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Trump mantiene la posibilidad de una candidatura independiente

El Partido Republicano teme que un Trump independiente le reste votos

Silvia Ayuso
El magnate estadounidense.
El magnate estadounidense.MANDEL NGAN (AFP)

“No tengo tiempo para la corrección política”. Donald Trump dejó claro desde el primer minuto del primer debate entre los aspirantes republicanos a la presidencia de Estados Unidos en 2016 que no está dispuesto a jugar bajo las reglas establecidas. Ni siquiera las del partido por el que quiere llegar hasta la Casa Blanca. Le cueste a quien le cueste.

La primera pregunta de la noche del jueves lanzada por los moderadores de la cadena Fox implicaba una declaración de lealtad a la formación conservadora. “¿Hay alguien en el podio que no esté dispuesto a comprometer su apoyo al candidato que resulte nominado por el Partido Republicano y que tampoco esté dispuesto a prometer que no intentará una candidatura independiente?”, fue la cuestión dirigida a todos los candidatos. Solo Trump alzó la mano.

Con ese gesto, el empresario devenido en político se dejaba la puerta abierta a una candidatura independiente, una de las grandes pesadillas del Partido Republicano que es consciente de que lo que menos necesita es que se dividan los potenciales votos conservadores.

Por si cupiera alguna duda, el moderador insistió: “Para que quede claro, señor Trump. Los expertos dicen que una candidatura independiente casi seguramente le daría casi con toda seguridad la victoria a los demócratas, probablemente a otro Clinton. ¿Y usted está diciendo que no puede hacer esa promesa?”

“No voy a hacer esa promesa en este momento”, ratificó Trump.

Su respuesta le ganó los primeros abucheos de la noche. Llegarían varios más. “Creo que no les gusto mucho”, comentó un Trump con gesto impasible, sabedor de que también estaba cosechando más de un aplauso con su actitud.

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Y eso es precisamente lo que tan nervioso tiene al Partido Republicano.

Para asombro de propios y ajenos, el magnate inmobiliario llegó al primer cara a cara entre los candidatos republicanos liderando la intención de voto republicano en todas las encuestas. Una tendencia que no solo sus rivales presidenciales ven con inquietud. El propio Partido Republicano ha mostrado su desconcierto y preocupación ante la emergencia de un candidato que parece seguir solo sus propias normas y que con sus insultos -a los hispanos, a los veteranos o a las mujeres- ha puesto de uñas a buena parte del electorado que la formación necesitará cuando, pasadas las primarias donde a menudo los sectores más conservadores tienen la palabra, llegue la hora de la verdad en la campaña nacional.

Pero si hay algo que más le preocupa al Partido Republicano que la emergencia de Trump dentro de sus filas, es que este pueda decidir ir por su cuenta y presentarse como candidato independiente que les reste los tan necesitados votos frente al rival demócrata. En la mente de todos los estrategas está el caso del independiente Ralph Nader, en quien muchos ven el responsable que el demócrata Al Gore perdiera las elecciones de 2000 frente al republicano George W. Bush, hermano de uno de los candidatos conservadores más sólidos en este nuevo ciclo electoral, el exgobernador de Florida Jeb Bush.

“El establishment del Partido Republicano está jugando con nitroglicerina al criticar a Donald Trump e intentar minimizarlo y excluirlo”, advirtió el propio Nader semanas atrás en entrevista con la cadena CNN. “Un Donald Trump que se sienta plantado y que se presente como candidato de un tercer partido podría abrir totalmente la carrera presidencial y convertirla en cosa de tres”.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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