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Un surcoreano se prende fuego en protesta contra Japón

El anciano de 81 años reclama a Tokio que asuma su culpa en el trato a las esclavas sexuales coreanas durante la guerra

Macarena Vidal Liy
Una mujer trata de ayudar al hombre ardiendo.
Una mujer trata de ayudar al hombre ardiendo.

A punto de cumplirse este fin de semana el 70 aniversario de la rendición de Japón y el fin de la II Guerra Mundial en Asia, las heridas siguen a flor de piel. Un hombre de 81 años se prendió fuego este miércoles durante una manifestación ante la Embajada japonesa en Seúl. El anciano, al que la agencia de noticias coreana ha identificado como de apellido Choi, exigía como el resto de los participantes en la concentración que Tokio presente disculpas por el trato a las que se denomina eufemísticamente “mujeres de confort”. Mujeres coreanas que fueron obligadas durante la guerra a servir como esclavas sexuales en los burdeles militares nipones.

Aparentemente, según explicó un bombero a la agencia Reuters, el hombre, originario de la ciudad de Gwanju, se había rociado con una botella antes de prenderse fuego. El anciano, al que otros manifestantes corrieron a auxiliar, fue trasladado a un hospital y aparentemente su vida no corre peligro.

Las relaciones entre Corea del Sur y Japón atraviesan por una etapa de frialdad por lo que Seúl considera que es resistencia de Tokio a reconocer su responsabilidad en el sufrimiento de esas mujeres. Según el registro oficial, quedan aún vivas 47 de ellas, de las que 3 participaban en la manifestación de este miércoles, una protesta semanal que ha cobrado fuerza ante la cercanía de la efeméride.

Japón considera que la disputa quedó resuelta en 1965, cuando los dos países establecieron relaciones diplomáticas. Entonces, Tokio pagó 800 millones de dólares en préstamos y otros rubros al país que ocupó entre 1910 y 1945.

La disputa ha cobrado nueva fuerza desde la llegada al poder en Seúl en 2013 de Park Geun-Hye, hija de Park Chung-Hee, que encabezó la dictadura militar surcoreana durante casi dos décadas hasta su asesinato en 1979. La presidenta ha prometido que en tanto el asunto no se resuelva de manera satisfactoria para su país ella no se reunirá con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, hijo de una prominente dinastía política en su país y nieto del nacionalista Nobusuke Kishi. El abuelo de Abe fue ministro en el Gobierno japonés de la guerra y jefe del Ejecutivo en la posguerra.

Abe tiene previsto emitir este viernes una declaración para marcar el aniversario del fin de la guerra, en el que según han filtrado los medios japoneses expresará el “profundo arrepentimiento” de su país por su papel en la guerra. China y Corea del Sur reclaman que repita la declaración de 1995 del entonces primer ministro Tomiichi Murayama, en la que pidió “sinceras disculpas” por “la agresión y el gobierno colonial” de Japón en Asia en la primera mitad del siglo XX.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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