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La presidenta del Tribunal Supremo, primera ministra provisional de Grecia

Tsipras sobre Varoufakis: "Ha perdido todo su crédito político, los negociadores dejaron de escucharle, desconectaron"

María Antonia Sánchez-Vallejo
Alexis Tsipras con su sustituta en una reunión en octubre de 2014.
Alexis Tsipras con su sustituta en una reunión en octubre de 2014. REUTERS

Tras el fracaso de los tres mayores grupos parlamentarios a la hora de formar un Gobierno que sustituya al del dimitido Alexis Tsipras, el presidente griego, Prokopis Pavlópulos, ha nombrado primera ministra del Ejecutivo de transición —el que dirigirá el país hasta las elecciones de septiembre— a la jurista Vasilikí Thanou, presidenta del Tribunal Supremo. Thanou, de 65 años, será la primera mujer que ostente este cargo en Grecia.

La Constitución prescribe que el jefe de un Gobierno interino sea un alto magistrado, y Thanou, nombrada en junio, reúne los requisitos, ya que además preside el Tribunal Electoral, una de las tres altas instancias judiciales del país.

La jurista, que dirigió la Unión de Fiscales, es una firme detractora de la austeridad y ha criticado las rebajas salariales que afectaron a los jueces y funcionarios judiciales en 2012, una medida impuesta por la troika y que fue declarada no conforme a la Constitución en enero. Al tomar posesión del cargo, esta tarde en Atenas, señaló: "Las atribuciones del Gobierno de transición son fundamentalmente la celebración de las elecciones de un modo apropiado. Dadas las circunstancias, sin embargo, debería poder lidiar con asuntos como, por ejemplo, el de la inmigración, y algunos otros".

El nombre de Thanou era el único seguro de la quiniela de ministrables, mientras que el resto del gabinete se conocerá en las próximas horas. Entre los nombres que se barajan, parece casi seguro el del antiguo jefe del equipo negociador en Bruselas, Yorgos Houliarakis, al frente de la cartera de Finanzas.

La fecha de las elecciones se conocerá este viernes. El primer ministro saliente desea que se celebren el 20 de septiembre, mientras que dos partidos de la oposición, los conservadores de Nueva Democracia y la escisión radical de Syriza, Unidad Popular (tercer grupo parlamentario, 25 diputados), prefieren el 27 de septiembre.

'No' a un Gobierno de coalición

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En su primer acto de campaña, apenas horas antes de que se conociera la fecha de las elecciones de septiembre, las quintas en seis años —y las terceras anticipadas—, el primer ministro saliente, Alexis Tsipras, concedió una entrevista este miércoles al canal privado de televisión Alpha en la que se despachó a gusto con su antiguo ministro de Finanzas, el polémico Yanis Varoufakis. “Ha perdido todo su crédito político. Durante las negociaciones con los socios [de la troika] hubo un momento en que sus interlocutores dejaron de escucharle, habían desconectado”, dijo sobre Varoufakis, que acaba de reiterar su intención de crear un partido europeo contra los rescates y la austeridad, a la vez que criticaba la postura “aislacionista” del nuevo partido radical, Unidad Popular, “reduciendo su discurso a una salida del euro y una vuelta al dracma”.

Con Syriza en cabeza de las encuestas de intención de voto, pero sin mayoría clara, el líder de Syriza descartó integrar una coalición de Gobierno con los tres partidos de oposición proeuropeos, que han apoyado al Gobierno para aprobar el tercer rescate en el Parlamento: conservadores, liberales y socialdemócratas, a los que acusó de representar el antiguo sistema político. "No seré primer ministro de una coalición con Nueva Democracia o To Potami (El Río)", dijo, el mismo día que 53 miembros del Comité Central de su partido, compuesto por poco más de 200, renunciaban por disconformidad con el rumbo político dado por Tsipras desde el referéndum. En julio dimitieron otros 17.

Tsipras recalcó en la entrevista que luchó todo lo que pudo para lograr “un buen acuerdo con los socios”, pero que se vio obligado a convocar elecciones anticipadas, tras sólo siete meses en el poder, porque las condiciones de su mandato han cambiado. “No tengo derecho a culminar los cuatro años de mandato porque las circunstancias han cambiado completamente, soy muy consciente de ello”, subrayó, añadiendo que se siente orgulloso de dejar hablar a los griegos. “Me siento bien dando a la gente la oportunidad de juzgarme por las cosas que he conseguido y las que no”, dijo sobre los próximos comicios. En relación con el referéndum del pasado 5 de julio, en el que casi el 62% de los votantes rechazaron un principio de acuerdo con los socios, Tispras lo calificó de “momento de inspiración”. “El no a un mal acuerdo se convirtió en un a un acuerdo que implica problemas, pero también potencial [de cambios]”.

Tsipras destacó también que entre los votantes del no había “una pequeñísima parte de gente que está en contra de cualquier solución y por una salida del euro”. Los defensores del Grexit fueron blanco de las críticas del presidente de Syriza: “El dracma no es una solución revolucionaria o izquierdista, ni siquiera es una opción. La batalla ha de darse en el interior de Europa”.

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