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Mauricio Macri veta la ley antidespidos: "Traería más pobreza, necesitamos libertad"

El presidente argentino apela a sus éxitos en Boca Juniors para pedir confianza

Carlos E. Cué
El presidente Mauricio Macri anuncia el veto a la ley antidespidos.
El presidente Mauricio Macri anuncia el veto a la ley antidespidos.EFE

Mauricio Macri tiene tan claro que llegó a la presidencia gracias a la buena imagen que le dio haber sido un exitoso presidente de Boca Juniors que ha apelado a esa historia en uno de los días más delicados de estos primeros seis meses de mandato, mientras anunciaba que por primera vez vetará una ley aprobada por la oposición el Congreso, la llamada "antidespidos". Macri quiso dar un gesto de autoridad en un momento en que arrecian las críticas a su Gobierno y trató de trasladar una idea a los argentinos: si pudo gestionar con éxito y a su manera Boca Juniors, también lo hará con el país, pero necesita que confíen en él. Macri dijo que vetaba la ley porque "traería más pobreza" y apeló a esos años de Boca.

"Hoy en uso de la facultad constitucional voy a vetar esa ley que es antiempleo, que va contra los argentinos. Algunos me dijeron, no te conviene vetar déjalo que pase, te vas a comer esos bombos", arrancó el presidente mientras de fondo se escuchaban las protestas de un grupo de trabajadores públicos con sus bombos. Y ahí volvió a Boca. "Hace 22 años muchos querían que Maradona fuese el técnico de boca. Yo pensé que por problemas personales, pese al cariño que le tengo, en ese momento no era el mejor técnico. Me dijeron "no te conviene" y yo les dije "tengo que hacer lo que es bueno para Boca no para mí". Eso me llevó a obtener 17 titulos. Tenía 35 años. Hoy con 57 años les voy a decir que no voy a mentir, en cada ocasión voy a hacer lo que piense que es mejor para su futuro, porque confio en ustedes y sé que más libertad le va a dar más progreso", clamó rodeado de trabajadores de Cresta Roja, una empresa de pollos que estaba quebrada cuando él llegó al Gobierno y ahora se recupera poco a poco.

Macri atraviesa así con firmeza este pulso entre los sindicatos y la oposición con el Gobierno. Algunos han amenazado con una huelga general pero no parece muy factible. Al contrario, Macri está logrando acuerdos con los sindicatos en plena tensión, como la subida del 33% del salario mínimo, por lo que la batalla de la ley antidespidos parecía más bien una maniobra de tanteo y no una declaración de guerra definitiva. Ambos han medido fuerzas y ambos parecen haber perdido algunas cosas. Macri sigue dependiendo de la situación económica, que no para de complicarse, y de la inflación, que no logra aún controlar, para evitar que el coste político sea demasiado grande. Pero ha querido mostrar que a seis de tomar posesión se encuentra muy fuerte para dar las batallas que sean necesarias contra la oposición y los sindicatos. La ley antidespidos, que no verá la luz, preocupaba al Gobierno sobre todo por la imagen internacional, ya que se puede extender la idea de que el presidente no controla el país por culpa de su debilidad parlamentaria. Por eso ha querido anunciar rápidamente el veto, al día siguiente de su aprobación.

Macri, que viene de la derecha, es hijo de uno de los empresarios más importantes del país y tiene una ideología claramente liberal, suavizó mucho sus ideas para poder ganar las elecciones y defendió el papel del Estado. Pero hoy, ante la ley antidespidos, ha recuperado alguno de los mensajes más tradicionales de los liberales. "Seguimos en un debate que lleva años. Hay quienes piensan que como modelo de nuestras vidas tiene que haber un Estado que nos someta a todos, piensan que los argentinos no podemos vivir en libertad, por eso proponen cepos al trabajo, sin importar todos los que trabajan en negro y sin importar que esa ley trae más pobreza. Porque la pobreza es más fácil de manipular", lanzó en un claro ataque a los peronistas que la aprobaron. Aunque también tuvo un gesto hacia Perón. "Con este proceso de inversión habrá mas trabajo, más alegría, más amor. Porque la productividad, como decía el general Perón, es la estrella polar de argentina", lanzó.

Su discurso era en cualquier caso inconfundiblemente liberal. "Ellos tienen miedo a que podamos crecer y decidir en libertad. Por eso queriendo trabar ese progreso proponen leyes que apuntan a que no podamos avanzar. Nuestro eje es caminar juntos hacia pobreza cero, no es de hoy para mañana, hemos heredado una situación difícil, cinco años sin crear empleo. Hemos empezado a regar esta plantita que se llama confianza, por eso hay tantas empresas nacionales y extranjeras pensando en qué invertir", clamó.

Macri juega así la batalla de la confianza. Las encuestas señalan que pese a las dificultades económicas el presidente ha caído pero no se ha desplomado en las encuestas como le pasó por ejemplo de Dilma Rousseff en Brasil cuando empezó a hacer ajustes. Macri aún tiene margen político. Pero necesita exhibir resultados pronto o la paciencia de los argentinos, que nunca ha sido grande, se agotará.

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