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El resultado del referéndum mantiene en vilo a Bolivia

Al mediodía de este martes, 48 horas después de la jornada electoral, aún no se conoce el resultado definitivo

Una propaganda oficial, intervenida en Bolivia.
Una propaganda oficial, intervenida en Bolivia. AIZAR RALDES (AFP)

El recuento de votos del referéndum para modificar la Constitución se está convirtiendo en un galimatías y un quebradero de cabeza para los bolivianos. Este martes al mediodía, 48 horas después de la jornada electoral, aún no se conocía el resultado definitivo de la consulta para modificar la Carta Magna y permitir al presidente, Evo Morales, que se vuelva a presentar a unas elecciones en 2019. Los últimos datos mantienen la victoria del no, aunque el sí ha recortado distancia en el último día. Mientras, la crispación entre el oficialismo y la oposición se mantiene.

Al 87,8% de las actas verificadas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), bajo el sistema de transmisión rápida y segura de actas, el no alcanza el 52,9% de respaldo y el Sí el 47,1%. Los datos muestran una diferencia de 5,8 puntos, mientras que ayer llegaba a 8. La transmisión rápida es una referencia de las actas que han sido fotografiadas y subidas a la página web. Aunque es un conteo oficial del TSE no es el cómputo definitivo, que se realiza a en cada departamento donde se acumula la información de las actas físicas, que llegan a los recintos y pasan por un sistema de validación. Este último sistema es más lento todavía y no ha alcanzado el 50%. En cualquier caso, los dos mecanismos dan una ventaja al no.

Este martes, el vicepresidente del TSE, Antonio Costas, aseguró que a lo largo del día de hoy se tendrá la mayor parte del recuento, incluido el voto exterior, y confía en tener el resultado definitivo a lo largo del miércoles, ya que está habiendo dificultades en el traslado de las actas en algunas zonas donde ha habido lluvias. “Yo creo que va a ser mañana porque, indudablemente, tenemos que hacer la sumatoria de todos los departamentos que es lo que nos va dar la el resultado final”, aseguró Costas en rueda de prensa.

Mientras tanto, la tensión aumenta sobre todo entre ambos bandos. Los partidarios del no a la reelección de Evo Morales hacen “vigilia” delante de los edificios en los que se efectúan los conteos de votos en cada capital. Internautas realizan un seguimiento minuto a minuto de los votos ya escrutados. En las redes sociales la posibilidad de que el “sí” pueda ganar sin que se cometan irregularidades, en razón de que los resultados que falta agregar al total actual provienen del campo, donde el MAS es muy fuerte, son rechazados como justificaciones de una campaña del oficialismo en marcha.

Por su parte, el Gobierno, a través del vicepresidente, Álvaro García Linera, denunció que la actitud de la oposición revela un fraude para evitar el conteo del voto campesino e indígena. "Es un matonaje electoral y es un intento de fraude electoral que está desplegando en las últimas horas las fuerzas opositoras de derecha en contra del voto campesino y el voto indígena, que es el voto que aún falta por contabilizar", aseguró García Linera.

Las clases medias urbanas que votaron por el “no” el pasado domingo esperan con ansiedad y algo de paranoia los resultados oficiales del referendo, cuya revelación es tan lenta que anima toda clase de suposiciones.

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Los bolivianos, hijos de una historia de grandes escamoteos electorales, exhiben una tradicional desconfianza respecto a las autoridades electorales, que menguó en los años 90 pero se ha agudizado ahora por la actuación del Tribunal Electoral durante las elecciones municipales y regionales de principios de 2015. Una actuación tan criticada que dio lugar a la participación de la oposición en la conformación de este nuevo Tribunal, que finalmente eligieron los votos mayoritarios del MAS en el Parlamento.

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