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Científicos y artistas se movilizan contra Macri

En el Estado argentino crece la incertidumbre sobre un ajuste que el candidato niega

Polo Cientifico Tecnologico en el barrio de Palermo, Buenos Aires.
Polo Cientifico Tecnologico en el barrio de Palermo, Buenos Aires.Ricardo Ceppi

El candidato liberal a la presidencia de Argentina, Mauricio Macri, no ha aclarado bien qué hará con las estructuras estatales que creó o amplió el kirchnerismo en 12 años de gobierno, pero la perspectiva de que triunfe en la segunda vuelta electoral del 22 de noviembre ya está alarmando a empleados públicos y referentes de la cultura. En el partido de Macri, Propuesta Republicana (PRO), dicen que su jefe político no hizo ningún ajuste masivo en los ocho años que lleva como alcalde de Buenos Aires. Sin embargo, unos 1.800 científicos de diferente pensamiento político han firmado esta semana una carta contra el candidato liberal y se han convocado para el próximo lunes. Algunso actores, a su vez, se manifestarán este sábado en el parque Centenario de la capital argentina.

En el sindicalismo kirchnerista y en el opositor están en alerta. “Los empleados públicos tienen razón por qué preocuparse”, reconoce a El País el líder de una central sindical antikirchnerista, Pablo Micheli. “No vamos a ser agoreros, pero vamos a estar preparados. Está bien que un gobierno nuevo cambie los asesores, pero no vamos a aceptar despidos sin reemplazo ni que echen a uno por el solo hecho de ser kirchnerista”, añadió Micheli. Hugo Yasky, líder otra central sindical pero kirchnerista, es más tajante aún en diálogo con El País: “Corren riesgo empleos. En Buenos Aires debió armonizar su gobierno con la política social nacional, pero ahora deberá pagar a los que apoyaron su candidatura”. El tiempo dirá si el temor estaba fundado o si solo era un prejuicio contra Macri.

Las dudas sobre Macri también se extienden a otros empleos públicos y subvencionados. En una campaña electoral en la que ningún candidato ha dado casi precisiones de lo que hará, el aspirante de la alianza Cambiemos tampoco dijo qué sucedería con diversos inventos kirchneristas: el espacio cultural y de memoria que organizaciones de derechos humanos gestionan en el excentro clandestino de detención y tortura que funcionó en la última dictadura militar (1976-1983) en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA); el recinto ferial Tecnópolis, de 50 hectáreas, con una muestra permanente gratuita de difusión de la ciencia, estudio de grabación de música y hasta un estadio cubierto; los canales de televisión Encuentro (educativo), Paka Paka (infantil), DeporTV, TEC (ciencia), Acual Federal (con producción de las provincias) y Acua Mayor (para pensionistas); las nueve universidades fundadas en estos años y la ampliación de las estructuras de las ya existentes; los 255.000 cooperativistas subvencionados por el plan Argentina Trabaja o los 5.000 de la organización social kirchnerista Tupac Amaru; los 870.000 jóvenes de 18 a 24 años con subsidios del programa Progresar para estudiar; los 100.000 empleados de empresas en crisis que reciben ayudas del Ministerio de Trabajo para evitar despidos o los cientos de miles de puestos de trabajo en industrias que subsisten por el proteccionismo que impuso el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

El kirchnerismo ha creado centros de la memoria, canales de televisión y universidades

La alerta de los científicos comenzó después de que el director de Ciencia de Buenos Aires, Carlos Melo, declara a la agencia de noticias de la Universidad de San Martín: "El que trabaja mejor tiene que tener mejor salario. ¿Publicaste en ‘Science’? Tenés 30% más de salario. ¿No publicaste en ‘Science’? Mala suerte”. Sobre Tecnópolis, comentó: “Hay que mostrarle al pueblo las cosas que se hacen, pero hacer ciencia y tecnología es otra cosa. Hoy se pone dinero en demasiados proyectos”. Los científicos respondieron con su carta: “Aun con sustantivas divergencias en nuestras posturas políticas, entendemos que el triunfo de Macri significaría un enorme retroceso para el sostenimiento y la profundización de las políticas que hoy encarna el Ministerio de Ciencia”.

En cuanto a la relación que el kirchnerismo cultivó con las organizaciones de derechos humanos, Macri dijo al periódico ‘La Nación’ en 2014: “Los derechos humanos no son Sueños Compartidos (el plan de viviendas sociales de las Madres de Plaza de Mayo en el que se detectó corrupción) y los ‘curros’ (robos, según la jerga argentina) que han inventado. Con nosotros, todos esos ‘curros’ se acabaron”. ¿Y la asignación de fondos?, le preguntó ‘La Nación’. “Lo que corresponda y se necesite. Siento que ha habido un abuso de sectores bajo esas banderas, el más emblemático es el de las Madres”, respondió Macri.

En el ayuntamiento de Buenos Aires se jactan de haber mantenido y mejorado la calidad y el pluralismo de los medios de comunicación públicos de la ciudad, pero admiten que está por definirse qué harán con los nuevos canales que creó el kirchnerismo.

En Cambiemos planean mantener el apoyo a cooperativas de trabajo, pero aclararon que buscarán transparentar su selección, los participantes y la adjudicación de fondos y sumar capacitación laboral para darles sustentabilidad. Pero en cooperativas como la Tupac Amaru, que construye viviendas sociales, temen “un ajuste para todos los sectores públicos en favor de unos pocos privados”.

Sobre la protección a empresas, en el partido de Macri aceptan que “Argentina es peronista y proteccionista” y no podrán liberalizar la economía de un día para el otro sino que mantendrían ciertos sectores protegidos con barreras y otros, con una eventual devaluación del peso. El candidato no dijo qué hará con la subvención para jóvenes, pero advirtió: “Hoy los expulsamos del mercado laboral acostumbrándolos a los planes (ayudas sociales)“. Claro que también Macri ha prometido que a nadie le quitará su subvención social.

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