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Rubio y Cruz se sitúan como únicas alternativas ante el avance de Trump

El abandono de Bush aclara la carrera tras las primarias de Carolina del Sur

Trump y su familia celebran la victoria en Carolina del Sur.
Trump y su familia celebran la victoria en Carolina del Sur.SPENCER PLATT ((AFP))

Donald Trump es desde este fin de semana más favorito que nunca para la nominación del Partido Republicano a las presidenciales de noviembre. Las elecciones primarias del sábado en Carolina del Sur sirvieron para aclarar la pugna entre los aspirantes republicanos a la Casa Blanca. Tras la retirada de Jeb Bush, Trump solo tiene dos rivales con opciones: los senadores Marco Rubio y Ted Cruz (segundo y tercero, respectivamente). El martes Nevada elegirá al candidato conservador.

Carolina del Sur fue el tercer Estado en votar. Las primarias se palpan en la calle. Este domingo eran objeto de una encendida tertulia en un bar de carretera de Columbia. El Partido Republicano designará en julio al nominado que se enfrentará en las elecciones contra los demócratas Hillary Clinton o Bernie Sanders. Clinton ganó el sábado en Nevada y logró frenar el impulso del socialista Sanders. Carolina del Sur fue la segunda victoria de Trump, que venció en New Hampshire. En Iowa, ganó Cruz y Trump quedó segundo.

Trump —el magnate que ha revolucionado la campaña con su retórica populista contra el establishment político, la inmigración y la globalización comercial— cuenta con 61 de los 1.237 delegados necesarios para hacerse con la nominación. Cruz tiene 11 y Rubio 10. Tras los caucus de Nevada, el 1 de marzo llegará la mejor prueba hasta ahora para calibrar la fortaleza del fenómeno Trump: el llamado supermartes, cuando 12 Estados votan a la vez.

La historia juega a favor del showman neoyorquino, sin experiencia política. En la era moderna, todo republicano que ha ganado New Hampshire y Carolina del Sur se ha hecho con la nominación presidencial. Pero esta es una campaña imprevisible, alejada de las teorías. En vez de hundirlo, los exabruptos de un empresario de hoteles y casinos —los últimos contra el papa Francisco y Apple— lo catapultan. Y los candidatos experimentados que eran inicialmente los favoritos caen uno tras otro ante el vendaval Trump.

Resultados de ‘caucus’ y primarias

Partido Demócrata:

La senadora Hillary Clinton ganó el sábado los caucus de Nevada con el 52,7% de los votos y 19 delegados. Bernie Sanders, senador por el Estado de Vermont y único rival de Clinton, logró el 47,2% y 15 delegados.

Partido Republicano:

El magnate neoyorquino Donald Trump venció en las primarias de Carolina del Sur con el 32,5% de los apoyos y se hizo con los 50 delegados en juego en ese Estado. Marco Rubio quedó en segundo lugar con el 22,5% y Ted Cruz fue tercero con el 22,3%. Jeb Bush, cuarto con el 7,8%, abandonó la carrera hacia la Casa Blanca por sus resultados desfavorables.

El último fue Jeb Bush. Carolina del Sur era la última tabla de salvación para el hijo y hermano de presidentes. Su cuarto puesto, a 14 puntos de distancia del tercero, lo llevó a abandonar. El fin de la campaña del exgobernador de Florida altera los equilibrios de la carrera electoral, en que los candidatos tienen que ir adaptándose a la diversidad de cada Estado y pelear por apuntalar un nicho de votantes.

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Bush era el candidato con más dinero y el favorito del establishment moderado. Los cinco candidatos restantes, sobre todo Cruz y Rubio, pugnarán ahora por atraer a sus votantes y donantes.

Trump se ha beneficiado de que hubiese hasta 17 aspirantes republicanos. Según se reduce el número, crecen los riesgos en su contra. Si los adversarios de Trump se unen pueden derrotarlo. Por ejemplo, si Rubio o Cruz sumaran los votos en Carolina del Sur de dos de los otros tres candidatos —Bush, John Kasich y Ben Carson— superarían a Trump.

Rubio aspira a erigirse en la apuesta del aparato republicano. Se presenta como el candidato joven y de una minoría —44 años y de origen cubano— que permitirá al partido ampliar su espectro de votantes. Pero el senador de Florida no ha ganado ninguna primaria y apenas ha logrado arañar votos a Trump, de 69 años, y Cruz entre el público más conservador.

Cruz también aspira a ser la cara fresca. Tiene un año más que Rubio y también es de origen cubano. El senador de Texas es un conservador ortodoxo que corteja al votante más religioso. Eso le permitió ganar en Iowa, pero en Carolina del Sur Trump lo derrotó entre los cristianos. Tras el supermartes, el voto religioso será menos influyente en las primarias.

Amplia ventaja del magnate en Nevada

El próximo martes, en Nevada, llegará la prueba de una población asalariada y diversa (con un 28% de latinos). La media de las encuestas le da a Trump más de 20 puntos de ventaja sobre Cruz y Rubio. En ese Estado, los senadores competirán por ser la alternativa sólida a Trump.

En Nevada, también hay un voto religioso importante —mormón— que aupó a Mitt Romney en 2012 y que están cortejando Cruz y Rubio. En qué medida ayuda ser latino es más difícil de definir. El voto latino es mayoritariamente demócrata. La rápida transformación demográfica de Nevada ha influido también en los conservadores. El gobernador, republicano, es un hispano de California con poca carga ideológica. Pero lo que vale para ganar el Estado no vale para ganar las primarias, donde votan los más movilizados del partido.

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