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“Las más altas instancias de Irán han apoyado al unísono el pacto nuclear”

El responsable opina que es posible una mayor cooperación entre Irán y EEUU, pero está condicionada a lo que ocurra con el acuerdo

Ángeles Espinosa
Un cartel contra el imperialismo de Estados Unidos en Teherán.
Un cartel contra el imperialismo de Estados Unidos en Teherán.ATTA KENARE (AFP)

Irán es serio y sincero en el cumplimiento del acuerdo nuclear. Así lo asegura Mohammad Nahavandian, el jefe de Gabinete del presidente Hasan Rohani. Rechaza que los ultraconservadores puedan hacer descarrilar el pacto. “Los iraníes pueden tener dudas sobre algunos aspectos, pero lo que cuenta entre las naciones son las decisiones oficiales expresadas por sus representantes. En este caso, las más altas instancias del Gobierno han tenido una voz única y firme de respaldo”, subraya durante una entrevista con EL PAÍS en el Palacio de Saadabad, residencia oficial de los presidentes iraníes. Incluso ve posible una mayor cooperación entre su país y Estados Unidos, en contra de lo que parece deducirse de las palabras del líder supremo.

El cargo de responsable de la Oficina Presidencial apenas transmite su enorme peso político. Nahavandian, reputado tecnócrata de 61 años, es no solo el arquitecto del programa económico de Rohani, sino su hombre de confianza. “Almuerza con él a menudo y es el miembro más escuchado del Gabinete”, asegura un diplomático iraní. Hijo de un conocido clérigo, este hombre de modales suaves y sonrisa fácil recibió una educación religiosa tradicional en los seminarios, pero se doctoró en Economía en EE UU. Ha servido en todas las administraciones iraníes desde hace tres décadas.

El acuerdo nuclear es un test de la sinceridad y la seriedad de Estados Unidos

Pregunta. Esta semana asistimos al 36º aniversario de la toma de la Embajada de EE UU en 1979. ¿Cómo encajan los cantos de Muerte a América con el acuerdo nuclear o las conversaciones con EE UU sobre Siria en Viena?

Respuesta. Si pregunta a cualquiera en la calle si está pidiendo la muerte del pueblo americano o de un americano, la respuesta será no. Se trata de expresar oposición a las políticas del Gobierno de Estados Unidos de América. Durante su larga historia de animosidad hacia Irán, cuando los iraníes corean [ese lema] están recordando el golpe de Estado [alentado] por Estados Unidos contra el popular Gobierno del Mosaddeq en 1953; o el derribo por la Marina norteamericana de un avión civil iraní en el golfo Pérsico [en 1988]. No tienen más elección que manifestarse en contra de esas políticas antiiraníes.

No va en contra de los contactos entre los pueblos o las relaciones de negocios. Lo que se necesita es una corrección del Gobierno de Estados Unidos. Si ese cambio de política ocurre, y es algo de lo que han hablado algunos altos cargos de EE UU, si los iraníes lo perciben, entonces se puede predecir un nuevo rumbo.

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Irán es una sociedad democrática. La gente puede hacer su análisis y tener su opinión en los asuntos políticos

P. ¿Existe algún riesgo de que los ultraconservadores que solo renuentemente han aceptado el pacto nuclear puedan hacerlo fracasar?

R. Los iraníes han seguido muy de cerca el asunto nuclear y las negociaciones. Diferentes grupos políticos han manifestado su opinión. El Gobierno anterior lo enfocó a su manera y el actual empezó con un nuevo enfoque. Irán es una sociedad democrática. La gente puede hacer su análisis y tener su opinión en los asuntos políticos. Y la han expresado. Pero lo que importa es la decisión final. Y la decisión en este caso, debido a su importancia, ha implicado al Gobierno, que tuvo la iniciativa de las negociaciones; al presidente al que se informaba de las mismas; al Consejo Nacional de Seguridad que las supervisó. Todo ello bajo las directrices generales del líder supremo a lo largo de todo el proceso. El resultado final ha sido examinado por el Parlamento, por el Consejo de Seguridad y, finalmente, aprobado por el líder supremo.

Este proceso es la más firme garantía de que se trata de la decisión del país. Eso no significa que haya que silenciar las preocupaciones expresadas por algunas personas. En una sociedad libre y democrática, la gente es libre de expresar sus opiniones. Pero lo que cuenta entre las naciones son las decisiones oficiales expresadas por los representantes de su Gobierno. En este caso, las más altas instancias del Gobierno han tenido una voz única y firme de respaldo. Así que por nuestra parte, no hay la mínima duda de que [el acuerdo] tiene que ir adelante.

Estos años de sanciones han elevado los costes, pero han facilitado un entorno protegido para nuestras industrias, que han florecido

Por supuesto, debido a la historia de desconfianza, en especial entre Irán y Estados Unidos, la gente es muy cuidadosa y mira cada detalle para estar segura de que la otra parte no niega el acuerdo y no busca excusas para incumplirlo. Si la otra parte es seria y sincera, no debe quedar ninguna duda de que Irán es serio y sincero.

