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EE UU y Europa se unen para cerrar el acuerdo del clima

Las dos grandes economías, junto a otros 79 países, envían propuestas conjuntas

Manuel Planelles
Manifestación de niños en la Cumbre de París.
Manifestación de niños en la Cumbre de París.J. NAEGELEN (REUTERS)

Estados Unidos y Europa han emprendido una estrategia común de negociación del pacto contra el cambio climático en París. Estas dos grandes economías, junto a otros 79 países, decidieron ayer enviar propuestas conjuntas dentro del proceso de negociación del texto, que anoche seguía encallado en los debates sobre la financiación y la diferenciación por países que deberán hacer un mayor esfuerzo siguen como principales escollos. Se forma así un bloque negociador de 108 Estados, en el que no hay distinción entre ricos y pobres.

Antes de que comenzara la Cumbre del Clima de París, una de las mayores preocupaciones de la UE era que China y Estados Unidos pudieran forjar una alianza para que saliera un tratado descafeinado contra el cambio climático. De hecho, las dos principales economías llegaban con un pacto previo sobre el calentamiento firmado hace un año. Pero, según fuentes de la delegación europea, China en las negociaciones de París está buscando un acuerdo “poco ambicioso”, es decir, que se ciña solo a aquel texto y a otro que acordó con el presidente de Francia, François Hollande, hace unas semanas. Europa cree que esa opción daría como resultado un pacto poco concreto y ambicioso.

La estrategia europea durante la cumbre ha sido intentar forjar una alianza entre el mayor número de países posible. Primero, cerró un pacto con 79 Estados vulnerables de África, Caribe y Pacífico. Luego, sumó a Estados Unidos. Y ayer este nuevo bloque decidió enviar a la presidencia de la cumbre, que está en manos de Francia como anfitriona, un paquete de propuestas conjuntas para incorporar al texto.

Ayer continúan latentes en las negociaciones los problemas de diferenciación, un concepto por el que son los países ricos los que deben asumir el mayor peso de los esfuerzos en la reducción de emisiones, y en la financiación para que los Estados más pobres puedan adaptarse al cambio climático. Esa diferenciación no situaría a la vanguardia a China e India, dos de las cuatro economías del mundo que más gases de efecto invernadero emiten a la atmósfera. En teoría, la cumbre debería acabar este viernes. Pero China ya reconoció que es posible que dure hasta el sábado. Durante la noche de ayer, continuaron las negociaciones.

Para ganarse el apoyo de EE UU, Europa ha tenido que ser flexible en una de sus reivindicaciones: que los objetivos nacionales de reducción de emisiones no aparezcan como legalmente vinculantes en el acuerdo. Pero se busca una salida: que esos objetivos sí que tengan que estar dentro de una ley nacional de cada firmante del acuerdo. El Gobierno estadounidense, que no controla el Senado, rechazaba la vinculación legal ante el riesgo de no poder confirmarlo. EE UU firmó en los noventa el Protocolo de Kioto, pero nunca llegó a ratificarlo.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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