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Argentina espera recuperar el crédito del extranjero

El acuerdo bajaré el coste del financiamiento; sienta un precedente contra canjes de deuda

El mediador judicial de la deuda de Argentina en EE UU, Daniel Pollack, tras anunciar el pacto entre el país sudamericano y los acreedores.
El mediador judicial de la deuda de Argentina en EE UU, Daniel Pollack, tras anunciar el pacto entre el país sudamericano y los acreedores.Bebeto Matthews (AP)

El acuerdo entre Argentina y los ‘fondos buitre’ que rechazaron la reestructuración de deuda de 2005 y 2010 llevará a que el país sudamericano salga de la suspensión de pagos impuesta por la justicia de EE UU desde 2014. Buenos Aires no podía seguir abonando su pasivo reestructurado hasta que no solucionase este conflicto. A su vez, al salir del impago, se abrirá el grifo del acceso de Argentina a los mercados internacionales de crédito, de los que se retiró desde su crisis de 2001.

Tanto el Gobierno federal de Mauricio Macri como las provincias, la mayoría gobernadas por la oposición peronista, podrán financiarse en el extranjero y así evitar el “ajuste fiscal de órdago que deberían hacer”, según el economista Javier Alvaredo, de la consultora ACM. Las empresas también podrán tomar préstamos. Se prevé una bajada de los costes del financiamiento, incluido aquel que se destina a la importación de maquinaria y tecnología. De ahí que Alvaredo evalúa que el pacto con los ‘fondos buitre’ alentará inversión.

Sin embargo, Alvaredo reconoce que el contexto internacional “está muy complicado”. Los capitales están huyendo de los mercados emergentes. Además el economista de ACM advierte de que “la economía argentina está contrayéndose y depende más del consumo que de la inversión para recuperarse en el segundo semestre”.

El convenio con los ‘fondos buitre’ implica además un reconocimiento de una deuda que desde hace 15 años Argentina no abonaba. Por lo tanto, implicará en lo inmediato mayores pagos de intereses. De todos modos, la deuda no aumentará más que un 2% del PIB y de por sí había bajado mucho durante los 12 años de kirchnerismo, según reconoce Alvaredo. En 2004, el pasivo público neto era del 103% del PIB y en 2015, del 17%.

Algunos economistas han criticado al acuerdo. “A los ‘fondos buitre’ se les hizo una oferta que es mala para el país. Se aceptaron todas las condiciones que nos hicieron. Además, no es posible que un juez de Nueva York le diga al país que se debe derogar una ley para que se llegue a un acuerdo. Eso afecta la soberanía nacional y la división de poderes”, reprochó el exministro de Economía Aldo Ferrer.

El trato tendrá consencuencias también para las reestructuraciones de deuda de otros países. Sienta el precedente de que, aunque un país logre una quita del pasivo con el 92% de los acreedores, el restante 8% acaba consiguiendo mucho más con sus reclamaciones en los tribunales. Si bien las nuevas emisiones de deuda contemplan cláusulas que obligan a las minorías a aceptar las reestructuraciones pactadas por las mayorías, los antiguos títulos públicos aún en el mercado carecen de ellas, como es el caso de los de Venezuela.

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