El debate ha concluido. El siguiente tendrá lugar una vez pase el caucus de Iowa.
Putin ha aparecido en el debate. ¿Cómo es su relación con él? "Interesante...", responde.
Sobre Siria, ninguno de los candidatos enviaría tropas estadounidenses. Sanders dice que a prioridad es derrotar a ISIS, con la colaboración de todos los países posible.
Acuerdo con Irán en materia nuclear. Clinton se siente "orgullosa", aunque dice que hacen falta más "buenos días" (usando las palabras que usó Obama por la mañana) y asegurar que las condiciones del acuerdo (que suponen el levantamiento de sanciones) se aplican según lo acordado.
La estrategia se O"Malley se basa en exponer su gestión como gobernador de Maryland (2007-2015) y los éxitos del Estado para explicar lo que haría si llegara a la Casa Blanca.
Sanders ataca a Clinton donde le duele, en su cercanía al establishment. Le reprocha haber cobrado altas cantidades de dinero de Goldman Sachs por charlas.
O"Malley defiende que él sería más duro con la banca de lo que podría ser Hillary Clinton.
Clinton responde que está de acuerdo en que no haya ningùn banco demasiado grande para caer ni nadie demasiado poderoso como para evitar la cárcel, pero defiende la reforma financiera de Obama, quien, dijo, sacó a Estados Unidos de la Gran Recesión y del colapso financiero.
Sobre la banca, Sanders advierte de que sigue habiendo demasiado poder concentrado en pocas instituciones, con muchos recursos, lo que mantiene la existencia de bancos "demasiado grandes para caer", que tienen que ser rescatados por el Estado en caso de problemas.
El debate entra en los jóvenes: la precariedad del empleo y los costes de la educación. Sanders arrastra a este colectivo.
El debate se está centrando esencialmente en el pulso entre Clinton y Sanders. La exsecretaria de Estado ha subido el tono frente a los debates anteriores. Sanders dice que el partido necesita reformarse.
"Estamos pagando los precios más altos del mundo por prescripciones médicas", replica Sanders, a modo de ejemplo. Pero Clinton insiste en que el programa sanitario de Obama es uno de los mayores logros de su gobierno.
"Respeto las intenciones de Sanders" en salud, dice Clinton, pero defiende que el partido demócrata ha logrado ya un camino para la sanidad universal y no quiere que losrepublicanos los echen abajo si se prueban nuevas vías.
Sanders critica la precariedad, la pobreza laboral y carga contra el hecho de que muchos estadounidenses carguen con antecedentes penales por marihuana, frente a graves delitos económicos por parte de grandes corporaciones.
Clinton echa en cara la votación que Sanders hizo en 2005 en favor de los fabricantes de armas. "Me alegro de que haya cambiado de opinión", dice. La candidata endurece el discurso contra su rival conforme se acerca Iowa.
El moderador ha preguntado cuáles serán las prioridades en sus primeros 100 días de mandato. Todos han puesto el acento en un crecimiento más equilibrado y un freno a la enorme desigualdad que castiga a EE UU.
El el exgobernador de Maryland Martin O"Malley, el que menos opciones tiene en la carrera, destaca la necesidad por "un nuevo liderazgo". Se presenta diciendo su nombre. Es el menos conocido.
"Tenemos un sistema corrupción de financiación de las campañas", dispara Bernie Sanders en su intervención inicial. El más progresista de los tres precandidatos critica la influencia de los millonarios en la política.