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Condenados dos exsecretarios kirchneristas por un accidente de tren

Los funcionarios del Gobierno de Cristina Fernández deberán ir a prisión hasta ocho años por el choque de la estación porteña de Once

Familiares de las víctimas del accidente en la estación Once exigen justicia.
Familiares de las víctimas del accidente en la estación Once exigen justicia.MARCOS BRINDICCI (REUTERS)

Dos exsecretarios de Transporte del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) fueron condenados a prisión como responsables del accidente ferroviario de la estación de Once, en Buenos Aires, en 2012, en el que murieron 51 personas. Aquel fue uno de los peores choques de trenes de Argentina en 42 años.

Quien era secretario de Transporte en ese momento, Juan Pablo Schiavi, fue sentenciado a ocho años de cárcel. Su antecesor, Ricardo Jaime, deberá permanecer seis años recluido. Jaime acumulaba ya otras dos penas por corrupción, pero aún sigue libre mientras las apela ante tribunales superiores. Este exsecretario es uno de los kirchneristas con más causas en su contra.

Los hermanos Cirigliano, empresarios dueños de la compañía concesionaria del tren accidentado, también fueron condenados por el choque. Uno a nueve años de prisión y el otro, a cinco.

El accidente de Once marcó un punto de inflexión en la política argentina. Cristina Kirchner acababa de lograr su reelección con el 54% en 2011 por la bonanza económica de aquel tiempo, pero el choque puso en evidencia que, pese a ese crecimiento, el Estado y el sector privado habían invertido poco en infraestructura.

A las 8.33 de la mañana del 22 de febrero de 2012, un tren de cercanías llegaba desde la zona oeste del Gran Buenos Aires (periferia de la capital argentina) cargado de trabajadores. El chófer no pudo frenar en los últimos 40 metros antes de arribar a la estación terminal de Once y chocó contra el paragolpes de contención a 20 kilómetros por hora. Los vagones se inscrustaron unos contra otros. Unos 51 pasajeros murieron y otros 789 resultaron heridos. El entonces secretario Schiavi tuvo dos frases desafortunadas para explicar el accidente: "Esto pasa por cómo somos los argentinos, que nos queremos bajar primero para salir antes. Si esto pasaba ayer (día festivo), hubiera sido mucho menor”. Después pidió disculpas por lo dicho.

Pero el peso de la tragedia de Once le costó el cargo al secretario de Transporte y terminó con la luna de miel del inicio del segundo Gobierno de Cristina Kirchner. Durante tres años los familiares de las víctimas del accidente se manifestaron en demanda de justicia. En las redes sociales muchos ciudadanos, incluidos personajes públicos, se han identificado con la etiqueta #22F, por la fecha del choque. El accidente llevó a que el kirchnerismo, que llevaba entonces ocho años en el poder, comenzara a invertir en trenes nuevos de China, después de haber experimentado con la compra de locomotoras y vagones usados de España y Portugal que muchas veces no podía ser reparados y quedaban arrumbados en talleres. La adquisición de esos trenes viejos despertó sospechas de corrupción

Schavi y su antecesor Jaime fueron condenados por administración fraudulenta y estrago culposo. Además de los hermanos Cirigliano, unos 17 empleados de su empresa fueron sentenciados también. El tribunal además pidió este martes que se investigara la responsabilidad penal del que fue ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios durante los 12 años de kirchnerismo, Julio de Vido. Se trata de uno de los hombres más poderosos y de confianza del anterior Gobierno argentino.

En un acto a la salida de los tribunales, los familiares de la víctima mostraron su satisfacción por el fallo. "Es el resultado de una lucha muy larga", dijo uno de los que encabezó la batalla por la justicia, Paolo Menghini, padre de Lucas, que perdió la vida en el tren a sus 20 años. "Es lo que esperábamos. Hoy la justicia le ha dado una lección a la corrupción y a los que no creen en ella; a los corruptos que se creían impunes; a los que cubrieron a estos delincuentes y al poder político que nos mira desde (la provincia sureña de) Santa Cruz (la de los Kirchner). Hemos aportado el cuerpo y lucha. El amor que dimos en vida se ha replicado en cada día de este camino, pero ahora se inicia otro camino hasta que las condenas queden firmes", prometió Menghini. Los 21 condenados apelarán la sentencia y mientras tanto seguirán libres.

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