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La policía belga detiene al yihadista huido del ataque de París Salah Abdeslam

El terrorista fue herido levemente en una pierna durante la operación

Operación policial en Bruselas.Foto: reuters_live
Álvaro Sánchez

Estaba en su madriguera. La policía antiterrorista belga ha detenido este viernes al yihadista Salah Abdeslam, miembro prófugo del comando que perpetró los atentados de París el 13 de noviembre. La operación para su captura se ha desarrollado en el barrio bruselense de Molenbeek, en el número 79 de la calle de Quatre-Vents. Abdeslam resultó herido en una pierna por los disparos de la policía en su distrito, muy cerca del lugar donde vive su familia. Permanecía huido tras el ataque a la capital francesa que costó la vida a 130 personas hace más de cuatro meses. "Lo tenemos", confirmó el secretario de Estado de Inmigración belga, Theo Francken, a través de Twitter. No obstante, el tuit fue borrado poco después.

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El terrorista, de 26 años, ha sido el gran objetivo de las fuerzas de seguridad belgas, a las que viene esquivando desde hace cuatro meses: escapó de Molenbeek pocos días después del atentado de París y sus huellas fueron encontradas en una vivienda del distrito de Schaerbeek semanas después. Salah es hermano de Brahim Abdeslam, de 31 años, integrante también del comando que atentó aquella noche en París, que acabó haciéndose estallar tras descargar su fusil.

El portavoz del ministerio público belga, Thierry Werts, confirmó que en la operación ha habido cinco detenidos: Abdeslam, un cómplice identificado como Mounir Ahmed Alaaj, alias Amine Choukri —que también resultó herido y fue trasladado a un hospital—, y tres miembros de la familia del terrorista que le acogieron y protegían. Abdeslam y Alaaj fueron detectados en un control en la ciudad alemana de Ulm en octubre de 2015, un mes antes de los atentados de París.

La detención del terrorista más buscado de Europa se ha producido mientras los líderes de la UE estaban también en Bruselas, reunidos en una cumbre sobre inmigración y refugiados. El presidente francés, François Hollande, ha seguido la operación junto al primer ministro belga, Charles Michel. En una comparecencia conjunta con el presidente francés, el jefe del Ejecutivo belga ha agradecido el trabajo de fuerzas de seguridad, investigadores y jueces. “Ha sido un trabajo intenso, minucioso y profesional que ha conducido a este resultado tan importante en la batalla por la democracia y contra el oscurantismo”, declaró. 

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Hollande por su parte, ha dedicado sus primeras palabras a los fallecidos en el ataque. "Quiero acordarme de las víctimas del atentado del 13 de noviembre. Porque Abdeslam estuvo directamente ligado a la organización y ejecución de esos atentados", subrayó. El presidente francés confirmó, además, que pedirán a las autoridades belgas que Abdeslam sea extraditado para ser juzgado en el país galo.

El presidente de EE UU, Barack Obama, felicitó a Hollande y a Michel por el arresto y les prometió seguir cooperando en la lucha global contra el terrorismo. Con la captura de Abdeslam, Bélgica se sacude las críticas recibidas tras los atentados de París sobre la falta de celo mostrada en la lucha antiterrorista. Ante la magnitud que cobró la vía belga en el esclarecimiento de este atentado, Francia decidió implicar directamente a su policía.

El barrio de Molenbeek vivía este viernes escenas similares a las que se produjeron en la operación del martes en Forest, con calles cortadas y una amplia presencia de las fuerzas de seguridad. “El terrorismo no tiene nada que ver con el islam”, defendía Abdul Hassan, de 45 años, desde el comercio que regenta, situado a unos metros del lugar de los hechos.

La redada se ha producido horas después de que la fiscalía belga desvelara que el terrorista pasó por el apartamento del barrio de Forest, en la capital belga, en el que el martes se produjo un tiroteo en una redada antiyihadista.

"La fiscalía confirma que huellas dactilares de Salah Abdeslam han sido detectadas durante el registro llevado a cabo el 15 de marzo pasado en la calle de Dries, en Forest. La investigación sigue abierta día y noche y no es posible dar más detalles por ahora para no entorpecer la operación", aseguró el organismo en un breve escrito. Agentes franceses han participado junto a las fuerzas de seguridad belgas en registros efectuados en Bruselas durante los últimos días.

La otra gran novedad de la que ha informado la fiscalía este viernes tiene que ver con Mohammed Belkaid, el presunto yihadista de origen argelino que falleció abatido por un francotirador el martes en Forest. La fiscalía ha confirmado que Belkaid utilizaba un documento falso con el nombre de Samir Bouzid, lo que le vincula directamente a los atentados de París y a Abdeslam: ambos pasaron juntos un control policial entre Hungría y Austria dos meses antes de la masacre de Bataclan, cuando viajaban a bordo de un Mercedes en compañía de otro hombre que también usaba una falsa identidad. 

Belkaid se valió del documento falso para realizar, cuatro días después de los atentados de París, una transferencia de 750 euros a través de una oficina Western Union de Bruselas a Hasna Ait Boulahcen, prima de Abdelhamid Abaaoud, uno de los organizadores de la matanza de París. Ambos fallecieron en el asalto policial a Saint Denis que tuvo lugar cinco días después de los ataques. En el domicilio encontraron un arsenal listo para ser utilizado.

El supuesto terrorista abatido el martes en Bruselas se encontraba en el país irregularmente, solo tenía antecedentes por un robo en 2014 y no estaba en el radar de los servicios de seguridad por actos de radicalismo religioso gracias a la protección que le concedió el uso de esa documentación falsa. Junto a su cadáver se encontró un libro sobre salafismo y en el piso había una bandera del Estado Islámico. En el intercambio de disparos con la policía resultaron heridos levemente cuatro agentes, uno de ellos francés, después de que fueran recibidos a tiros con un kaláshnikov y un arma antidisturbios cuando se disponían a realizar un registro.

Las dos grandes operaciones antiterroristas de esta semana han vuelto a traer a la ciudad una banda sonora, la de las sirenas, muy habitual desde que se descubriera que albergó en sus entrañas a uno de los cerebros de los ataques de París. Desde entonces las autoridades no han bajado la guardia: la presencia de policías y militares es visible en las calles y la alerta antiterrorista en Bélgica se ha mantenido en el nivel 3, solo un escalón por debajo del máximo, que sí estuvo activado entre el 21 y el 25 de noviembre. Entonces, el primer ministro belga, Charles Michel, advirtió de la posibilidad de que se produjera un atentado similar al de París. El nivel actual indica la existencia de "una amenaza posible y creíble".

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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