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Los líderes del G20 acuerdan cooperar más frente al terrorismo

Las principales naciones concluyen que hace falta más solidaridad y trabajos preventivos

La cumbre del G-20 con los líderes mundiales reunidos durante dos días en Turquía ha aprobado finalmente un comunicado conjunto para condenar "en los más duros términos posibles" los ataques terroristas en París del pasado 13 de noviembre y en Ankara del 10 de octubre, expresar su solidaridad con las víctimas y reafirmar su solidaridad y resolución en la pelea contra el terror en todas sus formas y en donde sea que se produzcan.

Los mandatarios del G-20 discutieron durante la noche del lunes en una cena de trabajo la situación de la creciente amenaza terrorista y esta mañana se han comprometido a trabajar más unidos y en aspectos más preventivos para combatir esa lacra que amenaza también los esfuerzos emprendidos estos años para reforzar la economía, el crecimiento y el desarrollo. El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió en un encuentro bilateral con el primer ministro británico, David Cameron, que se volcará más en la lucha contra el Estado Islámico, según una fuente próxima al dirigente británico.

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El comunicado final sobre la pelea contra el terrorismo acordado entre todos los líderes mundiales congregados en la cumbre del G-20 en Antalya, un balneario del sur de Turquía, consta de nueve puntos muy genéricos para facilitar el consenso. El documento sirve sobre todo para expresar la condena unánime e inequívoca de todos los mandatarios ante "todos los métodos y prácticas del terrorismo" y para señalar que esas actuaciones "no pueden ser justificadas bajo ninguna circunstancia". También subraya que el terror "no debe ser asociado con ninguna religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico".

Los países que forman el G-20 y que sostienen el 85% de la economía mundial constatan además que esta lucha contra el terrorismo es una prioridad y renuevan su decisión de trabajar unidos en distintos aspectos para prevenir nuevos ataques. El texto pactado insiste varias veces en la necesidad de aumentar la cooperación y la solidaridad de todos en ese objetivo y reitera el reconocimiento al papel central que debe jugar Naciones Unidas, bajo el paraguas de las leyes internacionales, las leyes sobre derechos humanos y los refugiados, las convenciones internacionales, y las resoluciones acordadas en el Consejo de Seguridad y la Estrategia contra el Terrorismo de la ONU (fundamentalmente la 2178).

Una fuente oficial de la oficina de David Cameron informó de que el primer ministro británico había aprovechado una cita bilateral que ha mantenido durante la cumbre del G-20 con Vladimir Putin para demandarle que se vuelque más en la pelea contra el Estado Islámico y también añadió que el presidente ruso había admitido que estaba buscando la manera de hacer más cosas en ese sentido. "Los recientes acontecimientos trágicos en Francia muestran que debemos unir esfuerzos en la prevención del terrorismo", fue la frase que esa fuente atribuyó a Putin, al que se ha reprochado que no colabora suficiente contra esa amenaza.

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Los aspectos en los que los dirigentes de las grandes naciones mundiales quieren mejorar para abordar ese reto son la cooperación y el intercambio de información y la congelación de los bienes de los terroristas, criminalizar la financiación del terrorismo y robustecer las sanciones contra los regímenes relacionados con la financiación del terrorismo. El G-20 llama así además al Grupo de Acción Financiera contra el Lavado de Dinero (Financial Action Task Force on Money Laundering, FATF), creado por el G-7 en 1989, a implementar e incrementar medidas, instrumentos y recomendaciones en ese sentido.

Tras lo ocurrido en París, los miembros del G-20 se muestran también preocupados por el florecimiento de componentes extranjeros entre los grupos terroristas y la extensión de las amenazas a sus países de origen, tránsito y destino. Para afrontar ese fenómeno también se propone incrementar la cooperación y el desarrollo de más medidas preventivas, incluyendo compartir información y un mejor control de las fronteras para detectar los posibles viajes de esos elementos y responder apropiadamente. "Trabajaremos juntos para fortalecer la seguridad en la aviación global", se específica en el apartardo ocho del documento.

El Gobierno español que preside Mariano Rajoy se mostró muy activo en estos dos días de la cumbre en Antalya para que en el texto final se hiciera alguna referencia expresa a las víctimas del terrorismo. La cita figura en el primer párrafo: "Extendemos nuestras más profundas condolencias a las víctimas de los ataques terroristas y a sus familias". En el último punto se recuerda, además de la obligación de aumentar la cooperación y solidaridad internacional en esta disputa, que "siempre se recordará a las víctimas de estos ataques". Rajoy utilizó su discurso, en la cena del lunes, para ofrecer la experiencia de España, de sus fuerzas de seguridad y de inteligencia, como modelo o ejemplo a seguir en algunos apartados que se pueden mejorar contra el terrorismo islamista.

Rajoy elude comprometer tropas sobre el terreno

J. CASQUEIRO, Antalya

El presidente español, Mariano Rajoy, que asistió este lunes a la cumbre del G20 en Turquía, también defendió, como el Reino Unido y como Rusia —aunque en este caso por otras razones—, arreglar primero los problemas internos en Siria antes de pensar en proponer en las Cortes un despliegue de tropas españolas. “Es un tema muy serio, las cosas hay que pensarlas, hay que coordinarse muy bien con los aliados y cuantas menos opiniones demos en esta materia, pues mejor”, reflexionó Rajoy cuando se le preguntó qué le parecían las posiciones de los partidos españoles sobre una hipotética intervención en Siria.

Los atentados de París y la respuesta unilateral de Francia bombardeando Siria han llevado a los líderes políticos en España, en vísperas de la campaña, a situarse sobre cómo afrontar ahora ese conflicto. El socialista Pedro Sánchez, que firmó con Rajoy un pacto de Estado antiyihadista que ahora se podría ampliar a otras fuerzas políticas, aclaró ayer que respaldaría una respuesta de fuerza común de toda Europa bajo la legalidad internacional. El candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, abundó en esa idea de apoyar una intervención de la OTAN con el respaldo de la ONU. Podemos propuso crear un Consejo de la Paz y siete puntos para acabar con la guerra, en primer lugar con un embargo de armas.

El ministro del Interior, Jorge Fernández, reafirmó este lunes que España solo actuaría llegado el caso bajo el mandato de la ONU y con el aval del Congreso, como está previsto. Rajoy, sin embargo, fue más ambiguo. Tras insistir en que la situación en Siria es “muy compleja” abundó en que “lo primero que se necesita es un acuerdo de toda la comunidad internacional que todavía no se ha producido” y recalcó que su prioridad “para luchar contra el terrorismo es resolver el problema de Siria”.

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