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La ONU plantea lanzar alimentos desde el aire al medio millón de sirios cercados

Los diferentes bandos mantienen sitiados a 480.000 civiles en 19 localidades sirias

Natalia Sancha

Entrando en el sexto año de la guerra siria que se ha cobrado más de 270.000 vidas, la ONU plantea recurrir a la vía aérea para aliviar los cercos que acechan a 480.000 civiles sitiados por los diferentes bandos en 19 localidades. “Mientras que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) no haya finalizado la planificación, no creo que haya nada inminente, pero el proceso que lleve a iniciar los lanzamientos aéreos ya ha comenzado”, puntualizó ante la prensa Ramzi Ezzedine Ramzi, miembro del equipo del enviado especial de la ONU para Siria, Steffan De Mistura.

En la mañana del jueves se reunía en Ginebra el equipo de Trabajo de Acceso Humanitario del Grupo Internacional de Apoyo a Siria (GIAS), el núcleo duro de la comunidad internacional copresidido por Estados Unidos y Rusia que busca una salida  al conflicto sirio. La reunión tuvo lugar un día después de que se cumpliera sin éxito el plazo acordado con el Gobierno de Damasco para facilitar el acceso de la ayuda humanitaria a las poblaciones cercadas.

Sin embargo, el lanzamiento aéreo de ayuda humanitaria se antoja una alternativa mucho más costosa  que los convoyes terrestres, tanto económicamente como en materia de logística. “Seis semanas de lanzamientos por aire equivalen a un solo convoy por tierra”, admite De Mistura. A ello se suma un mayor riesgo con una decena de aviaciones sobrevolando el cielo sirio, la lluvia de morteros lanzados desde tierra, y la imprecisión que caracteriza al lanzamiento de pallets de alimentos desde el aire poniendo en riesgo la vida de los civiles en las urbes cercadas.

La provincia de Deir el Ezzor, al noroeste del país, y disputada entre las tropas regulares sirias y el Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés), es uno de los cercos de más difícil acceso en el que se encuentran atrapados 250.000 civiles. El primer lanzamiento aéreo de alimentos realizado por la ONU tuvo lugar precisamente sobre esta región el pasado mes de febrero, sin que ninguno de los 21 pallets alcanzara su objetivo: siete aterrizaron en una zona minada, otros cuatro en territorio alejado de las poblaciones y los 10 restantes acabaron en paradero desconocido. Desde entonces, el PMA  ha realizado otros 44 lanzamientos desde el aire, en coordinación con el Gobierno de Damasco, proveyendo víveres a 110.000 civiles.

Por su parte, la aviación rusa junto con los helicópteros del Ejército sirio recurren a las distribuciones de alimentos aéreas periódicas desde principios de 2015 sobre las regiones sitiadas tanto por rebeldes como por yihadistas. Estos lanzamientos se destinan principalmente a las regiones donde se encuentran sitiados soldados regulares sirios, como en la base aérea de Deir Ezzor, o poblaciones afines al régimen, como en las localidades de Foua y Kafraya al norte del país. El uso del hambre como arma de guerra ya ha dejado al menos dos centenares de muertos por inanición, la gran mayoría en los cercos de Yarmouk y Madaya, ambas periféricas a la capital siria.

Dado al alto coste y riesgo que conlleva de este tipo de distribuciones humanitarias, la decisión de la ONU se interpreta como la única opción disponible ante el impasse que vive la tregua parcial en vigor, sellada el pasado 27 de febrero en Ginebra. Según el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, el alto el fuego tan solo se mantiene en el 55% del territorio inicialmente pactado entre rebeldes y el régimen sirio, en un acuerdo que excluye a los grupos terroristas de Al Nusra (rama local de Al Qaeda) e ISIS (quien controla más de un tercio del territorio sirio).

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Según datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, 5.000 civiles habían perdido la vida tan solo en el mes de mayo. Si bien el acuerdo parcial alcanzado en el país ha permitido un mayor acceso a las localidades cercadas como Madaya, Zabadani, Moadamiyye o Douma, en la periferia de Damasco y sitiadas por las tropas sirias, o en Foua Y Kafraya al norte del país y cercadas por rebeldes, las organizaciones internacionales exigen un acceso “incondicional y constante”. Este miércoles, un convoy humanitario del Comité Internacional de la Cruz Roja junto con la Media Luna Roja Siria lograba romper por primera vez en tres años el cerco de Daraya, sitiada por soldados regulares sirios, y distribuir medicamentos a unos 4.000 habitantes.

Con las delegaciones de ambos bandos escolladas en la forma que habrá de tomar la transición política en Siria y por ende el futuro de Bachar el Asad, De mistura ha tenido que posponer "temporalmente" la cuarta ronda de negociaciones en Ginebra para centrarse en una política de acuerdos mínimos. Establecer el acceso humanitario a los civiles cercados y asentar el alto el fuego acordado entre ambos bandos se imponen como condiciones previas para avanzar en las negociaciones.

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