Santos: “Lo sucedido en Venezuela merece la condena del mundo entero”

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha asegurado este viernes que el asesinato del dirigente opositor venezolano Luis Díaz, tiroteado el pasado miércoles durante un mitin electoral, merece "la condena del mundo entero". Además, el mandatario confió en que las elecciones del próximo 6 de diciembre se celebren sin violencia. De esta forma, Santos rompe el silencio que mantenía sobre la política de Venezuela, después de la crisis de la frontera -que permanece aún cerrada- que se desató a mediados del pasado mes de agosto.

"Esto que sucedió en Venezuela merece por supuesto la condena del mundo entero. Ese asesinato no tiene ninguna justificación, esperamos que se haga la investigación del caso, que los responsables sean judicializados y hacemos votos para que ojalá no tengan unas elecciones con violencia. Venezuela necesita unas elecciones transparentes y sin violencia", ha asegurado Santos en un acto en Colombia.

El presidente colombiano se ha mantenido al margen públicamente en los últimos meses de la situación política que se vive en el país vecino. Ni siquiera después de que el preso político Leopoldo López fuese condenado a casi 14 años de cárcel el pasado septiembre, el mandatario colombiano se expresó como lo ha hecho esta vez. Entonces, aseguró en una entrevista con CNN posterior a la sentencia que le había dicho a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, que lo mejor era que liberase a López. Poco antes de que Santos se pronunciase condenando el asesinato del miércoles, la esposa de López, Lilian Tintori, presente en el mitin que terminó en tragedia, había pedido ayuda al Gobierno colombiano de cara a los comicios del 6 de diciembre.

Las relaciones entre Colombia y Venezuela pasan por su peor momento desde que Santos llegase al poder en 2010 y lograse reconducirlas, después de la nula relación entre su predecesor, Álvaro Uribe, y el entonces líder venezolano Hugo Chávez. El motivo es la decisión de Maduro de cerrar paulatinamente la frontera con Colombia, que inició en agosto. Unos 20.000 colombianos regresaron a su país, 2.000 de los cuales fueron deportados por las autoridades venezolanas, lo que desató una crisis humanitaria para Colombia.

Con la condena al asesinato del dirigente opositor del miércoles, Santos se une a diversos organismos latinoamericanos como Unasur o la Organización de Estados Americanos (OEA). Además, va en consonancia con la decisión del presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, que ha pedido suspender a Venezuela de Mercosur por la persecución a los dirigentes opositores.