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La cara “anaranjada” de Trump y otros insultos que usa el Partido Republicano

Los candidatos republicanos se enzarzan en un cruce de insultos de tono creciente

Silvia Ayuso
Trump y su contrincante republicano Marco Rubio.
Trump y su contrincante republicano Marco Rubio.GARY CORONADO (EFE)

En la carrera por frenar el ascenso de Donald Trump hacia la nominación presidencial republicana, se ha lanzado la proclama del “todo vale”, incluidos los insultos, que vuelan entre los candidatos y sus aliados y detractores. Una guía:

Donald Trump Vs. Marco Rubio:

De sudores y sed insaciable: Desde que interrumpiera su réplica a Obama tras el discurso sobre el estado de la Unión en 2013 para beber un vaso de agua, Marco Rubio ha tenido que aguantar incontables chanzas sobre ese faux pas.

La más dura la hizo Trump cuando durante un mitin parodió con una botella de agua ese momento. Una botella con la que justo antes se había burlado de otro problema —según Trump— de Rubio: que suda demasiado.

“¡Es Rubio!”, dijo Trump mientras, entre risas del público, agitaba la botella para que saliera el agua, antes de arrojarla con un gesto de desprecio al suelo. “Nunca he visto sudar a un ser humano como suda este hombre, parecía que acababa de saltar a una piscina con la ropa puesta!”, dijo en otra ocasión del senador de Florida.

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Un peso ligero de orejas grandes: ¿Qué molesta más, que a uno lo llamen ‘peso ligero’ de la política o que se mofen de sus aparentemente orejas grandes? Trump ha usado ambos insultos contra Rubio repetidas veces

Un hazmerreír: “¿Por qué votaría la gente de Florida por un tipo que, como senador, ni siquiera acude a votar? ¡Marco Rubio es un hazmerreír!”, tuiteó.

Rubio contra Trump

Estafador: Así se refiere Rubio casi cada vez que habla de Trump, afirmando que el partido que dio a figuras como Abraham Lincoln o Ronald Reagan no puede ser liderado por un “estafador” como Trump. Y mucho menos el país.

Derrumbes y peinados: Puede que él, Marco Rubio, sude, pero Trump se derrite, colapsa en cuanto se alejan las cámaras. Así lo ha descrito varias veces el joven senador, que asegura que Trump se derrumbó entre bastidores tras uno de los últimos debates republicanos. ¡Ah! Y si Trump se burla de sus orejas, Rubio lo hace del color anaranjado de su cara y del pelo del magnate, de quien dijo que vuela en el “Hair Force One”, en juego de palabras entre “hair” (pelo) y “air” (aire).

¿Educación de élite para no saber deletrear? Trump no solo hace alarde de su riqueza, también ha afirmado ser el mejor educado de todos los candidatos. Para luego cometer varios errores ortográficos en sus tuits, especialmente en varios en los que atacaba a Rubio. Ahí lo esperaba su rival para matar varios pájaros de un tiro: “Así es como deletrean en la Escuela de Negocios Wharton. Eso, o ha contratado a un trabajador extranjero para que le escriba sus tuits”.

Trump contra Cruz (y viceversa)

Antes de que Trump y Rubio desataran su duelo dialéctico, el pulso era entre el magnate y el senador texano Ted Cruz.

Trump puso en aprietos a Cruz al lograr poner en duda la capacidad del senador de ser presidente debido a que no nació en Estados Unidos (nació en Canadá de madre estadounidense y padre cubano). Cruz replicó acusando a Trump de encarnar los “valores (liberales, es decir, progresistas en Estados Unidos) de Nueva York”, entendido como un insulto. Un dardo que se volvió contra él hasta el punto de que Cruz, que no suele dar marcha atrás en nada, tuvo que pedir disculpas a los neoyorquinos que le contestaron más que airados, incluida su prensa.

Aunque sus ataques tienen menos cobertura que los que se lanzan Trump y Rubio, el magnate aprovechó que una mujer acusó a Cruz de “cobarde” durante uno de sus mítines para utilizar el insulto. Esa mujer “acaba de decir una cosa horrible. Ella ha dicho, y yo espero que no lo vuelva a repetir, que (Cruz) es un cobarde. Eso es terrible”.

Mitt Romney entra en escena

El candidato presidencial republicano en 2012 ha entrado a escena y no ha escatimado en descalificativos contra Trump: fraude, deshonesto, vulgar, mentiroso, temperamental, inestable… Romney no se ha dejado nada en el tintero. Poco después, Trump le devolvía el golpe llamándolo un personaje “irrelevante” y un “candidato fracasado” que “no fue capaz de ganar una elección que debería haber sido ganada”.

Moraleja

El ambiente electoral se ha enrarecido con tanto insulto. Pero los candidatos se han asegurado la atención mediática. No es de extrañar que en el último debate republicano el aspirante Ben Carson pidiera que, por favor, alguien lo atacara.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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