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El exministro Joaquim Levy será director financiero del Banco Mundial

El exministro brasileño de Economía dimitió en diciembre después de estar en desacuerdo con las políticas económicas de Rousseff

El ministro Joaquim Levy durante la entrevista, el miércoles, en su despacho.
El ministro Joaquim Levy durante la entrevista, el miércoles, en su despacho. mauricio pisani

El exministro de Economía brasileño, Joaquim Levy, será el futuro director financiero del Banco Mundial, con sede en Washington. Sustituirá en el cargo al francés Bertrand Badré, que ejerce esta función desde 2013. Por encima de Levy en el Banco Mundial sólo estará el actual presidente, Jim Yong Kim. El anuncio oficial será efectuado el próximo lunes, pero el representante brasileño del FMI, Otaviano Canuto, se adelantó el viernes a dar la noticia durante un debate celebrado en Washington. La nominación no viola la legislación brasileña referente a las restricciones que los cargos públicos tienen a la hora de retornar a su actividad laboral debido a que el Banco Mundial no es una institución privada.

Levy, el todopoderoso ministro de Economía brasileño desde enero de 2015, respetado por los mercados y considerado por ellos un aval de ortodoxia económica dentro del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, dimitió el pasado 18 de diciembre, tras una marea de rumores e incertezas sobre su destino. La causa última de su marcha –que se venía fraguando desde hacía meses- fue la progresiva –y a la postre fatal- falta de sintonía entre él y la presidenta. Por lo general, en medio de la crisis que atraviesa Brasil, Levy era partidario de recortes aún más profundos y Rousseff, presionada desde su partido, el Partido de los Trabajadores (PT), no le daba el visto bueno. El último y definitivo desencuentro entre la presidenta y el ministro de Economía ocurrió el a mediados de diciembre, con la aprobación del presupuesto para 2016. Levy consideraba que debía reservarse el 0,7% del PIB brasileño, esto es, 42.800 millones de reales (11.900 millones de dólares) para enjugar deudas; el Congreso, con la anuencia del resto del Gobierno, aprobó sólo reservar el 0,5%, es decir, 30.580 millones de reales (8.308 millones de dólares). La diferencia estribaba entre recortar o no recortar uno de los programas sociales más populares del Gobierno de Rousseff (y anteriormente de Lula), el denominado Bolsa Familia, destinado a los hijos de familias pobres en edad escolar. A partir de ahí, Levy se sintió desautorizado y tardó tres días en anunciar su dimisión.

Ahora, Levy, un economista formado en la escuela de Chicago, volverá a EEUU, donde viven su mujer y dos hijas.

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