuelles de “mediocre” y “usurpador” a Luz. Le reprocha que haya decidido dejar de caricaturizar a Mahoma. Con ese gesto, dice, Luz “ha acabado el trabajo” de los yihadistas asesinos.

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Bougrab ha aprovechado la ocasión para mostrar en Paris Match fotos que demuestran que convivía con Charb. Es el modo de responder a la humillación a la que le sometió la familia del dibujante asesinado. Sus padres y hermanos criticaron a Bougrab cuando contó entre sollozos que era la pareja del director desaparecido. La familia negó tal relación e incluso impidió que la mujer asistiera al funeral.

Tras la matanza del 7 de enero, en la que perdieron la vida nueve miembros de la redacción, el dinero ha cambiado por completo la situación de la revista. De ser una publicación minoritaria con graves problemas financieros, además de convertirse en un icono republicano, dispone ahora de más dinero que nunca: 30 millones de euros en total sumando donaciones, ventas y nuevas suscripciones.

Una parte del dinero, se dijo en enero, sería para los familiares de las víctimas. Pero nada ha trascendido hasta ahora. Desde la publicación satírica no ha habido aclaraciones. La opacidad con el resto de la prensa es habitual desde la matanza. “Las donaciones irán a las víctimas”, dijo Luz hace un par de semanas, “pero la estructura que debe ocuparse de ello es endeble. ¿Cómo se va a gestionar?”. La propiedad del semanario satírico está concentrada en tres partes: el 40 % corresponde a los padres del fallecido director, Charb; otro 40 % es de Riss, su responsable actual; y el 20 % restante está en manos del director financiero Eric Portheault.

El dibujante Luz dice que la estructura de la revista para adjudicar fondos a las víctimas es endeble

Tras las primeras tensiones con Jeannette Bougrab, quince miembros de la redacción, entre los que estaban Zineb El-Rhazoui y Luz, publicaron en marzo un manifiesto en Le Monde pidiendo la refundación de Charlie Hebdo. Reclamaban una reorganización de la revista y una mayor transparencia en la gestión.

A finales de abril, Luz contaba a la revista Les Inrockuptibles que no volvería a caricaturizar a Mahoma, pero a lo largo de la entrevista expresaba su malestar con el nuevo Charlie. “Tras los atentados”, decía, “la estructura de la revista ha estallado”. Se preguntaba también el dibujante qué necesidad tenía el semanario de mantener una portavoz como Anne Hommel, amiga del exdirector del FMI Dominique Strauss-Kahn y portavoz también de este.

Mediapart aventura ahora que Luz podría abandonar la revista. Este, según ha contado él mismo, nunca ha sido invitado a participar en el capital de la empresa, si bien asegura que no tiene ningún interés en formar parte de la dirección.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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