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China busca contra reloj a los pasajeros del crucero que naufragó

Más de 400 personas, desaparecidas en el río Yangtsé un día después del hundimiento

Miembros del equipo de rescate, sobre el barco hundido en el río Yangtsé.
Miembros del equipo de rescate, sobre el barco hundido en el río Yangtsé.ALY SONG (REUTERS)

La búsqueda de más de 400 desaparecidos, en medio de una intensa lluvia, se hace más desesperada a medida que avanza el tiempo tras el hundimiento del transbordador Estrella de Oriente en aguas del río Yangtsé, el más largo de China. Más de 24 horas después del accidente, los equipos de salvamento han podido extraer del interior de la embarcación a dos personas, una mujer de 65 años y uno de los miembros de la tripulación, un joven de 21. La quilla del barco, en el que viajaban turistas jubilados, emerge parcialmente de las aguas.

Otras doce personas lograron ponerse a salvo en las primeras horas. Hasta el momento se han localizado siete cuerpos en lo que, si se cumplen los peores pronósticos, podría convertirse en una de las peores tragedias de transporte en China en décadas.

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“Me dije a mí mismo que tenía que aguantar”, afirmó uno de estos supervivientes, el guía turístico Zhang Hui, que pese a no saber nadar sobrevivió agarrado durante diez horas a unas maderas que flotaban sobre el río. Según su relato, reproducido por la agencia Xinhua, poco después de las nueve de la noche comenzó una fuerte tormenta. “El agua empezó a entrar en muchos camarotes, y eso a pesar de que las escotillas estaban cerradas”, explicó. Muchos de los pasajeros más mayores, empapados, se refugiaron en uno de los salones. Algunos minutos más tarde, el barco “se inclinó bruscamente, más de 45 grados”. Inmediatamente se hundió. “Fue todo muy rápido”. Si no hubiera sido así, mucha más gente habría podido salvarse, opinó.

La mayoría de las 458 personas que viajaban en el Estrella de Oriente son turistas jubilados entre los 50 y los 80 años que participaban en una excursión turística contratada a través de una agencia en Shanghái. El pasajero más joven es un menor de solo tres años, según una lista de los pasajeros citada por varios medios chinos. Todos son de nacionalidad china. En total viajaban 405 turistas, 47 miembros de la tripulación y cinco trabajadores de una agencia de viajes.

Entre los supervivientes figuran el piloto y el capitán del transbordador, que se encuentran bajo custodia policial para ser interrogados. El accidente se produjo a las 21.28 horas (13.28 GMT) en el tramo del río que atraviesa el condado de Jianli, en la provincia central de Hubei, cuando el buque zozobró en apenas un par de minutos sin emitir ninguna señal de socorro debido a lo que el capitán ha descrito como “un tornado”.

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Pese a que el Servicio Meteorológico ha confirmado la presencia de un ciclón en la zona en esos momentos, Zhang Qin, gerente de tres hoteles de la ciudad, asegura que no notó nada "fuera de lo normal". Entre la presencia de los militares, la delegación procedente de Pekín —encabezada por el primer ministro Li Keqiang— y la prensa, Zhang Qin ha colgado el cartel de completo en todos sus establecimientos. "Es una desgracia. Esperemos que mucha de la gente que sigue atrapada esté viva y pueda ser rescatada pronto".

De manera similar se expresa la familia Chen, que pasada la medianoche sigue enganchada al televisor para ver las últimas noticias sobre las tareas de rescate, que se desarrollan a apenas tres kilómetros de su casa. "El lunes por la noche llovió mucho, pero nada fuera de lo habitual, en otras ocasiones el temporal ha sido mucho más fuerte. Me cuesta creer que la tormenta provocara que un barco de estas dimensiones haya quedado así", explica Chen Guoming, el padre de la familia, mientras observa como los equipos de rescate rodean la quilla de la nave hundida.

Cerca de 2.100 militares y policías, así como un millar de civiles, se han desplazado a la zona para tratar de rescatar a los pasajeros. Las tareas continúan durante la noche, iluminadas por potentes focos. Se espera que para este miércoles operen 183 submarinistas. Aunque el acceso de la prensa a la zona de operaciones es muy limitado: los periodistas locales han recibido instrucciones de no acercarse y cubrir la noticia a través de lo que divulguen los medios oficiales, una práctica habitual del Gobierno chino, temeroso de posibles disturbios.

El barco hundido cubría la ruta de Nanjing, capital de la provincia oriental de Jiangsu, hasta Chongqing, una de las mayores ciudades de China, en el suroeste del país. El presidente chino, Xi Jinping, ha ordenado dedicar todos los recursos necesarios para rescatar a los pasajeros. El primer ministro, Li Keqiang, que se encuentra en la zona para coordinar los esfuerzos, ha visitado a Zhu Hongmei, la superviviente rescatada del pecio, y ha pedido que se dediquen "todos los esfuerzos" a las tareas de rescate de los pasajeros, ha informado Xinhua.

Según la agencia oficial Xinhua, que cita al Ministerio de Transporte, el barco no estaba sobrecargado y contaba con los suficientes chalecos salvavidas. Todos aquellos que han podido ser rescatados vestían uno.

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