_
_
_
_
_

Osborne alerta de que el ‘Brexit’ obligaría a un ajuste de 38.000 millones

Un grupo de 57 diputados conservadores amenaza con votar en contra del plan de recortes

El ministro de Finanzas británico, George Osborne, este lunes en Liverpool. | David Cameron habla sobre los recortes del 'Brexit'.Foto: reuters_live | Vídeo: JON SUPER
Pablo Guimón

La salida de Reino Unido de la UE tendría un alto coste económico para el país. Y, para hacerle frente, el ministro británico de Finanzas, el conservador George Osborne, ha anunciado hoy que, si los votantes eligen el Brexit, se vería obligado inmediatamente a subir drásticamente los impuestos y a recortar el gasto público en áreas tan sensibles como la sanidad y la educación. Un ajuste que ha cifrado nada menos que en 30.000 millones de libras (38.000 millones de euros) y que se consumaría en unos presupuestos de emergencia que sometería al Parlamento días después de una victoria del Brexit, algo que los últimos sondeos señalan como cada vez más probable.

Más información
‘Inside or outside’
El Derby del Brexit
El antinacionalista escocés al rescate
Corbyn alerta contra el “riesgo serio e inmediato” de abandonar la UE

"Tendré que subir mucho las cargas impositivas o recortar en servicios públicos como educación, sanidad o el presupuesto de Defensa", ha asegurado Osborne la mañana del miércoles a una emisora de radio de la BBC. "En caso de Brexit, nos despertaríamos en menos de una semana sin un plan de viabilidad económica, con una profunda inestabilidad financiera, y años de incertidumbre en los que tendrás que apretarte el cinturón. El país no será capaz de mantener la calidad de los servicios públicos actuales”.

Con el anuncio de Osborne -fiel escudero y candidato a suceder al primer ministro, David Cameron-, los partidarios de la permanencia han querido volver a situar los argumentos económicos en el centro de la campaña. Ahí estuvieron en el arranque de la misma, cuando la opción de seguir en la UE se imponía en los sondeos, alimentada por la incapacidad de los euroescépticos de rebatir el argumento de que el Brexit, cuando menos, desencadenaría años de incertidumbre perjudiciales para la economía del país. Pero en las últimas dos semanas, la inmigración ha copado le debate y el Brexit ha tomado la delantera en las encuestas, haciendo saltar las alarmas entre los partidarios de permanecer en la UE.

Cameron estudia dotar fondos a las zonas con más inmigración

David Cameron anunció este miércoles en el Parlamento que está estudiando crear un fondo de financiación para ayudar a las zonas del país que más están sufriendo el impacto de la inmigración. Presionado por el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, para que atienda a las preocupaciones de los votantes ante el referéndum, el primer ministro se comprometió a trabajar con los demás partidos para abordar los problemas de las poblaciones que más han crecido más como consecuencia de la llegada de extranjeros.

La preocupación por el impacto de la inmigrantes es, según los expertos, la razón que está llevando en las últimas semanas a muchos votantes, particularmente laboristas, a inclinarse por el Brexit en el referéndum del próximo jueves.

El fondo para mitigar el impacto local de la inmigración, como recordó Corbyn, fue puesto en marcha por el Gobierno laborista de Gordon Brown en 2008 y eliminado, sin mucha publicidad, poco después de la llegada de Cameron a Downing Street dos años después. Se dotó con 50 millones de libras, recaudadas mediante los visados de inmigrantes extracomunitarios, destinados a las administraciones locales para manejar las presiones inesperadas en la vivienda, las escuelas y los hospitales.

Cameron se comprometió a estudiar, junto con el resto de partidos, esta y otras posibilidades. Pero insistió en que abandonar la UE no es la manera adecuada de enfrentarse al descontento con la inmigración.

El anuncio del canciller del Exchequer ha despertado la ira entre los euroescépticos y ha agravado aún más la cruenta guerra civil que el debate europeo ha provocado en las filas del gobernante Partido Conservador. En un desafío sin precedentes, un grupo de 57 diputados tories han anunciado que votarán en contra y bloquearán el “presupuesto de castigo” de Osborne, de producirse el Brexit. Entre los rebeldes se encuentran varios exministros pero ningún miembro del actual equipo de Gobierno. "Si el ministro procediera con estas propuestas, su situación sería insostenible", ha afirmado el grupo de parlamentarios.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El ministro ha contestado que la medida saldría adelante, aún sin el apoyo de los rebeldes, gracias al apoyo de diputados de la oposición. Su anuncio ha sido respaldado por su predecesor laborista Alistair Darling. Pero el actual portavoz de Economía de la oposición, John McDonnell, ha señalado que los laboristas nunca apoyarían nuevas medidas de austeridad.

Sin el apoyo de los 57 tories rebeldes ni el de los diputados laboristas, la medida tendría pocas posibilidades de prosperar. Pero, sobre todo, el desafío pone de manifiesto lo complicado que sería para el actual equipo de Gobierno continuar al mando del país después de una victoria del Brexit. Cameron ha insistido en que su voluntad es seguir en su puesto aunque pierda el referéndum, pero una rebelión contra el canciller del Exchequer, en caso de victoria del Brexit, podría precipitar el fin de un Ejecutivo cuya posibilidad de dirigir las negociaciones de ruptura con la UE, dado el tono que ha adquirido la campaña, parece cada vez más remota.

Los cálculos del recorte anunciado por Osborne se basan en los 30.000 millones de libras en que el independiente Instituto de Estudios Fiscales calcula el agujero que el Brexit abriría en las finanzas públicas británicas a largo plazo. Para hacerlo frente, Osborne ha hablado diversas medidas: los tipos básicos del impuesto sobre la renta subirían dos puntos, hasta el 22%, y el tipo impositivo máximo pasaría del 40% al 43%; las cargas fiscales sobre las herencias y transmisiones patrimoniales también serían mayores, así como las del alcohol y el petróleo. El ministro también prevé un recorte de en torno al 5% en el gasto para policía y transportes.

"Abandonar la UE dañaría la inversión, a las familias y a toda la economía británica", ha advertido Osborne. "Estoy más preocupado que con la crisis financiera de 2008", ha añadido Alistair Darling, "la campaña por el Brexit no tiene ninguna idea, ninguna hoja de ruta".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pablo Guimón
Es el redactor jefe de la sección de Sociedad. Ha sido corresponsal en Washington y en Londres, plazas en las que cubrió los últimos años de la presidencia de Trump, así como el referéndum y la sacudida del Brexit. Antes estuvo al frente de la sección de Madrid, de El País Semanal, y fue jefe de sección de Cultura y del suplemento Tentaciones.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_