P. ¿Hay espacio para una mayor cooperación entre Irán y Estados Unidos?

R. Tal como ha declarado el líder supremo, el acuerdo nuclear es un test de la sinceridad y la seriedad [de EE UU]. Si lo respetan y cumplen su palabra, puede ser un paso adelante. A pesar de todas las experiencias negativas del pasado, este elemento positivo puede servir de prueba para dar más pasos en el futuro. Pero todo está condicionado a lo que ocurra con este acuerdo.

P. ¿En qué áreas ve más posibilidades?

R. Lo más fácil son los negocios. Tal como se ha acordado en el JCPOA [siglas en inglés del documento del acuerdo], el levantamiento de las sanciones relacionadas con lo nuclear debería permitir distintos tipos de cooperación económica incluidas las inversiones y la transferencia de tecnología. Si el futuro muestra que existe un interés serio en esas áreas, eso puede abrir el camino para otras áreas.

P. La semana pasada se han sentado en Viena con EE UU, Arabia Saudí y otros países para buscar una solución al conflicto en Siria. ¿Cuáles son las condiciones para lograrlo?

Desde el principio hemos dicho que el problema de Siria no tiene una solución militar sino política

R. Desde el principio hemos dicho que el problema de Siria no tiene una solución militar sino política. Es nuestra región. No podemos dar la espalda al destino de nuestros vecinos porque nos afecta, con todos los lazos históricos y culturales entre la gente de la región. La pregunta que hay que hacerse es sobre los países tan distantes de Siria que interfieren en sus asuntos internos.

Cualquier oportunidad para que las distintas partes se sienten, debatan los problemas y encuentren una solución siria al problema sirio, tiene que ser respaldada por el resto. No les corresponde a los demás decidir por Siria. Tiene que ser una solución siria; conversaciones sirio-sirias. Por supuesto, los demás países pueden ayudar con la seguridad y servir de garantía para esas conversaciones, en especial si afrontamos la amarga realidad de que toda la munición y el apoyo financiero para los grupos terroristas proceden de ciertos países. Si se frena ese apoyo, la solución será más fácil y estará más cerca.

P. Tanto iraníes como extranjeros tiene enormes expectativas sobre el levantamiento de las sanciones. ¿Cuándo espera usted que se empiecen a notar los cambios?

R. Debería ser muy pronto. Ya hemos pasado el día de aceptación, en el que todas las partes han expresado de forma inequívoca su apoyo al JCPOA . El primer paso fue tomado por el presidente de Estados Unidos con una orden ejecutiva que suspendía las sanciones y toda la legislación que las apoya; el Consejo de la UE adoptó y anunció una decisión similar. Ese fue el primer paso. Pero el realmente efectivo será el de la implementación. Entre ambos, Irán tiene que dar algunos pasos, aunque en ciertos casos dependen también de otros países.

Por ejemplo, la modernización del reactor de Arak, tiene que firmarse un documento con las otras partes y ya está preparado para firmarse en los próximos días, lo que permitirá que Irán dé los primeros pasos en Arak. En el asunto del intercambio de material nuclear, se requiere un contrato entre Irán y Rusia, que también va adelante. Así que los pasos para la implementación se están dando y confiamos en que dentro de dos meses habrán concluido. Entonces, se tendrán que levantar las sanciones y lo notarán tanto los iraníes como nuestros socios en Europa y otras partes del mundo.

Las sanciones sobre las instituciones financieras han afectado a casi todas las transacciones entre Irán y el resto del mundo. Sin embargo, no lograron su objetivo declarado de cambiar el comportamiento político del Gobierno iraní, ni tampoco parar el comercio internacional con Irán porque Irán es una gran economía con diferentes accesos, aunque afecto a los costes de nuestras transacciones con el resto del mundo.

Uno de los efectos inmediatos del levantamiento de las sanciones será la reducción del coste de las transacciones y eso podrá sentirlo de inmediato el consumidor final porque bajará el precio de los productos básicos y se ampliará la elección de los manufacturados. También bajara el precio del transporte, los seguros, etc. que afectan al producto final. A la vez, empezarán nuevos proyectos, tal como vienen anunciando los responsables iraníes. Nuestro objetivo es absorber inversiones y tecnología. Irán está en situación de cooperar con empresas extranjeras en varios campos como nanotecnología, biotecnología, etc. Estos años de sanciones aunque han elevado los costes, también han facilitado un entorno protegido para nuestras industrias en el que algunas han florecido. Así que estamos en condiciones de colaborar con empresas extranjeras y nuestro marco legal está preparado para ello.

P. Ha mencionado Arak y el combustible nuclear, pero ¿han empezado ya desmantelar las centrifugadoras?

R. ¿Se refiere a Natanz y Fordo?

P. Sí.

R. Se han dado los pasos preparatorios, pero se trata de un proceso que lleva tiempo. El método [CMP, Critical Path Method, en sus siglas en inglés] para llevarlo a cabo está listo y se hará a su debido tiempo.

