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Las redes sociales, el escenario de la polarización boliviana

Si un observador se limitase a navegar por Internet, creería que Morales es sumamente impopular, lo que contradicen las encuestas

Evo Morales, este miércoles en El Alto.
Evo Morales, este miércoles en El Alto.Juan Karita (AP)

El referendo de este domingo ha vuelto a polarizar a la sociedad boliviana en el mismo grado que diez años atrás, cuando se produjo la primera victoria electoral de Evo Morales. Las encuestas indican que el país está dividido en dos mitades, una a favor y otra en contra de la reforma constitucional que permitiría postular por cuarta vez al presidente en 2019. El enfrentamiento se expresa sobre todo en las redes sociales, pues las condiciones para hacer propaganda electoral en otros medios se hallan restringidas por la ley electoral.

En las redes sociales el “sí” y el “no” son motivo de una defensa airada y hasta agresiva, siendo el opositor “no” el que más suena en ellas, porque el acceso a Internet está acotado a las clases media y alta de las ciudades, que, aunque a lo largo de esta década votaron por el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), nunca estuvieron del todo persuadidas por él, y ahora han vuelto a su posición inicial de rechazo. La razón principal que esgrimen, en unos memes y estados de Facebook de un tono subidísimo, es la supuesta corrupción del Gobierno.

Uno de los temas preferidos ha sido la trama del Fondo Indígena, un organismo de financiamiento de las comunidades rurales que terminó entregando dinero a las cuentas personales de algunos dirigentes indígenas, todos ellos del MAS. Cuando hace una semana Morales aceptó haber tenido un hijo –el cual falleció– con Gabriela Zapata, una lobista de las empresas chinas que trabajan para el gobierno, las redes simplemente explotaron, engolosinadas con los detalles del caso. En su única aparición en televisión, Zapata señaló que los cibernautas habían acabado con su honra y arrebatado su derecho a la privacidad. Fue en Facebook donde apareció una foto del presidente posando con ella en el carnaval de 2015, la cual es importante porque Morales aseguró que no la había vuelto a ver después de 2007, cuando supuestamente su relación terminó. Y fue de la cuenta de Facebook de Zapata –que esta pronto cerró– de donde periodistas y políticos sacaron información que mostraba la cercanía de ella con el gobierno después de esta fecha.

Si un observador se limitase a navegar en las redes, creería que Morales y su Gobierno son sumamente impopulares, lo que contradicen las encuestas de favorabilidad realizadas fuera del mundo virtual. Sin embargo de este sesgo, una comparación del tono de los mensajes de esta campaña con el que primó en la de 2014 evidencia que la reputación del Gobierno ha quedado muy deteriorada por los casos de corrupción mencionados, y se está produciendo un distanciamiento de las clases medias del MAS. Los esfuerzos de la campaña del “sí” por mostrar las realizaciones del gobierno resultan naif en un contexto como el descrito y son poco replicados. Esto es más notorio en La Paz, ya que en otras ciudades los escándalos están llegando apagados y con retraso.

Eliana Quiroz, una de las más importantes especialistas bolivianas en Internet, posteó en su muro: “Lo que está pasando en el caso ‪#‎GabrielaZapata genera argumentos para regular los contenidos de las redes sociales… Vayamos construyendo contraargumentos para que los políticos… no la tengan fácil”. Y es que, aun si ganara el “no”, los del “sí” seguirán gobernando hasta 2020.

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