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La inestabilidad amenaza a Turquía tras el declive del partido de Erdogan

La Bolsa de Estambul y la lira turca se desploman después de las elecciones legislativas

Juan Carlos Sanz
Corredores de bolsa prestan atención a la información bursátil de sus ordenadores en la Bolsa de Estambul, en una imagen de archivo.
Corredores de bolsa prestan atención a la información bursátil de sus ordenadores en la Bolsa de Estambul, en una imagen de archivo.EFE

Recep Tayyip Erdogan permaneció este lunes por primera vez en mucho tiempo más de 24 horas sin aparecer en televisión. La última vez que fue visto, el presidente turco depositaba su voto en las legislativas del domingo, en las que su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP)  perdía por primera vez la mayoría absoluta. Con el declive del islamismo político, Turquía parece haber entrado en una etapa de incertidumbre que se ha plasmado ya en la desestabilización de los mercados financieros.

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El Banco Central de Turquía tuvo que intervenir en defensa de la lira, en caída libre ante el euro y el dólar, y tras el desplome de la Bolsa de Estambul, que había arrancado la sesión con un recorte del 8% de su valor. Erdogan rompió entonces su silencio, pero no convocó como de costumbre a las cámaras de televisión. En un comunicado escrito, reconocía que “ningún partido político ha obtenido el mandato para gobernar en solitario” tras las elecciones. El presidente apeló a la “responsabilidad” de todos los partidos para preservar la “estabilidad" del país.

Después de casi 13 años de gobiernos con mayorías absolutas, el AKP ganó los comicios el domingo, pero con menos escaños de los necesarios para poder formar un Gobierno en solitario. Erdogan sufrió además un serio revés al no haber conseguido que su partido controlara las tres quintas partes de la Cámara. Esta mayoría cualificada le hubiese permitido reformar la Constitución para sustituir el actual sistema parlamentario por un régimen presidencialista con plenos poderes ejecutivos.

Europa critica el papel del líder en la campaña

Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Consejo de Europa han criticado el papel del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en las elecciones. "No ha respetado las reglas. Ha jugado un papel que no le corresponde según la Constitución", afirma el jefe de la misión de enviados de la OSCE, el diputado socialista español José Ignacio Sánchez Amor

El viceprimer ministro del partido islamista Numan Kurtulmu reconocía poco antes de una reunión extraordinaria del AKP que habrá grandes dificultades para pactar una coalición. Si el AKP no logra formar un Gobierno en minoría (suma 258 de los 550 escaños) con apoyos externos en los próximos 45 días, Turquía estaría abocada a la celebración de elecciones anticipadas tres meses después.

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Este escenario de incertidumbre política contribuyó a disparar la inestabilidad económica. Los mercados temen ante todo un regreso al escenario de Ejecutivos débiles y breves de los años ochenta y noventa, que acabó de desencadenando la grave crisis económica de 2001 que allanó el camino para el triunfo electoral de los islamistas.

La oposición laica y socialdemócrata del Partido Republicano del Pueblo (132 diputados) ha rechazado de plano cualquier tipo de pacto con los islamistas. Lo mismo ocurre con el Partido Democrático de los Pueblos (nacionalista kurdo), cuyo líder, Selahattin Demirtas, descartó la misma noche del domingo un acuerdo político con el AKP. “Se ha acabado el proyecto presidencialista”, advirtió Demirtas, que gracias al apoyo de votantes de la izquierda turca ha logrado 80 escaños para su partido, el triple de los que contaba en la anterior Cámara.

“Se ha acabado el proyecto presidencialista”, advierte Demirtas

El Partido del Movimiento Nacionalista (ultraderecha, 80 escaños), que recibe el apoyo de muchos votantes religiosos, era visto como el principal aspirante a integrarse en una coalición de Gobierno, pero su líder, Devlet Bahçeli, aseguraba en la madrugada del lunes que los resultados electorales han representado “el principio del fin del AKP”. Bahçeli exigirá además que Erdogan renuncie a la ambición de un régimen presidencialista y se limite a sus funciones constitucionales de representación y moderación política.

Erdogan participó activamente en la campaña de las legislativas en favor del AKP, a pesar de que la Constitución vigente le asigna un papel neutral sobre los partidos. “Turquía ha entrado en una nueva era”, aseguraba en su edición del lunes el diario de gran circulación Milliyet. En su página web, mientras tanto, el periódico Turkish Daily News, había instalado un contador para registrar el tiempo que el mediático Erdogan llevaba fuera de antena.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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