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Siete policías muertos y otras 27 personas heridas en un atentado en Diyarbakir

El coche bomba ha estallado al paso de los agentes en un distrito con presencia del PKK no muy lejos de la estación de autobuses

Andrés Mourenza

La explosión de un coche bomba junto a la estación de autobuses de Diyarbakir, la principal ciudad del Kurdistán turco, ha causado la muerte de al menos siete policías y ha provocado heridas a otras 27 personas, según informó el Gobierno turco. De los heridos, 14 son civiles y el resto agentes, varios de ellos en estado grave. El estallido se ha producido a la entrada de la ciudad, no muy lejos de la estación de autobuses, cuando transitaba por la zona un microbús que transportaba a agentes de las fuerzas especiales de la policía.

Según los medios locales, el ataque iba dirigido contra miembros de las fuerzas de seguridad turcas, que participan en una operación contra el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán). Precisamente el distrito de Diyarbakir donde se ha producido el atentado es Baglar, que periódicamente es declarado bajo toque de queda y donde habitualmente se producen enfrentamientos armados entre simpatizantes de los rebeldes kurdos y las fuerzas de seguridad turcas. Otro distrito de Diyarbakir, el de la Ciudad Vieja, permanece tomado desde diciembre por el Ejército, que combate con armas pesadas a un centenar de miembros del PKK que se han hecho fuertes en su interior. Buena parte de esa zona ha quedado reducida a escombros.

Desde el pasado julio, cuando se hizo patente el fracaso de las negociaciones de paz entre el Gobierno y el PKK –considerado grupo terroristas también por la UE y EEUU-, la violencia ha retornado a la región kurda de Turquía. De acuerdo al partido pro-kurdo HDP, más de 500 civiles han muerto en estos enfrentamientos, mientras que, según cifras oficiales, 355 soldados y policías turcos han fallecido en los combates. Recientemente Erdogan aseguró que 5.359 “terroristas” del PKK han sido “neutralizados”, aunque la guerrilla kurda reduce esta cifra a algunos cientos. Además, más de 355.000 personas se han visto obligadas a huir de sus casas a causa del conflicto, especialmente en las siete ciudades kurdas que sufren el toque de queda y permanecen sitiadas por el Ejército turco.

El líder militar del PKK, Murat Karayilan, amenazó esta semana con llevar sus fuerzas desde las zonas montañosas del norte de Irak, donde mantiene sus bases el grupo armado, al sudeste de Turquía para incrementar las operaciones contra el Ejército turco.

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