_
_
_
_
_
OBITUARIO

Lord Montagu de Beaulieu, político conservador británico

El barón pugnó por la despenalización de la homosexualidad en Gran Bretaña

Lord Montagu de Beaulieu, en 1976.
Lord Montagu de Beaulieu, en 1976.ZUMAPRESS KEYSTONE

Miembro de la más rancia aristocracia británica y fundador del Museo Nacional del Motor, la biografía de lord Montagu de Beaulieu ha sido rememorada a raíz de su muerte principalmente por dos escándalos en los que se vio implicado a mediados del siglo pasado, cuando ser gay era un delito en el Reino Unido. La indignación que suscitó su condena a prisión, en 1954, por cometer “actos indecentes” fue un reflejo de los cambios sociales que asomaban en la época y que abrieron la vía a la despenalización de la homosexualidad una década más tarde.

Edward Douglas-Scott-Montagu, tercer barón de Montagu desde que heredara el título cuando solo tenía dos años, falleció el pasado 31 de agosto a los 88 años en la mansión del siglo XIII que ha pertenecido a su familia desde 1538.

Los 9.000 acres de la finca del condado de Hampshire (sur de Inglaterra) alojan una de las mejores colecciones de automóviles del mundo, que su artífice convirtió en museo nacional. Hombre de físico apuesto, educación exquisita y, según su propia definición, “tolerablemente rico”, fue también pionero en la apertura al turismo de mansiones aristocráticas de la campiña inglesa para su financiación.

Inició su educación como alumno de la elitista Eton y más tarde de la Universidad de Oxford. A los 28 años se convirtió, por vía hereditaria, en el miembro más joven de la Cámara de los Lores. Aunque la homosexualidad, entonces penada por la ley, solía ser aceptada puertas adentro en los círculos de las clases altas, el barón acabó siendo procesado en 1953 por supuestos delitos sexuales contra dos boy scouts que visitaban su finca. Les había denunciado a la policía por sustraer un objeto valioso de la mansión, y ellos respondieron con esas acusaciones de las que lord Montagu fue finalmente absuelto por un jurado. Al año siguiente, sin embargo, fue condenado en otro juicio al ser hallado culpable de haber incitado a dos militares a participar en actos homosexuales durante una fiesta. El barón siempre negó los cargos que se le imputaban y, si bien nunca ocultó su bisexualidad, solo trató abiertamente sobre la cuestión en una autobiografía, publicada en 2002.

Al poco de recobrar la libertad, el aristócrata coincidió en un restaurante de Londres con Hugh Gaitskell, entonces líder del Partido Laborista, quien le estrechó la mano en un gesto de gran significación social. Diez años más tarde, el Gobierno despenalizaba, aunque solo fuera de forma parcial, las prácticas homosexuales consentidas.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_