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Trump promete deportar a todos los ‘sin papeles’ si llega a la Casa Blanca

"Se tienen que ir", asegura el candidato republicano en una entrevista

Foto: reuters_live | Vídeo: El País Vídeo

El candidato republicano Donald Trump ha aclarado una vez más que no rectificará sus comentarios acerca de los indocumentados que viven en Estados Unidos. Y está dispuesto a ir más lejos. El magnate ha presentado un plan de inmigración en el que promete deportar a 11 millones de sin papeles si llega a la Casa Blanca. Al anunciar su candidatura, Trump aseguró que México enviaba hacia el norte a “violadores” y “criminales”. Dos meses después, en una entrevista ofrecida a la cadena NBC este domingo desde su avión privado, Trump ratificó que está dispuesto a liderar una campaña desde el ala más conservadora del Partido Republicano.

Esa posición es especialmente peligrosa para todos sus rivales, e incluso para él mismo, en el caso de hacerse con la nominación a la presidencia. En las elecciones de 2008 y 2012, el electorado hispano envió un mensaje claro a los republicanos: su lenguaje sobre la inmigración y su rechazo a la reforma del sistema migratorio ponía en peligro su voto en el futuro. La dirección tomada por Trump les aleja aún más.

“Mantendremos juntas a las familias”, dijo el candidato sobre los indocumentados, “pero se tienen que ir”. El magnate reiteró que la solución a la inmigración ilegal es la construcción de un muro entre la frontera de EE UU y México, por el que además pagará el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. “No podemos dejar que sigan aprovechándose de nosotros”.

El plan del candidato, publicado este domingo en su página web, propone además la derogación de las órdenes ejecutivas del presidente Barack Obama en las que canceló la deportación de los sin papeles que carezcan de antecedentes penales. Trump también eliminaría los permisos concedidos a los Dreamers -‘soñadores’, como se conoce a los indocumentados que entraron en EE UU a una edad muy temprana- y modificaría la Constitución para retirar el derecho a la ciudadanía a los nacidos en EE UU de padres que residen ilegalmente en el país.

Los líderes mexicanos se han estado aprovechando de Estados Unidos al utilizar la inmigración ilegal para exportar el crimen y la pobreza de su propio país”

“Esto es lo que están haciendo, tener hijos. De repente, sin que lo sepa nadie, llega un bebé”, dijo Trump. Cuando el periodista Chuck Todd le presionó para que explicara cómo iba a proceder a las deportaciones, el candidato recurrió a una de sus prácticas habituales, responder con otra pregunta: “¿De verdad crees que les cuesta mucho vivir aquí?”. Su plan sí hace una concesión y es que “las buenas personas podrán regresar”.

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El magnate neoyorquino demostró también durante la entrevista su fijación con México, país que ya insultó al anunciar su candidatura. La protesta formal del gobierno Mexicano y el rechazo público de numerosas empresas y personalidades a uno y otro lado de la frontera -desde Carlos Slim hasta compañías como Televisa, Univision o NBC- no han impedido que Trump avance en la misma dirección.

“Los líderes mexicanos se han estado aprovechando de Estados Unidos al utilizar la inmigración ilegal para exportar el crimen y la pobreza de su propio país”, declaró. Su plan añade la determinación de incrementar las tarifas para obtener visas a diplomáticos y ejecutivos empresariales mexicanos “y cancelarlos si es necesario”, así como encarecer los permisos diarios para cruzar la frontera legalmente. El candidato asegura que mantendrá esas tarifas hasta que México aporte el coste de construir el muro.

Trump criticó además a los dos candidatos que hasta ahora se mantenían como favoritos entre los votantes republicanos. El empresario calificó de “marioneta” a Jeb Bush, el aspirante con un perfil más moderado, gracias a su postura a favor de la regularización de los indocumentados. Para Marco Rubio se reservó un ataque por su apoyo al proyecto bipartidista para reformar la ley de inmigración y que el Senado aprobó en 2013. “La ley no era más que una concesión a los patrones corporativos que mandan en los dos partidos”, dice el documento publicado este fin de semana.

Bush y Rubio son los dos únicos candidatos que han demostrado su intención de reconciliar la gravedad de la inmigración ilegal con la necesidad de solucionar la situación en que viven más de 11 millones de indocumentados. Esa postura les acerca al electorado hispano como no ocurre con ningún otro candidato. Pero ahora, en tiempo de primarias, cuando la pugna se vence entre los votantes más conservadores, los dos políticos de Florida son los más vulnerables. El plan de Trump es un ataque directo a sus opciones y en los próximos días deberán pronunciarse.

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