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Los defensores del menor de la UE piden proteger a los niños refugiados

Europa registró el año pasado 337.000 menores como solicitantes de asilo, un 29% del total

Isabel Ferrer
Un refugiado sostiene a su bebé cerca de la estación de trenes de Presevo, Serbia, el pasado miércoles.
Un refugiado sostiene a su bebé cerca de la estación de trenes de Presevo, Serbia, el pasado miércoles.DIMITAR DILKOFF (AFP)

La crisis de los refugiados afecta especialmente a los niños. Viajan a Europa solos o acompañados de sus familias, pero están expuestos a convertirse en víctimas de los traficantes de personas, desaparecer en los círculos de la prostitución, sufrir malos tratos e incluso morir.

La Red Europea de Defensores Europeos del Menor indica que en 2015 llegaron a Europa un millón de refugiados por el Mediterráneo. Entre ellos, hay 337.000 niños registrados como solicitantes de asilo (un 29% del total), según Eurostat, la oficina europea de estadística. A pesar de que constituyen el grupo más vulnerable de migrantes ilegales, crecen las voces que denuncian que la UE no hace lo posible por ayudarles. “Son solo son una nota a pie de página en las normas comunitarias aplicadas hoy para afrontar un auténtico éxodo humano”, asegura Marc Dullaert, ombudsman holandés para los menores. Él ha presentado este lunes un informe en el que pide, junto con sus colegas de otros 34 países, un Plan Europeo de Actuación para los Niños en Tránsito.

Incluido en una nota remitida a los líderes comunitarios, el Plan recuerda primero que un 30% de los migrantes ahogados en las costas europeas son niños. “Los que arriban, padecen sufrimientos físicos y psíquicos sin que se haya asegurado su acceso a una vivienda segura, la educación o expertos que les ayuden a superar sus traumas”, afirman estos expertos. “Los retrasos que ello causa en su desarrollo son inaceptables y hay incluso países que despliegan diversas especies de centros de detención para los pequeños que viajan en estas condiciones”, agregan en el texto.

Por eso exigen a las autoridades europeas que los niños sin acompañante y las familias ocupen antes que nadie los alojamientos temporales. Los centros, además, tienen que disponer de calefacción, agua caliente, mantas, ropa adecuada, asistencia médica y zonas de juego seguras. También es preciso que haya dormitorios separados para hombres solos y para mujeres con niños. Parecen exigencias mínimas, pero afirman que “la UE vulnera los derechos del menor protegidos por Naciones Unidas”. Se refieren a la Convención de los Derechos del Niño de 1989, que establece la igualdad de derechos entre ellos y los adultos, “y la especial protección que merecen los primeros por no haber alcanzado su pleno desarrollo físico y mental”.

Para evitar retrasos en la ubicación de los migrantes, los defensores proponen elaborar un listado “a escala comunitaria” con los datos de los infantes. Facilitar la reunificación familiar cuando llegan solos, y condicionar la ayuda al desarrollo a terceros países “a que aseguren el derecho a la educación y protección de los menores”, mejoraría su futuro en su propia tierra. Asegurarse de que están protegidos en “zonas calientes”, como Italia y Grecia, y el intercambio de datos y la colaboración entre las instancias dedicadas a la protección de la infancia en los distintos países de paso mejoraría su seguridad.

Un ejemplo de lo que puede ocurrir si no son protegidos desde el principio se encuentra en la propia Holanda. La policía ha abierto ya 47 investigaciones sobre el posible tráfico de personas en torno a los centros de refugiados dispuestos en todo el país. Un centenar de policías han empezado a patrullar por las zonas para evitar que puedan ser captados.

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