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“Es un milagro haber encontrado a mi mamá con vida”

El 119º nieto recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo agradece a su madre por haberlo buscado

Mario Bravo, que hace 38 años fue uno de los cientos de bebes robados por la última dictadura militar de Argentina (1976-1983), se reencontró este martes en Buenos Aires con su madre, Sara, de 56 años. No se veía desde que los uniformados arrancaron al pequeño Mario del vientre de aquella mujer detenida en forma ilegal en una cárcel de la provincia norteña de Tucumán.

“Es un milagro que haya encontrado a mi mamá con vida”, contó Mario en una rueda de prensa en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, la organización no gubernamental que ya ha recuperado 119 nietos robados por el régimen. “Tengo que aprovecharlo y (tienen que) aprovecharlo mis hijos. Aprovechar la vida que nos depara la vida ahora para adelante. Agradecer a Dios. Todo es por algo”, añadió el joven.

Eso que Mario llama “milagro” ha sido fruto del trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo, entidad que también reconoce la labor de los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. “Ese bebé en su vientre, al que 'ahijó' durante su detención y también después, a quien imaginó como un varón toda su vida, al que buscó primero en soledad y luego con el apoyo del Estado, hoy conoce la verdad”, expresó la organización que preside Estela de Carlotto.

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Sara trabajaba en un hotel de Tucumán y regresaba una madruga de julio de 1975 cuando fue secuestrada por las fuerzas de seguridad. Aún había un gobierno democrático en el poder, en el de Isabel Perón, pero esta presidenta ya había ordenado para entonces “aniquilar la subversión” y había montado el Operativo Independencia para derrotar a la guerrilla del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en Tucumán. Sara primero estuvo en una comisaría, después en la jefatura policial tucumana y finalmente en una prisión. Unos diez u 11 meses después de su secuestro dio a luz y tuvo a Mario. Ella ya tenía dos hijos previos y después engendró cuatro más. Pero al pequeño bebé ni lo pudo ver. “A pesar de las condiciones extremas en las que lo gestó y alumbró, Sara siempre consideró como su hijo a ese bebé que le arrebataron, al que no llegó a conocer pero escuchó llorar segundos después de parir”, relató Abuelas de Plaza de Mayo.

En noviembre de 1976, cinco o cuatro meses después de dar a luz, Sara fue liberada y arrojada en una de las plantaciones de cañar de azúcar típicas de Tucumán. “Sara, lógicamente, vivió atemorizada por el martirio que le tocó vivir. Treinta años más tarde, a través de una persona conocida y acompañada por la agrupación HIJOS (de desaparecidos), se puso en contacto con la Secretaría de Derechos Humanos de Tucumán, en 2004. En 2006 se contactó con la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y allí tomó intervención la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI). En 2007 su sangre fue ingresada al Banco Nacional de Datos Genéticos con la esperanza de dar con el paradero de su hijo”, explicó la asociación Abuelas.

Se calcula que falta encontrar más de 300 bebes, ahora jóvenes, robados por la dictadura

Mario, mientras tanto, acabó en un pueblo de otra provincia, Santa Fe, donde vive todavía. “El joven fue haciendo su propia búsqueda. Desde muy chico sospechaba que no era hijo de quienes lo criaron y si bien a él nunca le confirmaron esta duda, personas de su entorno sí conocían su situación. Inscripto como nacido en 1977, sus dudas fueron creciendo con el tiempo”, explicaron las Abuelas de Plaza de Mayo.

Mario agradeció este martes “a todos los que componen Abuelas y Conadi”: Todos son un engranaje en una gran fábrica que va despacito, como un reloj, pero todo funciona y dan una contención impresionante. Todo da fuerza para que uno venga y diga 'quiero saber, quiero seguir'. Y por qué no tomar la posta a su manera, como se pueda, humanamente, por otros. Porque hay muchos todavía, lamentablemente". Se calcula que falta encontrar más de 300 bebes, ahora jóvenes, robados por la dictadura.

“Ves pasar una película de tu vida en blanco y negro”, continuó el joven. “Hoy te tocó a vos. Y cuando te encontrás con tu mamá, es emocionante. Y pensás que también te buscaban, que le faltaste a esa familia durante todos esos años. Ahora hay que ser positivo, pensar para adelante. Lo que pasó es muy feo, pero ya está. Ahora tengo seis hermanos y sobrinos y mucho gasto para Navidad", bromeó. "Lo que venga, es lindo”, agregó.

Sara es la quinta madre que recupera su bebe robado por el régimen

Sara, que ha preferido mantenerse al margen de la prensa y preservar su apellido en el anonimato, es la quinta madre que recupera su bebe robado por el régimen. También hubo un padre al que le ha sucedido lo mismo. No obstante, la mayoría de los progenitores está desaparecido.

Carlotto destacó que “estas cosas no pasan por milagros, soledad o magia, pasan porque hay un pueblo, el argentino, que en paz, sin violencia, va abriendo caminos que asombran al mundo entero”. Su institución advirtió: "Hoy, que desde algunos sectores políticos, mediáticos y judiciales se intenta dar voz a la idea de reconciliación (con los militares), se evidencia una vez más la necesidad de profundizar las investigaciones. Aún hay desaparecidos con vida y graves delitos por juzgar”.

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