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Israel deberá excarcelar a 1.200 ‘sin papeles’ por orden del Supremo

La ministra de Justicia difunde un vídeo falso sobre supuestos inmigrantes en Tel Aviv

Juan Carlos Sanz
Alrededor de 300 inmigrantes eritreos se manifiestan el pasado 25 de julio en Ramat Gan, cerca de Tel Aviv (Israel).
Alrededor de 300 inmigrantes eritreos se manifiestan el pasado 25 de julio en Ramat Gan, cerca de Tel Aviv (Israel).Baz Ratner

El Tribunal Supremo israelí ha ordenado la liberación de 1.200 inmigrantes indocumentados que permanecían en un centro de internamiento para extranjeros del desierto del Negev, en el sur del país, desde hace más de un año. El alto tribunal, que viene ejerciendo en los últimos años como contrapeso a la deriva autoritaria de los sucesivos gobiernos de Benjamín Netanyahu, ordena ahora modificar por tercer vez la Ley de Inmigración, que permitía el internamiento de los sin papeles por un periodo máximo de 20 meses. Los magistrados también prohibieron el miércoles el encarcelamiento de los demandantes de asilo procedentes de Ruanda y Uganda que se nieguen a abandonar el país.

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A pesar de contar con unas de las fronteras más protegidas del mundo, la pujante economía de Israel sigue siendo un foco de atracción para miles de inmigrantes clandestinos, sobre todo los de países subsaharianos que intentan cubrir la demanda de mano de obra no cualificada. Las restricciones a la circulación de los trabajadores palestinos para acceder a empleos en Israel han generado un vacío en el mercado laboral que está detrás de este nuevo fenómeno migratorio.

Naciones Unidas tenía registrados en Israel en 2014 unos 53.000 refugiados y demandantes de asilo, la mayoría de los cuales entraron en Israel a través de la península del Sinaí, de los que 36.000 procedían de Eritrea y 14.000 de Sudán.

La ONG Human Rights Watch denunció el año pasado que Israel forzó la salida de unos 7.000 inmigrantes africanos, en contra de las normas internacionales y de la propia legislación israelí. "Muchos de ellos permanecieron detenidos casi de forma indefinida como medida coercitiva y al final prefirieron abandonar Israel", explica la ONG humanitaria en su página web.

Para el Gobierno israelí no se trata de inmigrantes irregulares ni de demandantes de asilo, sino de "infiltrados" en un país con estrictas medidas de seguridad. ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, ya había criticado la excesiva duración del periodo de internamiento en los centros para extranjeros.

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La titular de Justicia, Ayelet Shaked, del partido nacionalista Hogar Judío, ha sido una de las principales impulsoras de la política de mano dura con la inmigración irregular. La ministra promueve también una reforma legal para dificultar que el Tribunal Supremo revise la leyes aprobadas por la Knesset, el Parlamento unicameral en el que la coalición de Netanyahu cuenta con una mayoría de un solo voto.

Shaked anunció al conocerse el fallo del Supremo que publicaría en las redes sociales vídeos en los que se mostraba "la intolerable situación de la vida de los vecinos del sur de Tel Aviv", la zona del país con mayor presencia de indocumentados y con menor nivel de renta. Una de las grabaciones que difundió se titulaba "Un refugiado sudanés golpea a una niña", y mostraba una supuesta agresión en la capital económica de Israel. La ministra de Justicia tuvo que retirar el vídeo de su página en Facebook tras comprobarse que había sido grabado en Turquía y no en Tel Aviv. "Ha habido un error", reconoció más tarde en declaraciones a la Radio del Ejército.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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