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“Si la UE se reformula, no creo que Reino Unido pueda ser más rico fuera”

Osborne no cree que las concesiones al Gobierno británico creen una UE a la carta

Osborne junto a su homólogo italiano, ayer en Roma.
Osborne junto a su homólogo italiano, ayer en Roma.ANGELO CARCONI (EFE)

George Osborne, ministro de Hacienda británico, viajó este miércoles a Roma para reunirse con su homólogo italiano, Pier Carlo Padoan. Entre los temas de la reunión, analizaron el borrador del acuerdo para la reforma de la Unión Europea, propuesto el martes por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ante la eventualidad del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión, que podría celebrarse este mismo año. La Repubblica (miembro de la alianza de diarios LENA a la que pertenece EL PAÍS) lo entrevistó en Villa Wolkonsky, pocas horas después de una reunión en el Aspen Institute.

PREGUNTA. Empecemos por ese borrador de acuerdo. ¿Cree usted estar en condiciones de alinearse ahora en favor de la permanencia de Reino Unido en la UE?

RESPUESTA. Creo que la propuesta es una buena base para que pueda alcanzarse un acuerdo en un próximo Consejo Europeo. Todavía quedan detalles que han de ser resueltos, pero ofrece un plan para una Europa reformada, y sobre la base de un plan [de este tipo] nosotros estaríamos en situación de proponer a los ciudadanos británicos la conveniencia de permanecer en una UE reformada. Pero este plan no sólo es positivo para Reino Unido, sino que creo que lo es también para Italia y para los otros Estados miembros, ya que compromete a la UE a volverse más competitiva y a resolver el problema de la relación entre quienes están dentro del euro y quienes están fuera.

P. Como ministro de Hacienda, ¿cree que Reino Unido puede prosperar fuera de la UE, o es consciente de los costes de la salida, por ejemplo, el riesgo de una crisis monetaria de la libra?

R. La cuestión no es si Reino Unido podría sobrevivir fuera de la UE, sino si podemos ser más ricos y estar más seguros, y si la UE en su conjunto puede reformularse para mejorar. Creo que si alcanzamos estas reformas, la respuesta sería no. La buena noticia es que estamos hablando en una semana en la que el presidente del Consejo Europeo ha planteado algunas buenas propuestas, con ciertos detalles aún por resolver.

P. Existe el riesgo de que este sea el comienzo de una UE "a la carta", en la que, al igual que Reino Unido puede escoger lo que prefiere, a continuación podría hacerlo también Francia, optando por cosas que a ustedes no les convengan. ¿Cómo responde a esta crítica?

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R. No todos los países de la UE están avanzando en la misma dirección, y por eso mismo resulta tan significativo este plan. Podemos conseguir una UE que prospere, pero en la que los Estados miembros no se sientan obligados a tomar parte en todos los proyectos europeos. El plan consiste en que Reino Unido no ponga obstáculos en el camino hacia una mayor integración de la zona euro, pero tampoco esté obligado a formar parte de esa integración, además de ver asegurados sus derechos. Es un buen acuerdo para Italia, por los otros miembros de la zona euro, y lo es para Reino Unido.

P. Reino Unido optó por mantener su moneda y, durante la crisis, se ha decantado sobre todo por la reducción del gasto. Muchos países europeos, entre ellos Italia, entraron en el euro, perdiendo así el control completo de sus bancos centrales, y se han orientado en su mayoría por aumentar los impuestos. La recuperación en el Reino Unido ha sido más fuerte que en otros lugares. ¿Cree usted que esto justifica sus recetas económicas?

R. Cada país debe tomar sus propias decisiones, pero para tener una economía fuerte y dar a los empresarios la seguridad que necesitan para crear puestos de trabajo e invertir es crucial hacerles saber que el país tiene las cuentas públicas bajo control. Uno de los desafíos para la zona del euro ha sido el papel del banco central, pero creo que su presidente, Mario Draghi, lo ha resuelto bien, actuando con el BCE como lo hizo el Banco de Inglaterra o la Reserva Federal para sostener la economía europea cuando daba señales de debilidad.

P. El periódico Times publicó recientemente en primera plana que Italia había demostrado al Reino Unido cómo comportarse con Google. ¿Se arrepiente del acuerdo que se firmó con Google?

R. Hay un principio importante en Gran Bretaña, la confidencialidad de los contribuyentes. El ministro de Hacienda no conoce los asuntos fiscales de un individuo o de una empresa a menos que estos no los hagan públicos, como es el caso de Google. No puedo comentar lo que se hace en otros países, pero nosotros estamos cobrando los impuestos que podemos exigir legalmente, y yo estoy trabajando para cambiar las leyes, de modo que podamos cobrar impuestos a las empresas que tratan de sacar artificialmente sus ganancias fuera del país.

P. ¿Cuánto le preocupa la economía mundial?

R. Hay un cóctel peligroso, sin duda, para la economía mundial. Problemas en China, volatilidad de los precios del petróleo, algunos datos débiles de los Estados Unidos... Algunas cosas son básicamente positivas para la economía británica e italiana [como] la caída de los precios del petróleo, aunque suponga un reto para el sector energético. [Pero] no hay duda de que a principios de 2016 el mundo se halla en una situación más difícil que en 2015.

P. ¿Y la situación de los bancos italianos?

R. Siento el mayor respeto por la forma en la que el Gobierno italiano está tratando de abordar estas cuestiones y espero que pueda encontrarse una solución que sea aceptable para las autoridades europeas, entre otras cosas porque, si no se resuelven estos problemas con la banca, puede llegar a crearse una situación muy difícil para la economía, como sabemos bien en el Reino Unido.

P. David Cameron ha dicho que no volverá a presentarse como candidato al final de este mandato. ¿Está usted considerando la posibilidad de postularse como su sucesor?

R. De momento estoy concentrado en mis tareas de ministro. Tenemos que asegurarnos de contar con el plan económico adecuado en un entorno global difícil y de lograr un acuerdo sobre la UE justo para Gran Bretaña. Tengo ya bastante de lo que ocuparme por ahora.

P. ¿Y en el futuro?

R. Volveré a esta hermosa ciudad de Roma y entonces responderé a su pregunta. No me hacen falta excusas para volver a Roma.

© La Repubblica. Traducción de Carlos Gumpert.

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