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Merkel, Hollande y Juncker impulsan las cuotas obligatorias de refugiados

Bruselas insta a los Estados a repartirse a 120.000 migrantes más

Un grupo de refugiados esperan para cruzar la frontera entre Macedonia y Grecia, cerca de Gevgelija (Macedonia).
Un grupo de refugiados esperan para cruzar la frontera entre Macedonia y Grecia, cerca de Gevgelija (Macedonia).VALDRIN XHEMAJ (EFE)

La idea de crear un mecanismo permanente para distribuir a los refugiados en la UE gana cada vez más peso. Francia y Alemania defendieron ayer un sistema de “reparto equitativo” y, sobre todo, obligatorio de demandantes de asilo entre Estados para aliviar a los más presionados y evitar que todos los que buscan refugio traten de alcanzar solo los países que les dan mejor atención. El eje francoalemán divulgó su propuesta poco después de que trascendiera el nuevo plan de Bruselas para afrontar el drama migratorio: reubicar a 120.000 refugiados más, según adelantó ayer este diario.

La iniciativa de Berlín y París supone un importante espaldarazo a los planes de la Comisión Europea para otorgar dimensión comunitaria al problema de los refugiados. Un día después de que la foto del cadáver de un niño sirio en las costas turcas diera la vuelta al mundo, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, han querido marcar la agenda de uno de los grandes desafíos europeos.

Ambos mandatarios han transmitido a la UE “propuestas comunes” que incluyen el polémico “reparto equitativo” de refugiados por todos los países europeos, según informó el Palacio del Elíseo. Hollande abogó por una fórmula “permanente y obligatoria” para el derecho de asilo, en clara referencia a ese reparto equitativo.

Las fórmulas “comunes” a las que se refiere el Elíseo tienen por objeto “organizar la acogida de refugiados y un reparto equitativo en Europa; incrementar las normas para reforzar el sistema de asilo europeo, asegurar el retorno de migrantes irregulares a sus países de origen y aportar el apoyo y la cooperación necesarios a los países de origen y tránsito”.

Hollande consideró que los compromisos adquiridos hasta ahora “no son suficientes” y añadió que la difusión de las imágenes del cadáver del niño sirio en una playa turca debe constituir “una llamada a la responsabilidad” de todos. Para el presidente francés, el plan europeo debe ser “digno y humano”.

Con un espíritu similar, los ministros de Exteriores de estos dos países más el italiano han remitido un documento a la alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, en el que piden “integrar la política de asilo en la UE, así como una política común de retornos” que armonice los procedimientos. Los tres países, que concentran casi el 60% de las demandas de asilo en Europa —si se añade Suecia, suman el 72% del total—, abogan por una “distribución justa de refugiados en Europa”, según un documento al que ha tenido acceso este diario. Los ministros de Exteriores de toda la UE lo analizarán mañana en Luxemburgo.

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La Comisión Europea quiere aprovechar esa receptividad de los grandes Estados para sacar adelante su propuesta migratoria. El presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, instará la próxima semana a los Veintiocho a que acojan a otros 120.000 demandantes de asilo de los arribados a Italia, Grecia y, por primera vez, Hungría, explican fuentes comunitarias. Ese cupo se suma a los 40.000 que pidió en mayo y que las capitales admitieron solo parcialmente en julio al aceptar reubicar a 32.000. La magnitud del fenómeno —en lo que va de año, más de 350.000 personas han cruzado a Europa por el Mediterráneo, según la Organización Internacional para las Migraciones— ha llevado a Bruselas a triplicar la nueva cifra hasta situar la cuota de reparto en 160.000 migrantes.

Esquema permanente

Además de esta solución coyuntural, Juncker presentará el próximo miércoles en la Eurocámara un sistema de reparto permanente que funcione en situaciones de emergencia como la actual. Bruselas pretende así que cada país asuma sus responsabilidades sin que se genere en cada ocasión una batalla sobre las cifras.

La crisis de refugiados ha revelado las enormes disparidades existentes en el club comunitario. Aunque las normas dictan que cada demandante de asilo tiene que presentar su solicitud en el primer país al que llega, las ventajas que ofrecen sistemas como el alemán o el sueco atraen a los migrantes. Países como España, Portugal, el bloque del Este y los bálticos registran muy pocas solicitudes, mientras otros están desbordados.

Completan la propuesta de Juncker un plan para acelerar las expulsiones de aquellos que no tienen derecho al asilo —solo retornan el 39% de los que reciben órdenes de salida— y la creación de una lista de países seguros. Esa lista permitirá devolver con rapidez a los demandantes originarios de esos territorios e incluirá al menos a todos los candidatos a la UE: Albania, Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía.

Todas estas propuestas —aún sujetas a modificaciones— serán examinadas el próximo 14 de septiembre por los ministros del Interior de la UE. Como primera reacción, el presidente del Consejo Europeo —representa a los Estados—, Donald Tusk, aseguró: “Una distribución justa de al menos 100.000 refugiados es lo que necesitamos hoy”.

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