_
_
_
_
_

El régimen chavista descarta la consulta contra Maduro

La oposición denuncia un sabotaje por parte del Gobierno

El líder opositor venezolano Henrique Capriles. EFE

Horas después de imponer el estado de excepción, que amenaza con suspender garantías constitucionales y conferir mayor control al presidente de Venezuela sobre los dominios de la política, el régimen chavista se ha opuesto abiertamente al referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro que impulsa la oposición. El vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, asegura que no dejarán el poder: “A Maduro no lo van a sacar ni con referéndum ni con nada”. La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) denuncia un sabotaje del régimen.

Para Jesús ChuoTorrealba, secretario general de la MUD, la declaración del estado de excepción persigue detener el avance del proceso de referéndum revocatorio que impulsa la oposición para deponer este mismo año a Maduro y celebrar nuevas elecciones: “La estrategia es retrasar el referendo para sabotear a la oposición, pero también al oficialismo que lo adversa y que desea perpetuarse en el Gobierno”.

Más información
Maduro ordena una movilización militar ante la escalada de la crisis
Venezuela se desmorona
Maduro decreta el estado de excepción contra un supuesto “golpe”
20 expresidentes denuncian la persecución política en Venezuela
In English: Venezuela rules out recall referendum after declaring state of emergency

La tesis opositora es que las filas del chavismo se han fracturado entre aliados de Maduro y adversarios que, supuestamente, fraguan una estrepitosa salida del sucesor de Hugo Chávez para tomar la presidencia. “Maduro, ahora, intenta una huida hacia adelante. No busca una consulta, sino una implosión en el país”, dijo Torrealba el sábado en una manifestación opositora para exigir al Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo, que no demore más el proceso de la consulta.

El referéndum ha desencadenado pugnas en las calles. Los opositores han recurrido a las manifestaciones para exigir al CNE premura para poder celebrarlo. El sábado hubo una segunda concentración en Caracas que solamente obtuvo un resultado: convocar otra marcha para el miércoles que exija nuevamente agilizar los trámites. Los caminos de la oposición son pedregosos. La MUD ha concentrado fuerzas en la búsqueda de una pronta salida democrática de Maduro. Desde el mes de marzo ha hecho hincapié en la consulta para pedir que se revoque su mandato —una opción que figura en la Constitución de Venezuela—, pero este proceso consta de varias etapas que, en su mayoría, dependen de la diligencia del CNE.

Reforzado el poder militar

El último movimiento de Maduro en la crisis que sufre el país ha sido decretar un estado de excepción y prolongar la emergencia económica —declarada el pasado 14 de enero— para supuestamente defender al país sudamericano de posibles intervenciones militares y atender la debacle financiera.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El argumento del mandatario venezolano se ha apoyado en una supuesta propuesta del expresidente colombiano Álvaro Uribe de impulsar una intervención militar en Venezuela para derribar a Maduro. Así, el decreto de emergencia estará acompañado de ejercicios militares, según el jefe del Estado de Venezuela, para demostrar el poderío de las fuerzas armadas del país ante una posible injerencia extranjera. Para la oposición se trata de una extravagante excusa que, supuestamente, intenta restringir las vías de salida de Maduro. El diputado Tomás Guanipa, dirigente del partido opositor Primero Justicia, cree que Uribe hace el juego a Maduro con sus declaraciones.

El decreto de emergencia, del que empiezan a conocerse más detalles, confiere más poder al alto mando militar para intervenir en la economía del país. Maduro demuestra así que se apoya, una vez más, en el Ejército.

El chavismo ha menguado con la gestión de Maduro. La crisis económica, cuya máxima expresión son la acentuada escasez de alimentos y medicinas, el encarcelamiento de opositores y las fracturas políticas, ha propiciado un debilitamiento del proyecto del fallecido Hugo Chávez. Según una reciente encuesta publicada por la firma Datanálisis, la popularidad de Maduro ha caído a un nivel histórico durante sus tres años de mandato, pues solo cuenta con un 26,8% de respaldo en la población.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_