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BERNARDINO LEÓN | Mediador de la ONU en Libia

“Si volviera a vivir esto, cuidaría las apariencias”

Bernardino León contesta las acusaciones sobre su imparcialidad como mediador en Libia

Francisco Peregil
Bernardino León
Bernardino LeónFETHI BELAID (AFP)

La filtración de unos correos electrónicos ha puesto en aprietos al diplomático español Bernardino León, mediador especial de la ONU en la guerra civil libia. Los mensajes, hackeados del correo de León —y según él, manipulados—, fueron publicados el miércoles, en una nota demoledora, por The Guardian. Según el diario británico, el diplomático negoció durante este verano un salario equivalente a 49.000 euros mensuales para incorporarse a la Academia Diplomática de Emiratos Árabes Unidos.

Una de las facciones libias enfrentadas, encabezada por el Parlamento de Trípoli, denuncia desde hace más de un año a Emiratos por apoyar activamente a sus enemigos del Parlamento de Tobruk. Su presidente, Abu Sahmein, acusa ahora a León de parcialidad y de haber favorecido a una de las partes.

El diplomático, cuyo mandato está a punto de expirar, realiza la transición con su sucesor, el alemán Martin Kobler. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha respaldado el trabajo de León en este año, pero respecto a su contrato en Emiratos se ha limitado a señalar, a través de su portavoz, que “el tema de la imparcialidad es crítico”. La entrevista se realiza telefónicamente entre El Aaiún y Londres, donde se encuentra León

Pregunta. ¿Asume que se equivocó al negociar su nuevo destino en uno de las países más involucrados en el conflicto libio?

Respuesta. Hay una primera asunción que no es cierta. Y es que el país para el que voy a trabajar tiene una posición sesgada en el conflicto. Esto no ha sido así en los últimos meses. Si comprueba el último trabajo que ha emitido la comunidad internacional verá que Emiratos, al igual que la UE, Rusia, Argelia, Marruecos, Egipto, Turquía o Qatar… Todos ellos han respaldado la propuesta de Gobierno de unidad de la ONU. Por tanto, cuestionar que una persona pueda trabajar en Emiratos por su posición en el conflicto sería como cuestionar que pueda trabajar en cualquier país de la Unión Europea.

P. ¿Cuándo comenzará su trabajo en Emiratos?

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R. Como creo que no hay nada que ocultar, voy a comenzar este trabajo, que es esencialmente académico y de investigación, en los días siguientes a dejar mi misión. Debería haber comenzado en septiembre. Pero la ONU, como estábamos en la fase final de la negociación, ha prolongado mi contrato hasta en cuatro ocasiones desde septiembre. A lo mejor las apariencias pueden no ser las mejores. Probablemente si volviera a vivir esta situación cuidaría las apariencias. Pero yo solo empecé a trabajar en mi futuro profesional dos meses antes de dejar Naciones Unidas. Y no creo que haya muchas personas que tengan un trabajo y una familia y no intenten aclarar su futuro dos meses antes de que su contrato expire.

"Emiratos no ha tenido una posición sesgada en Libia en los últimos meses"

P. ¿Cobrará unos 49.000 euros al mes, tal como revelan los correos filtrados?

R. No. Esas cifras han sido infladas y manipuladas.

P. ¿Se puede saber cuánto cobrará?

R. No, creo que no es ésa la cuestión. Evidentemente los trabajos en esta zona del mundo están mejor pagados que en Europa. Pero puedo asegurarle que no estoy haciendo ese cambio por razones económicas.

P. ¿Cuántas ofertas laborales recibió durante el año en que trabajó como representante especial de la ONU en Libia?

R. Desde que he sido secretario de Estado de Exteriores y después de Presidencia [con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero], he recibido ofertas para trabajar en el sector privado con condiciones económicas probablemente incluso mejores que las que voy a tener. Y nunca tuve vocación de trabajar en el sector privado. Voy a incorporarme a un centro público.

P. Se lo decía porque tal vez alguna de esas ofertas no provenían de un país tan implicado en el conflicto.

R. Insisto en que estamos asumiendo una posición del país que no la tiene. El representante de Emiratos ha compartido actividades de apoyo a la ONU...

P. Pero una de las partes acusa a este país de ser un aliado activo del Gobierno de Tobruk.

"No hay razón para que yo renuncie a esta oferta. Es un centro público"

R. Si la asunción fuera que la posición de Emiratos está totalmente escorada, podría entender las reacciones. Me gustaría que ustedes publicaran el comunicado emitido por la comunidad internacional, que creo que refleja la posición oficial de Emiratos. Egipto, por ejemplo, no firmó ese comunicado. Si yo me hubiese ido a trabajar a Egipto comprendería que me preguntara por qué voy a trabajar a un país que no está apoyando la solución de la ONU y un Gobierno de integración.

P. ¿No se ha planteado renunciar a esa oferta de trabajo?

R. No hay ninguna razón para hacerlo. Voy a incorporarme a un centro que es público. Si hubiese querido ocultar algo, a lo mejor habría esperado unos meses.

P. A pesar de que su propuesta de Gobierno de unidad ha contado con un gran respaldo de la comunidad internacional, ¿por qué no ha logrado convencer a las partes enfrentadas?

R. En el momento en el que estamos hablando la gran mayoría de los parlamentario de Tobruk, 93 por ahora, y la gran mayoría de los parlamentarios de Trípoli, 70, han respaldado la propuesta de la ONU. Son los presidentes de ambos parlamentos los que han negado la posibilidad a los parlamentarios de votar. Ese en ese contexto en el que distintos medios han recibido la información que se le dio al Guardian. Es posible que me equivoque, pero en mi opinión se trata de un juego sucio político para torpedear el proceso.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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