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La batalla blanda de Ciudad de México

En el nuevo duelo de la izquierda mexicana, Morena se perfila como el gran vencedor tras una desangelada campaña para elegir los ponentes de la Constitución de la capital

David Marcial Pérez
Catedral de Ciudad de México
Catedral de Ciudad de MéxicoSaul Ruíz

La capital mexicana afronta la elección de los futuros padres de su constitución entre la tibieza y la estrategia. El adiós definitivo al DF y el lavado de cara en la recién nacida Ciudad de México no ha calado en el ánimo electoral de los capitalinos. Tras una campaña desangelada, los sondeos prevén que la participación para elegir los ponentes de la nueva carta magna –que abrochará un nivel de autonomía casi equiparable con el resto de 31 Estados– caiga despeñada por debajo del 30%. En este clima destensado, la médula de la contienda se centra en probar por segunda vez el músculo de Morena y la capacidad de resiliencia del PRD de cara a batallas mayores como la gubernatura del Estado y las presidenciales de 2018.

“En estas elecciones de algo tan lejano y abstracto, con tan poco sex appeal como designar a los padres constituyentes de la Ciudad de México, el verdadero atractivo reside en la continuación de la pelea a vida o muerte de las legislativas del año pasado, entre un proyecto nuevo como Morena que confirmó su credencial de fuerza emergente y otro que está fracasando”, apunta el historiador Lorenzo Meyer. El carácter efímero de la Asamblea Constituyente –una cámara extraordinaria que se disolverá en febrero del 2017 una vez aprobada la constitución– y un diseño polémico –tan solo el 60% de los diputados serán elegidos en estos comicios, el resto serán nombrados a dedo– ha trasladado el foco hacia la pugna estratégica entre las dos formaciones de la izquierda mexicana.

Morena, una escisión del PRD alumbrada hace dos años a imagen y semejanza de su líder, el carismático Andrés Manuel López Obrador, logró en las pasadas elecciones legislativas arrebatar por la mínima la mayoría en el Congreso a la formación tradicional, que había mantenido su hegemonía durante casi 20 años. Según una encuesta del diario El Financiero, Morena lidera holgadamente la intención de voto con un 34%, seguido del PRD con un 19% y el PAN y PRI empatados a 12%.

Morena lidera holgadamente la intención de voto con un 34%, seguido del PRD con un 19%

Las diferencias programáticas entre los dos frentes de la izquierda que dominarán la Asamblea Constituyente no son muy grandes. El texto, que está siendo cocinado en una primera versión por un consejo de sabios formado por políticos, juristas, académicos, activistas y escritores estará marcado por el sesgo progresista –derechos reproductivos, atención al medio ambiente, igualdad de género– que caracteriza a la capital mexicana. Los analistas coinciden en que la disputa se juega más bien en torno al liderazgo polarizador de López Obrador que divide el mapa electoral en los ejes nuevo/viejo, pureza/corrupción, pueblo/elite. “Es muy probable que Morena se alce con el mayor número de diputados y que desplace al PRD de su bastión tradicional. Sería una derrota estrepitosa y relanzaría la candidatura del AMLO para las presidenciales de 2018. Esto explicaría las acciones desesperadas de las huestes perredistas durante la campaña”, dice Eduardo Huchim, analista y ex consejero del instituto electoral.

Comparado con otros Estados, la carrera electoral de Ciudad de México ha sido un campo de flores. Mientras que en Tamaulipas o Veracruz ha estado minada con cargas de profundidad como la filiación al narco o acusaciones de pederastia, los rifirrafes en la capital se han limitado a las denuncias contra el PRD por la compra de tinacos u ofertas de empleo a cambio de votos, una práctica casi habitual en temporadas electorales mexicanas.

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Más allá del duelo entre los dos frentes de izquierda, que han optado por colocar en sus listas a caras conocidas del cine o el periodismo para atraer la atención del voto flotante, el diseño de la Asamblea Constituyente podría también darle un mayor protagonismo al PRI, relegado tradicionalmente a un papel residual en la capital. De los 100 diputados, solo 60 serán elegidos en las elecciones. Los 40 restantes serán designados por el presidente Enrique Peña Nieto, la Cámara de Diputados y Senadores, donde tiene mayoría el PRI, y el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera.

Con Mancera hundido en las encuestas de popularidad por desafortunados tropiezos como proponer un silbato para solucionar los ataques machistas en la ciudad, y ya colocado en la casilla de salida rumbo a su autoproclamada candidatura presidencial, la primera prueba para la sucesión en la cabeza de la capital se juega en las elecciones de este domingo.

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Sobre la firma

David Marcial Pérez
Reportero en la oficina de Ciudad de México. Está especializado en temas políticos, económicos y culturales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en El País. Antes trabajó en Cinco Días y Cadena Ser. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y máster en periodismo de El País y en Literatura Comparada por la UNED.

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