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El satélite mexicano Centenario estalla tras su despegue

El estallido supone una pérdida de 390 millones de dólares aunque el Gobierno asegura que los gastos los cubrirá un seguro

Jan Martínez Ahrens
El satélite de comunicaciones mexicano Centenario durante su ensamblaje
El satélite de comunicaciones mexicano Centenario durante su ensamblajeEFE

El orgullo tecnológico de México tardó 490 segundos en desintegrarse. 390 millones de dólares se volatilizaron esta madrugada al incendiarse el cohete Protón-M que debía situar en órbita al satélite de telecomunicaciones mexicano Centenario. El accidente, cuyas causas de desconocen, se suma a un largo historial de fracasos de este programa espacial ruso.

El Gobierno mexicano se apresuró a señalar que el satélite estaba asegurado al 100%, con lo que no habrá quebranto al erario. “No habrá un peso de pérdida”, afirmó el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, quien siguió el lanzamiento desde en Centro Satelital de Hermosillo e incluso brindó con champagne el despegue. El fabricante, Boeing, indicó que tardará entre 36 y 38 meses en reponer el ingenio (unos 300 millones de dólares).

La operación de puesta en órbita, contratada desde 2012 y con un coste de 90 millones de dólares, arrancó a las 00.49 del domingo desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. Las dos primeras etapas discurrieron sin problemas. Al iniciarse la tercera, la que debía llevar al Centenario a su órbita, el cohete Protón sufrió un fallo en cadena y se precipitó a tierra. Había pasado ocho minutos desde la salida. Los restos quedaron pulverizados sobre el extremo oriental de Siberia. Todos los lanzamientos han quedado suspendidos en Baikonur.

El satélite, con una vida útil estimada de 15 años, tenía como finalidad mejorar las telecomunicaciones en México facilitando los servicios móviles de voz, datos y vídeo. Para octubre está previsto el lanzamiento del Morelos III con idénticas funciones. La operación se desarrollará desde Cabo Cañaveral (Florida) y estará a cargo de Lockheed Martin.

Tras el fracaso, el secretario de Transportes se escudó en el riesgo que entraña cualquier vuelo espacial. “Si queremos tener tecnología de comunicaciones hay que afrontar este tipo de situaciones. Siempre hay un peligro”, dijo. Algunos especialistas han pedido que se hagan públicos los contratos relacionados con el satélite para conocer las cláusulas y verificar que no hay quebranto para las arcas públicas. Otros, como Fernando de la Peña, presidente de la Agencia Espacial Mexicana, señaló en una entrevista radiofónica que fue un error contratar con una empresa rusa marcada por un “historial de fracasos impresionante”.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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