P. Aunque este Gobierno ha logrado controlar la inflación, la gente aún se queja de que el mercado no se mueve y el presidente Rohani acaba de anunciar un paquete de estímulo. ¿Es suficiente? ¿Qué más tienen que hacer para reactivar la economía?

R. Si le hace la misma pregunta a los funcionarios del FMI, le responderían con una gran alabanza a lo que se ha conseguido con la inflación. Pasar de más de 40 % de inflación a casi 13 % en menos de dos años ha sido un gran logro. Se trataba además de un paso necesario para calmar la economía y hacerla predecible. Ese es el primer requisito para cualquiera que busca inversión. Ahí el éxito ha sido casi total. Al mismo tiempo, éramos conscientes de las tasas de crecimiento negativas. Teníamos a la vez inflación y recesión. Incluso en ese frente pasar de un crecimiento negativo del 6,8 % a uno positivo del 3 % en el último año iraní [marzo de 2014 a marzo de 2015] ha sido un resultado considerable.

Sin embargo, no es suficiente. Lo que menciona tiene que ver con el tiempo de espera. Ha sido mayor del que los negocios iraníes esperaban. Eso es parte del problema. La gente esperaba el resultado de las negociaciones antes de lo que se produjeron. Por ello, los consumidores que querían comprar un frigorífico o un coche pensaron que cuando se levanten las sanciones podrán acceder a mejor calidad a menor precio. Eso ha prolongado la demanda, y empieza a tener un impacto en el mercado. Somos conscientes de ello y de ahí el paquete de estímulos.

Confiamos en que con algunos recursos del Banco Central, la ayuda de las industrias y la reactivación de la demanda, podremos valernos durante los próximos cinco o seis meses y en que a partir de entonces el levantamiento de las sanciones empiece a notarse en el mercado. Así que el año que viene tendremos un crecimiento positivo aún mayor.

P. Además de la economía, el presidente Rohani prometió relajar el clima social y muchos admiten que ha mejorado. Sin embargo, esta misma semana se ha conocido la detención de cinco periodistas y dos hombres de negocios. ¿Qué está pasando?

R. Se han dado pasos positivos en todos los objetivos prometidos en los frentes internacionales, económico, social, de acceso a la información. Pero la velocidad y el ritmo en esos ámbitos han sido distintos. Cualquier cambio lleva tiempo. En algunas áreas se puede ir más deprisa; en otras hay mayor resistencia al cambio, y tienes que ser más cuidadoso y dar pasos más cortos pero en la dirección adecuada. Lo importante es que Rohani no ha olvidado las promesas que hizo durante su campaña. Se han tomado medidas. Pero hay áreas que no están bajo el control del poder ejecutivo, sino que dependen del judicial. Este Gobierno respeta el Estado de derecho y en consecuencia no interfiere en las decisiones de los otros poderes. Al mismo tiempo, el presidente Rohani está al tanto de las preocupaciones de la gente y las áreas que requieren un seguimiento o hay que hacer una observación, la ha hecho y la seguirá haciendo.

En especial en el área que menciona, si compara el clima de nuestros medios y el acceso a la información que la gente tiene ahora con el de hace unos años, todo el mundo está de acuerdo en que se ha avanzado. Por supuesto, necesita hacerse más.

P. Hay coincidencia en que el acuerdo nuclear ha sido el mayor logro del presidente Rohani, ¿cuál es ahora su principal reto?

R. Tenemos una gran población. Millones de estudiantes salen de las universidades. No estamos contentos con el elevado desempleo que tenemos. No gustaría que todos nuestros jóvenes encontraran buenos empleos.

P. Perdone que le interrumpa, ¿qué tasa de paro tienen?

R. Entre el 10 % y el 11 %

P. En España superamos el 20 %...

R. Cada país tiene su propio ritmo de crecimiento y según nuestro plan de desarrollo a 20 años, deberíamos tener un crecimiento del 8 % y el paro debiera haberse reducido en los últimos 10 años. Esos objetivos no se han conseguido y pensamos que en los próximos años, tememos que corregir esa situación.

Así que el desarrollo del país es el principal reto, además tenemos retos medioambientales como la desecación del lago Urumiya o la contaminación en nuestras mayores ciudades; o megaproyectos como el desarrollo ferroviario (de ahí que estemos buscando inversiones para ellas). Al mismo tiempo, una de las prioridades en nuestra lista es tener las mejores relaciones con nuestros vecinos. Nos gustaría lograr paz y prosperidad para todos en la región. No podemos seguir con nuestra vida mientras otros afrontan guerras, pobreza o terrorismo en su tierra. Vivimos en un siglo globalizado. Así que nos preocupan la seguridad, la paz y la prosperidad de nuestros vecinos.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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