_
_
_
_
_

‘El Bronco’ cabalga a la Historia

El independiente Jaime Rodríguez, gobernador de Nuevo León, advierte de que nadie que milite en un partido podrá trabajar en su Gobierno

Luis Pablo Beauregard
Jaime Rodríguez saluda durante la cabalgata de esta mañana.
Jaime Rodríguez saluda durante la cabalgata de esta mañana.

Para su primer evento como gobernador de Nuevo León (norte), Jaime Rodríguez El Bronco se quitó la corbata morada que usó en la madrugada al jurar el cargo. Se puso las botas, un chaleco y se subió a Tornado, su percherón. Acompañado por más de mil jinetes cabalgó hasta el Parque Fundidora, en el centro de Monterrey, la capital de la entidad que gobernará por los próximos seis años. En la Arena de la ciudad, ante miles de personas, El Bronco agradeció a su madre y a su caballo, con el que ha recorrido más de 2.000 kilómetros. “Quería subirlo al escenario, pero los analistas políticos me dijeron que era mala idea”, dijo.

La cabalgata recordó los orígenes rurales del político de 57 años, nacido en el municipio de Galeana en una familia pobre, que ha logrado pasar a la Historia como el primer gobernante que llega al poder sin estar respaldado por un partido político. El Bronco recordó esta tarde que en un Estado de 4.6 millones de habitantes y conocido por su poderosa industria y su riqueza —aquí se ubican las trasnacionales de cemento y vidrio y las fábricas de las principales marcas de refrescos y cervezas— existen 140.000 personas en pobreza extrema. “No puede ser que tengamos Noruega en el municipio de San Pedro y África en San Bernabé, a ocho kilómetros de distancia. En mi Gobierno voy a construir el puente más grande del mundo, que será la comunicación entre los pobres y los ricos”.

Más información
"Este sistema está viejo como la monarquía"
"Se le acabó la fiesta a los ladrones"
'El Bronco', primer gobernador independiente de México
“México necesita una oposición alternativa a los grandes partidos”

Este domingo, Rodríguez ha anunciado que se reunirá con los 56.000 maestros de Nuevo León para hacer un diagnóstico del sistema educativo local. También ha hecho pública su intención de reducir el Gobierno, compuesto por 86.000 burócratas. “Hay que hacer una purga. Hay mucho huevón, mucho aviador (personas que figuran en la nómina sin trabajar)”, dijo. Advirtió de que ningún trabajador en su sexenio podrá militar en ningún partido político. “Aquel que no tenga emoción para servir a la comunidad se va a ir”, amenazó.

El Bronco hereda un Estado con una deuda de 61.000 millones de pesos (3.600 millones de dólares), la segunda más alta de México después de la del Distrito Federal, la capital del país. Poco más de la mitad de esa carga financiera fue generada en la Administración de Rodrigo Medina, del PRI, el gobernador saliente. Medina dejó el cargo con una aprobación del 33% y señalado por escándalos de corrupción y enriquecimiento ilícito. Una de las peticiones más repetidas al nuevo mandatario local es que procese a su antecesor. El Bronco se ha limitado a decir que ha solicitado una auditoría general en todas las oficinas del Gobierno. “Haremos responsable a quien sea responsable de este desastre… Algunos se van a ir al infierno a pagar por sus pecados”, anunció en clave.

A pesar de haber militado 30 años en el PRI y de ser discípulo de Alfonso Martínez Domínguez, un veterano priísta que gobernó Nuevo León a principios de la década de los ochenta del siglo pasado, El Bronco ha sabido reconvertirse en un independiente. Este domingo, 14 gobernantes locales lo acompañaron en su evento en la Arena Monterrey. Entre ellos, Miguel Ángel Mancera, del Distrito Federal; Eruviel Ávila, del Estado de México y Manuel Velasco, el polémico mandatario de Chiapas. Ellos representan todo lo que Rodríguez criticó desde el primer día de su campaña. “Tenemos muchas diferencias, pero quise invitarlos para que vean que los políticos se deben al pueblo”, dijo en una conferencia de prensa.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
En mi Gobierno voy a construir el puente más grande del mundo, que será la comunicación entre los pobres y los ricos Jaime Rodríguez, gobernador de Nuevo León

El Bronco no solo de ha distanciado de los gobernadores en el discurso. También lo ha hecho en las formas. Ha advertido que no pagará “ni un solo peso” a las televisiones, una herramienta muy socorrida por los políticos locales para hacerse publicidad. Se concentrará en las redes sociales, donde suma el millón de seguidores entre Twitter y Facebook. “No vamos a gastar en la egolatría de un gobernante”, dijo tras anunciar que su antecesor destinó 1.300 millones de pesos anuales (77 millones de dólares) a promocionarse. Los medios locales han recibido el mensaje. La noche del sábado, mientras El Bronco pronunciaba su primer discurso transmitido en directo en la aplicación Periscope, las televisiones locales reproducían tertulias deportivas y películas. “Qué gachos, pero les duele porque es mucho dinero el que dejarán de recibir”, dijo Rodriguez este domingo.

El Bronco afirma que desde hoy se ha convertido en el portador de un mensaje que llevará por todo el país: “un Gobierno independiente puede hacer mejor trabajo que uno político”. Como imagen de su Administración ha elegido la esquila de San José, la campana de Dolores, usada por el cura Miguel Hidalgo para llamar a la rebelión contra el Gobierno de la Nueva España en 1810. El sacerdote Alejandro Solalinde, un religioso que trabaja con los migrantes en el sur de México, ha venido a Monterrey atraído por el repicar del esquilón. “En este México tan impune, corrupto y cínico, personas como El Bronco son una esperanza”, dijo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_