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Pekín potencia su Marina entre tensiones en el mar del Sur de China

La nueva estrategia militar incluye como prioridad la defensa de las "aguas abiertas"

Macarena Vidal Liy
Los islotes artificiales Spratly.
Los islotes artificiales Spratly.REUTERS

En medio de una creciente tensión en el mar del Sur de China, el Gobierno de Pekín ha anunciado un giro en su estrategia militar, que pondrá mucho más énfasis en la Marina. Si hasta ahora la prioridad oficial era la protección de las aguas costeras, los buques de guerra chinos ahora también tendrán como misión la defensa de “las aguas abiertas”.

El Ejército Popular de Liberación (EPL) presentó hoy su primer libro blanco sobre estrategia militar. El documento cita cuatro áreas de interés principal: el océano, el espacio exterior, el ciberespacio y el armamento nuclear y promete adoptar una actitud de “defensa activa”. “Nosotros no atacaremos a menos que seamos atacados, pero desde luego que contestaremos si somos agredidos”, subraya el libro, según la agencia oficial Xinhua.

El documento se da a conocer en momentos en los que Washington y Pekín endurecen su retórica en torno a las reclamaciones territoriales de China en su mar del sur. Mientras China acelera la construcción de islotes artificiales en las Spratly —un archipiélago que se disputa con Filipinas y Vietnam—, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, ha advertido que ese tipo de actividades aumentan el riesgo de conflicto en la zona.

Pekín, por su parte, ha presentado una protesta formal contra el sobrevuelo de un avión militar estadounidense la semana pasada sobre esas islas. Y uno de sus diarios oficiales más nacionalistas, el Global Times, ha motivado esta semana más de un gesto de incredulidad al publicar que, a menos que Washington desista de exigir el fin de la construcción china de islotes en esas aguas, “la guerra es inevitable”.

El libro blanco hace mención específica a las disputas territoriales, que incluyen también un contencioso con Japón por la soberanía de las islas conocidas como Diaoyu en mandarín y Senkaku en japonés, en el mar del Este de China.

“Algunos vecinos adoptan acciones provocativas y refuerzan su presencia militar en arrecifes e islas de China que han ocupado ilegalmente”, sostiene. “Por ello, es una misión duradera para China el proteger sus derechos e intereses marítimos”. Vietnam y Filipinas también han llevado a cabo proyectos de construcción, aunque a mucha menor escala, en las islas en disputa bajo su control.

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En una rueda de prensa en Pekín para presentar el documento, el coronel del EPL Wang Jin declaró que el giro en la estrategia se produce para adecuarse a los tiempos actuales. “China encara amenazas y desafíos complejos en los océanos y necesita una Marina que pueda defender su soberanía y cumplir misiones de ámbito muy variado”.

Pekín, que durante la época maoísta no mostró un interés especial por las islas que ahora disputa, reclama cada vez con más fuerza la soberanía de las Spratly, Paracel y los bancos de Scarborough, a distancias de hasta 1.300 kilómetros de la costa continental. Media docena de países mantiene también reclamaciones sobre alguna de esas áreas. Las reclamaciones de China se han intensificado desde 2012, cuando incluyó esos territorios en sus “intereses nacionales básicos”, al nivel de Tíbet o Taiwán.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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